DEL DÓBERMAN AL '¡QUE VIENE EL ANTICATALÁN!'
Unas breves y pasteurizadas notas en algunos medios contrastan con la indignación de otros en torno al único argumento del PSC a favor de su Estatuto: hay que hundir al PP. A golpe de 'síes'.
Artículo de Victor de la Serna en “El Mundo” del 20.05.06
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Hubo espacio en El País del jueves, cómo no, para un extenso y ditirámbico editorial sobre el Barça triomfant, pero sólo con muchísima atención, y llegando a un subtítulo en la página 27, pudo el lector enterarse del extraordinario lema que acababa de presentar el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) para su precampaña ante el referendo del Estatuto catalán: El PP utilizará tu 'no' contra Cataluña. En la misma información, el más alto representante del PSC, Pasqual Maragall, hacía un llamamiento a «los liberales, los librepensadores» de España, en el acto de entrega de un premio a Antonio Garrigues Walker, quien a su vez lamentaba el sectarismo «burdo y primitivo» que a su juicio se ha instalado en nuestro país. (Parece, pues, que Garrigues ya se había enterado a esa hora del eslogan).
Los medios capitalinos más próximos al Gobierno, incluidos la Cadena Ser y CNN+, pasaban igualmente de puntillas sobre el extraordinario dato: el partido que parió el Estatuto no encuentra mejor argumento para pedir el sí que el de atacar a otro partido acusándolo de anticatalán. En Cataluña también se leían informaciones escuetas y que se querían asépticas. «El mensaje constituye un notable ejercicio de ambivalencia. Por un lado se acusa al PP de ir contra de los intereses de Cataluña pero, al mismo tiempo, apela a los electores de ERC tentados de respaldar el voto negativo que propone este partido», escribía Josep Tordera en El Periódico, añadiendo un detalle significativo: «Los socialistas no tienen previsto criticar a Esquerra ni ahora ni durante la campaña oficial. Consideran el voto negativo de los republicanos como 'una decisión errónea aunque bienintencionada'».
Este episodio, inmediatamente después de una ruptura del Gobierno tripartito catalán que ha dejado al desnudo la incoherencia del último par de años de gobernación del Principado, debería suscitar más comentarios y reflexiones, pero es evidente que para muchos importa más dejar de cargar las tintas sobre un PSC ya sumido en el piélago de sus propias contradicciones.
La Cadena Cope expresaba su opinión en un editorial, recordando que ya en 2004 el PSC hizo campaña con el lema Derrotemos al PP: «En un caso y otro, el PSC ha considerado que lo realmente rentable para el juego político en Cataluña no es buscar los apoyos ciudadanos necesarios para llevar adelante un proyecto político propio, sino aglutinar el voto de todos aquéllos que desean que las propuestas políticas del PP obtengan la mínima representación política posible. (...) Este modo de hacer política, indecente y desleal con los adversarios políticos, no sólo corrompe los ideales democráticos, sino también las propias instituciones políticas cuando quien la promueve es, precisamente, el partido político que sustenta al Gobierno de todos los catalanes, incluidos los votantes del PP».
Igualmente fulminantes eran los editoriales de EL MUNDO, ABC y La Razón.
En la política catalana, quienes han gobernado o desgobernado juntos ya sólo hallan un terreno común: el de la leña al PP.Y eso regocija a algunos medios: la democracia se define por pedigrí -el de ellos, demócratas por la gracia divina, como Franco era caudillo de España- y no por respetar las reglas de juego.Y tampoco recordamos que esos medios condenasen con gran vigor aquella campaña del dóberman pinscher...