«LA REFORMA DEL ESTATUT CATALÁN OBEDECE ÚNICAMENTE A RAZONES ELECTORALES»
Entrevista a Francesc de Carreras por LEONOR MAYOR en “El Mundo” del 27.06.05,
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
BARCELONA.- Junto a otros 14 intelectuales catalanes, Francesc de Carreras,
catedrático de Derecho Constitucional, ha redactado un manifiesto en el que se
hace un llamamiento a la sociedad para que ponga en marcha un nuevo partido
político. Sería una formación de índole liberal, no nacionalista, laica y
garante de los derechos sociales e individuales, que podría llenar el hueco
detectado por estos pensadores en la actual política catalana.
Pregunta.- ¿Cómo y cuándo se gestó esta iniciativa?
Respuesta.- En junio de 2004, hace ahora un año, nos reunimos para cenar 11 amigos y analizamos la situación de Cataluña. Pujol ya se había ido, pero vinieron otros que son lo mismo o incluso peor. Detectamos que una parte de la sociedad catalana no responde a esas tesis nacionalistas y que, por tanto, existe un hueco en la política. Algunos de estos amigos abogaron por hacer un manifiesto, otros, por crear un partido. La discusión se alargó hasta este invierno. Finalmente, se optó por redactar un manifiesto que contuviese un diagnóstico de la situación e incluir un llamamiento para crear un partido.
P.- ¿Existe la posibilidad de que los promotores del manifiesto sean quienes creen este partido?
R.- El compromiso es para impulsarlo, aunque alguno de los promotores se podría implicar personalmente en función de su situación laboral, etc. Ahora se ha iniciado un proceso que concluirá en octubre, cuando se haya comprobado la fuerza real de la iniciativa.
P.- ¿Tienen ya un líder para esta nueva formación?
R.- No. Después de la presentación del día 21, hubo 400 nuevas adhesiones al proyecto y creemos que aún aumentará más. Hay mucha gente con capacidad para llevar adelante el partido. Ese no es problema si hay fuerza social.
P.- ¿Y la hay? ¿Qué sectores sociales pueden sentirse atraídos por este proyecto?
R.- Grupos diversos. Hasta ahora ha habido muchos apoyos de profesionales y empresarios que son los que más usan Internet y se han unido a través de la web ciutadansdecatalunya.com. También se han interesado muchos trabajadores. Y nos ha animado la gran respuesta de los jóvenes, sobre todo, de los universitarios. Y es que la propuesta se dirige a un público amplio que congregaría a votantes del PSC, CiU o el PP.
P.- ¿También de CiU?
R.- Sí. Nos hemos encontrado con un buen número de descontentos de CiU, que sienten que se han quedado sin partido porque era moderado y ha sufrido una deriva radical.
P.- ¿Han hecho estudios o encuestas sobre las posibilidades de esta iniciativa?
R.- Los haremos y los encargaremos a especialistas. Hay una bolsa de votos muy concreta, de gente que se abstiene en las autonómicas.Son personas de centro izquierda, en gran medida, del PSC.
P.- ¿Cuál sería la línea de actuación si llegasen a tener representación en el Parlament?
R.- En el tema identitario haríamos propuestas para cambiar leyes existentes, pero también promoveríamos actividades e iniciativas propias del siglo XXI. Sería una nueva voz en el Parlament. Una voz que no existe ahora.
P.- Y para llegar a la Cámara. ¿Con qué recursos cuentan?
R.- Juntando algo de dinero hemos logrado una publicidad aceptable.También han llegado algunos ingresos a través de la cuenta corriente de la web. En principio, la nueva formación sólo se presentará al Parlament y no necesita de una gran estructura de partido.Esperamos financiarnos con las aportaciones de los simpatizantes.
P.- ¿Considera que existe una fractura social en Cataluña entre nacionalista y no nacionalistas?
R.- En la Cataluña real no hay problemas entre los ciudadanos.Ni en las empresas ni en las calles ni en los comercios. Pero desde las instituciones se están haciendo políticas y leyes que han creado problemas que la gente no se atreve a expresar. Aún así hay personas molestas que dicen: ¡Ya no puedo más! Es el poder político quien siembra la discordia porque cuando alguien discrepa se le intenta silenciar o se le insulta. Sucede lo mismo que durante el franquismo, cuando nadie decía nada. La acomodación de la ciudadanía al poder es parecida a la de entonces.
P.- Un estudio reciente dice que la lengua catalana está en retroceso ¿coincide con ese diagnóstico?
