LAS URGENTISIMAS TAREAS DE UPyD DE
CATALUÑA
Por Luis Bouza-Brey, Coordinador del
Comité Provincial de UPyD de Barcelona, 24-11-07
Faltan tres meses para las elecciones y UPyD
en Cataluña no acaba de arrancar, de manera que no hemos sido capaces, de
momento, de cumplir con la responsabilidad que tenemos encomendada, que es la
de formular una política para Cataluña en concordancia con el programa general
para toda España, así como crear la infraestructura básica del Partido.
En mi caso, hace una semana me han propuesto coordinar el comité
electoral de UPyD en la provincia de Barcelona y
desde entonces he buscado los apoyos necesarios para formar el núcleo central
del mismo, cosa ya conseguida, por lo que está previsto que esta semana próxima
se haga la primera reunión con los afiliados. Desde ese momento, se promoverá
la realización de actos de presentación ante la opinión pública y la formación
de los comités electorales locales, aprovechando el tiempo al máximo a fin de
que a primeros de enero exista ya una red de comités constituidos y hayamos
conseguido la mínima incidencia en la opinión pública como para demostrar que
existimos.
Pero existe una labor previa que hemos de realizar, antes de
poner en marcha el aparato organizativo y los actos de presentación, que es la
de definir una orientación política para el Partido en Cataluña. Y dado que
esto es urgente y el partido todavía está en pañales, quiero aportar algunas
ideas a tal fin.
LA ORIENTACION POLITICA DE UPyD EN
CATALUÑA: IDEAS PARA EL DEBATE
Por supuesto que lo que voy a proponer debe ser debatido y
aprobado de manera colegiada, pero creo que UPyD de
Cataluña debería orientar su acción política en el sentido siguiente:
Nuestra función esencial es defender el Estado y los valores
constitucionales en Cataluña, abandonados por casi todos los partidos durante
los últimos años, como consecuencia de un proceso de abducción ejercido por el
nacionalismo durante un largo período de tiempo, incluso previo a la
transición.
La consecuencia resultante del esfuerzo por recuperar el
autogobierno en Cataluña ha sido a una carrera sin fin de desmantelamiento del
Estado y desmembración de la Nación, en forma de defensa del soberanismo, el autodeterminismo
o la independencia. Y frente a ello, ninguno de los partidos que se
autodenominan no nacionalistas han sido capaces de poner freno a este proceso,
dirigido a la destrucción de la democracia española, de la unidad de España y
de la libertad e igualdad de los catalanes y el conjunto de los españoles.
Por tanto, nuestra función esencial es plantear una alternativa
en positivo al nacionalismo y a la izquierda oficial catalana, que con su
subordinación al mismo ha dejado abandonada la defensa de los intereses
generales y los de los ciudadanos que todavía creen en el orden constitucional.
El nacionalismo, embriagado, ha entrado en “delirium tremens” y la izquierda
oficial ha abandonado cínicamente sus principios y valores fundacionales, para
alcanzar el poder y mantenerse en él a cualquier precio, traicionando las
ilusiones e intereses de sus electores. Por eso Cataluña se descompone, porque
la élite política lleva largos años sumergida en el delirio identitario
sin atender a las necesidades del país y de sus ciudadanos.
Nuestra función debe consistir en denunciar la estafa y la
deslealtad promovida por un nacionalismo insaciable e insolvente, y en hacer
ver la traición de la izquierda oficial a sus principios y valores. Esta
traición abandona la defensa de los intereses de las clases populares en que
los servicios públicos funcionen, las infraestructuras sean gestionadas con
eficacia y se fomente y mantenga la solidaridad e integración con el resto de
España. La izquierda sustituye la defensa de estos intereses por el objetivo de
alimentar el delirio identitario a fin de llegar al
poder y mantenerse en él, cediendo ante el primordialismo
primitivo de diversos sectores del catalanismo.
UPyD debe impulsar la
recuperación del sentido de la realidad y de la coherencia intelectual y moral
propios de una democracia que funcione en Cataluña, sin abandonar el terreno al
populismo, el primordialismo, la demagogia y el
victimismo, que nos conducen a la destrucción. UPyD
debe denunciar con firmeza la degradación de la oligarquía política catalana y
plantear ante los ciudadanos los objetivos de una política económica y social
que fomente la igualdad, la libertad, y la responsabilidad ante los intereses
generales del conjunto del país.
Y debe dejar claro ante los ciudadanos que el nacionalismo no es
el amo de Cataluña, y que es demencial definir como buen catalán al que no se
sienta español y quiera romper con España, abandonando sus orígenes o el
sentido común. Eso es ser mal catalán, es decir, nacionalista. No es bueno para
Cataluña estar gobernada por "buscabarallas"
de oficio. Pero UPyD debe clarificar también que
la izquierda oficial no representa los intereses de las clases populares,
sino los de una pequeña burguesía de paniaguados oportunistas, prestos a
venderse al mejor postor para ocupar el poder.
Esta posición contundente es la que creo que debe difundirse en
la opinión pública, si queremos evitar las catástrofes que se van manifestando
a velocidad creciente: nos hundieron el Carmelo, nos hunden Cercanías, y nos
hundirán la Sagrada Familia, la democracia y la pertenencia a Europa. Y le
echarán la culpa a los de fuera, continuando con la demagogia,
irresponsabilidad y victimismo de siempre.
Por eso es función esencial de UPyD
echar el freno al proceso degenerativo de Cataluña y a la putrefacción de la
democracia española que cada día se hace más evidente.