ENTREVISTA A  ALBERT RIVERA ,  PRESIDENTE DE CIUTADANS,

 

por Vanessa Graell en “El Mundo” del 24.10.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado la entrevista que sigue para incluirla en este sitio web.

 

 

«La deriva catalanista de PP y PSC decepciona a sus votantes»

 

BARCELONA.- Albert Rivera (Barcelona, 1979) es el presidente de Ciutadans-Partit de la Ciutadania desde que se constituyera como tal el pasado 9 de julio. Licenciado en Derecho, ha dejado su puesto en La Caixa para dedicarse en cuerpo y alma a la política.Este joven idealista espera conseguir un escaño en el Parlament de Catalunya y promete hacer su primera intervención en catalán y castellano.

 

Pregunta.- ¿Estando en la recta final de la campaña, cómo valora su desarrollo?

 

Respuesta.- Muy positivo aunque con algún pero. La gente nos ve con entusiasmo y muchísima simpatía. Vivimos con una ilusión contenida esperando los resultados del 1-N, que traerán esa esperada representación parlamentaria.

 

P.- ¿Y el pero?

 

R.- En Cataluña no es fácil llevar a cabo una campaña si no eres nacionalista. Hemos tenido un par de sustos. En Sant Andreu, recibimos una amenaza de bomba y en algunos carteles electorales han dibujado dianas. Se está haciendo una política de confrontación: los buenos y los malos, los catalanes y los españoles. Nosotros lo decimos al revés: catalanes y españoles son lo mismo. Cataluña y España son complementarias.

 

P.- La semana pasada Ciutadans se concentró delante de TV3 para denunciar su falta de cobertura. ¿Por qué, si no tienen representación parlamentaria, merecen más atención que otros partidos?

 

R.- No reclamamos que durante la época electoral tengamos una cobertura igual a la de los partidos parlamentarios. Pero que nazca una fuerza política como la nuestra es noticia: somos una formación que ya venía de una corriente de opinión, que tiene 12.000 simpatizantes, más de 3.000 militantes y además está a punto de entrar en el Parlament. No somos, con todos los respetos, como otro grupo extraparlamentario. ¿Por qué no se nos da ni un minuto de audiencia y se invitan a plataformas e incluso a una formación ilegalizada como Batasuna?

 

P.- Han recibido críticas de otros partidos que les ubican desde la derecha hasta la izquierda. ¿En qué lugar está Ciutadans?

 

R.- Nos definimos como un partido de tradición socialdemócrata y liberal. Aspiramos a que España sea un Estado social combinado con la libertad de mercado. No somos un partido que se haya definido de centro, de izquierdas o de derechas.

 

P.- ¿Si Piqué apela al electorado de Ciutadans es porque teme una fuga de votos?

 

R.- Piqué apela a nuestro electorado porque sus encuestas internas le dicen que Ciutadans tendrá parlamentarios, así de claro. Además, sabe que nuestro discurso está calando en parte de sus votantes.Muchísima gente, tanto del PP como del PSC, se está acercando a Ciutadans. Eso crea nerviosismo y les sitúa en una situación complicada porque pueden perder votos. La deriva nacionalista de PP y PSC decepciona a muchos de sus votantes con unos pactos que implican una traición considerable. Una parte de su electorado necesita que alguien manifieste sin complejos y sin nacionalismos que existe la opción de ser catalán y español.

 

P.- ¿Al sustituir a Maragall por Montilla no se ha producido ningún cambio en el PSC? En el último congreso ya depuró a los más catalanistas de la dirección socialista.

 

R.- Aunque Montilla sea una cara diferente y un apellido diferente, que no pertenezca a esa burguesía catalanista del PSC, sus políticas son las mismas. Montilla intentó hacer una limpieza de cara, un lifting, pero lo que hay detrás, las políticas que ha hecho y que hará con ERC, irán por la misma vía. Montilla no es la solución, no da esperanza de cambio. El PSC tendrá que hacer los mismos equilibrios para llegar al poder y pactar con quien sea.

 

P.- ¿Buscan ese nicho de mercado socialista que vota masivamente en las generales y se abstiene en las autonómicas?

 

R.- Sí, es gente que se siente representada por las instituciones españolas pero no por el Parlament de Catalunya. El PSC no ha hecho nada en años para movilizarla. Montilla, precisamente, tampoco es un candidato que movilice a la gente, no mueve masas y no llama la atención de nadie para ir a votar.

 

P.- En más de una ocasión ha manifestado que votar a PSC o PP es tirar el voto a la basura. ¿Pero qué utilidad tiene votar a un partido recién creado?

 

R.- Cambiar el rumbo de Cataluña. Ciutadans sólo tiene sentido si llega al Parlament con las manos libres para hacer una verdadera oposición. Si en el Parlament hacemos una propuesta de ley para acabar con la inmersión lingüística en las escuelas y que los padres tengan la libertad de decidir en qué lengua quieren que estudien sus hijos, ¿qué posición tomarán el PSC y el PP? Tendrán que mover ficha. Esa es la función de Ciutadans. El PP o el PSC siempre estarán condicionados por los pactos que tengan con CiU o ERC, además de los acuerdos de Madrid.

 

P.- ¿Además del eje nacionalista, en el que tanto incide Ciutadans, qué otras propuestas tiene?

 

R.- Tenemos cien propuestas en nuestro programa. La mayoría hacen incidencia en políticas sociales y de igualdad de oportunidades.Eso es de lo que debería hablarse en el Parlament y no sólo de la identidad. En vivienda, proponemos construir más pisos de alquiler para jóvenes, para incentivar la natalidad subvencionaremos la compra de pañales, reduciremos el precio del transporte público, invertiremos más en infraestructuras, construiremos escuelas y guarderías...

 

P.- ¿Esas medidas no son demasiado ambiciosas e incluso inalcanzables?

 

R.- No. Con los tres millones de euros que se llevan las selecciones catalanas cada año tienes 7.500 ordenadores. Que la Generalitat construya vivienda para que los jóvenes se emancipen, para familias monoparentales o con bajos ingresos, no es ninguna utopía. Se trata de hacer cálculos: cada año se destinan 27 millones a asociaciones procatalanas, subvenciones para promocionar el pancatalanismo o un informe sobre L'Alguer. Todo ese gasto debe invertirse en políticas sociales. No es tan difícil, es sumar y restar: poner menos en un sitio y más en otro. Somos el partido más realista en cuanto a propuestas porque sabemos de dónde vamos a sacar el dinero.

 

P.- ¿Qué futuros escenarios poselectorales imagináis?

 

R.- Es difícil de prever. Las encuestas oscilan mucho. Todos los que puedan gobernar lo van a intentar. Nosotros no investiremos ni a Montilla en un tripartito ni a Mas. Nuestros militantes no nos perdonarían dar apoyo a un Gobierno en el que hubiese consellers de ERC. Ante este escenario seremos la nueva fuerza política: la campanada de la campaña.