R.- No sé si esos estudios tienen fiabilidad a no. Aunque por nariz creo que el conocimiento del catalán ha avanzado muchísimo.Cualquier joven de menos de 35 años lo puede hablar. Otra cosa es que se use socialmente. Pero estas cosas ocurren con las lenguas.Por ejemplo, el francés se usaba más hace 40 años. El catalán está en buena situación teniendo en cuenta que es una lengua minoritaria. Con leyes no se solucionan los problemas lingüísticos.
P.- ¿Se resuelven con la inmersión en las escuelas?
R.- La inmersión ha sido un gran error para el catalán. Al imponerla como lengua vehicular puede provocar la reacción contraria. Es algo que sucede con frecuencia. Yo pertenezco a una familia cataloparlante y me molestó profundamente tener que seguir mis estudios íntegramente en castellano. Ahora puede pasar lo mismo, aunque al revés. Las lenguas no se imponen porque se hacen antipáticas.
P.- ¿Qué opina de las debates identitarios de los últimos tiempos como el de la feria del libro de Frankfurt ?
R.- Tengo la impresión de que se invita a la cultura producida en Cataluña y no sólo a la que está en catalán. Debería considerarse a los ciudadanos de Cataluña por igual. Aunque la cultura en lengua catalana podría recibir ayudas por ser minoritaria.
P.- Su plataforma ha pedido que cese la reforma del Estatut ¿por qué?
R.- Creemos que no responde en absoluto a las necesidades ni de Cataluña ni del resto de las comunidades autónomas. Lo que hay que hacer es consolidar las competencias y el Estatut actuales.Hace falta un Senado que coordine. Unas autonomías que tengan voz en la Unión Europea y que colaboran entre ellas. El ministro Jordi Sevilla ya está en ello. La reforma catalana obedece sólo a razones electorales.
P.- Entonces sí está a favor de reformar la Constitución.
R.- El presidente Zapatero ha planteado cuatro puntos muy concretos de los que sólo uno es necesario: la reforma del Senado. Es una modificación planteada seriamente, no como la del Estatut, que se hace con un planteamiento manifiestamente inconstitucional en algunos aspectos. Es una irresponsabilidad que recae sobre la clase política catalana, pues ha transmitido que el actual Estatut está desligitimado.
P.- ¿Que respondería a las numerosas críticas que ha recibido el manifiesto?
R.- Son los habituales tópicos nacionalistas. Lo sorprendente sería que no nos hubieran atacado. Pero son ellos mismos quienes se perjudican al quedar como personas intolerantes y cerradas.
Una propuesta sensata y alejada del radicalismo
La iniciativa, promovida por un grupo de intelectuales, para crear un nuevo
partido no nacionalista ha dado lugar a infinitas críticas.Estos pensadores han
sido tildados de españolistas y de traidores, entre otras cosas. El catedrático
de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, uno de los intelectuales,
demuestra en una entrevista concedida a EL MUNDO un muy elevado grado de
sensatez lejos de cualquier radicalismo que desacredita a sus críticos. De
Carreras asegura que no hay fractura en la sociedad catalana, pero desvela que
las leyes y políticas que hacen las instituciones pueden provocarla. Reconoce el
cariño por su lengua materna, el catalán, lo que no le lleva a menospreciar el
castellano. Y aboga por una reforma de la Constitución para dar más voz a las
comunidades autónomas en el Senado al tiempo que denuncia que la modificación
del Estatut era innecesaria y se ha realizado únicamente por motivos
electorales.
De Carreras
ALEX SALMON
Muy preocupados deben de estar ciertos sectores políticos catalanes para
intentar confundir sobre los redactores del manifiesto contra la hegemonía
nacionalista del gobierno tripartito. Existe la premisa de presentarlos como
radicales españolistas producto de lo más feo de la derecha. La entrevista con
Francesc de Carreras que hoy publica EL MUNDO desmonta cualquier artimaña de los
que pretenden radicalizar a los que únicamente hablan con sentido común. De
Carreras llega a decir que en la calle el ciudadano no tiene ningún problema de
convivencia, eso está en las instituciones donde «se hacen políticas y leyes que
sí provocan crispación». Este catedrático de Derecho Constitucional habla claro
y dice aquello que los propios políticos dicen en privado y no se atreven a
manifestarlo públicamente, que «la reforma del Estatut obedece únicamente a
razones electorales». Un camino con un final oculto.