VIRULENCIA
Breve artículo de Luis Bouza-Brey sobre las epidemias (4-3-05, 11:00)
Estoy medio resurgiendo de entre una
niebla de mucosidades, espasmos y distorsiones producidas por esos virus cada vez
más violentos que nos invaden cada invierno, así que llevo varios días con la
web parada ---aunque no las lecturas ni la cabeza--- y me he dejado recoleto en
el cerebro el análisis del punto álgido de la crisis en Cataluña. Por ello, me
interesaría hacer dos comentarios sobre los virus micro y macroscópicos.
El primero sobre los microscópicos, que
cada año son más resistentes y reincidentes: yo acabo de pasar la segunda
gripe, aunque aún me quedan residuos de los que me cuesta deshacerme. Y me
parece que es una situación general, a la que alguien debería hacer frente,
pues las epidemias de estos virus van siendo cada vez más peligrosas.
El segundo comentario habrá de referirse a
los virus catalanes, cuya entidad aún está por identificar, pero que parecen
haber barrenado primero las instituciones y después la garganta del Carmelo.
Así que conviene hacer frente a esa epidemia de una vez. Pasemos al quirófano:
No sabe uno muy bien cuál es el factor
determinante de la crisis del tres por ciento, si la incontinencia o el
cálculo. Conociendo a Maragall uno conjeturaría que es el primero, aunque
quizá no lo sea, pues esta crisis no puede detenerse sin desvelar ante la
opinión pública lo que pueda haber de verdad en las acusaciones de corrupción,
lo que implica paralizar el proceso de elaboración del Estatuto, iniciar
procesos de depuración de responsabilidades por corrupción, calumnia o
irresponsabilidad política, y convocar nuevas elecciones. Así que en Cataluña
se inicia una catarsis política que se va a prolongar durante el año en curso.
Pero hay que atender a dos prioridades, de las cuales la más urgente es cuidar
a los damnificados del Carmelo, y la segunda, más parsimoniosa, dirigir el
proceso hacia la depuración de la muy posible y probable corrupción y posteriormente
al saneamiento electoral del sistema político.
Así que nos vamos hacia unas
elecciones en el otoño o invierno, con hervido previo de los condimentos
esenciales de la "escudella" catalana. Y
este hervido va a producir efectos posiblemente traumáticos sobre el equilibrio
---interno y externo-- de las fuerzas políticas de Cataluña. ¿Cómo afectará a
CIU la situación? ¿Y a ERC y el PP? ¿Y a Maragall y el PSC? ¿Y al equilibrio
parlamentario en las Cortes? ¿Y al proceso de reforma del Estado autonómico? ¿Y
al gobierno de Rodríguez Zapatero y al PSOE?
Aún es pronto para apuntar hipótesis, pero
lo que parecería inadmisible es que se intentara frenar la crisis tapando ante
la opinión pública la posible y probable corrupción del sistema. Supongo que a
algunos actores les interesará que eso suceda, pero desde luego la opinión pública
no lo toleraría, por lo que aquellos que activen la depuración y no resulten
implicados se beneficiarán.
Una pregunta ingenua para acabar: ¿eso del
déficit fiscal no tendrá algo que ver con la corrupción, también? Por cierto,
¿es el 3 o el 20 por ciento?