DEL TRIPARTITO A LA ENTESA
Artículo de Pablo Sebastián en “La Estrella Digital” del 6-11-06
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Habrá gobierno tripartito en Cataluña con el apoyo del PSC, ERC e ICV, así lo ha anunciado anoche Carod Rovira el dueño y guardián de la llave que abre las puertas de la Generalitat y que se ha tomado, con esta decisión, justa venganza contra el pacto de la Moncloa con el que Zapatero y Mas sellaron la reforma del Estatuto y se prometieron como futuros socios de un nuevo gobierno catalán tras las elecciones anticipadas ante las que Zapatero cortó la cabeza de Maragall para facilitarle el camino a CiU, frente al desvaído Montilla, el charnego cordobés que ha perdido cinco escaño y que muy pronto será presidente de la Generalitat.
Artur Mas, al no superar los 50 escaños y comprobar que el tripartito superaba los 68 que eran necesarios para gobernar, debió comprender enseguida que volvería a estar otros cuatro años en la oposición. Pero intentó un pacto desesperado con Montilla al que le había echado en cara en la campaña su condición de andaluz y se encontró con un no franco y directo en sus narices y sin posibilidad de negociación. “Si no hay tripartito el PSC pasará a la oposición”, sentenció Montilla ante el asombro de CiU. Pero después del cortejo nupcial de Mas a las puertas del PSC Mas intentó el mas difícil todavía y le ofreció a Carod el oro y el moro. El puesto de conseller en cap, la mitad del gobierno, la política exterior, lo que pidiera. Pero Carod esperaba el tiempo de su venganza y se lo encontró y, al final, optó por el regreso al tripartito al que parece que llamarán Entesa (entendimiento), para dar una imagen de moderación y serenidad a la que hizo alusión Carod en su declaración.
Ahora, los del tripartito vuelven por donde solían pero dicen que van a ser buenos y que se van a ocupar de los problemas de los ciudadanos, que los han castigado en las urnas pero no lo suficiente como para que no pudieran regresar al poder. Un regreso en el que ha tenido un especial protagonismo Maragall que tenía varias cuentas pendientes tanto con Zapatero como con Mas. El histórico líder del PSC fue apartado del liderazgo de éste por decisión de Zapatero que pensaba que, con ello, le abría definitivamente a Mas las puertas de la Generalitat. Pero el presidente se equivocó, le ocurrió lo que con Bono en Madrid y como le está pasando con ETA y con muchas de sus intempestivas decisiones. Y Maragall se tomó su particular revancha, como su antagonista político Bono se había tomado la suya jugando al escondite con la candidatura a la alcaldía de Madrid.
Al final los perdedores de las elecciones catalanas son Mas en Barcelona y Zapatero en Madrid. Y quien dice Zapatero lo mismo puede añadir de Chaves que intentó meter la mano en la bolsa del PSC, o de Pepiño Blanco que de un tiempo a esta parte no da pie con bola y si no que se lo pregunten a Bono. El líder del PSOE está en crisis y lo que es peor para él está perdiendo autoridad en el PSOE donde los barones se le empiezan a sublevar y pronto le empezarán a pedir explicaciones, por ejemplo en relación con la hoy bloqueada negociación con ETA que nadie sabe, ni él, como va y que de creer los comunicados de la banda está a la espera de que Zapatero les ofrezca mas concesiones políticas, de acuerdo con lo que los etarras llaman los compromisos contraídos por este Gobierno a cambio del alto el fuego.
En cuanto a CiU y Artur Mas, que se fue al notario para certificar que no pactaría con el PP, ahora estará en el parlamento catalán tan solo o mas (los del PP podrán al menos hablar con los de Ciutadans) que Piqué, aunque eso sí los de CiU con 48 diputados que para poco le van a servir. Mas, con dos amargas victorias en la espalda, deberá esperar a las elecciones municipales (donde el tripartito volverá a funcionar como apisonadora) y a las generales del 2008, a ver si para entonces consigue alguna llave importante de la gobernabilidad.
Mientras que Zapatero, Chaves y Blanco deberá soportar otra vez los caprichos del hoy relamido y remilgado Carod que, no lo duden , volverá a hacer de las suyas a la primera oportunidad.