URKULLU TIENE RAZÓN: PP Y PSOE DEBEN
PACTAR TAMBIÉN EN MADRID
Por su interés y relevancia
he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El gran pacto nacional
es la oportunidad histórica de estas elecciones salientes que dejan a Galeuzka
fuera de todos los gobiernos autonómicos
El PNV está nervioso. Pueden perder el poder después de tres décadas arrastrando en la debacle a centenares de cargos de confianza. Iñigo Urkullu, también nervioso, muestra su agresividad y el talante patrimonialista del nacionalismo. Pero entre ladrido y lamento, los nacionalistas también dice verdades como la del presidente peneuvista Urkullu al afirmar que "si el PSOE y el PP son capaces de ponerse de acuerdo para una investidura o para gobernar en Euskadi, que lo hagan también en España, en las Cortes".
Urkullu tiene razón. En primer lugar porque el Gobierno no puede pretender que los votos del PNV en Madrid sigan siendo el bastón de ZP. Pero sobre todo, y esto no lo pensará Urkullu, porque la primera obligación que sale de estas elecciones es la de aprovechar la oportunidad de fraguar un acuerdo nacional histórico, irrepetible, pero de consecuencias duraderas entre el PP y el PSOE.
¿De qué vale el acuerdo en el País Vasco si dentro de cuatro
años los nacionalistas vuelven al poder autonómico y arrasan con todo lo
reparado? ¿De qué vale el acuerdo si en uno, dos o tres años los nacionalistas
vuelven a condicionar la vida nacional con su presencia en las Cortes
chantajeando desde perspectivas localistas al Gobierno de la Nación?
Francamente, no vale de nada un acuerdo que se quede en mero espejismo y que no
tenga recorrido histórico.
El Gobierno ha perdido o va a perder los apoyos de PNV, BNG y CiU, los tres
integrantes del complot contra España llamado Galeuzka, los tres fuera de los
gobiernos regionales por primera vez en la historia de la España democrática.
Es la hora de que se formalice un acuerdo histórico en el País Vasco, y de que
el PP tome la iniciativa nacional de una manera clara, nítida y evidente,
formulando al Gobierno, y ofreciendo a toda la sociedad española, un gran
acuerdo español, que libre a ZP de presiones nacionalistas y que conduzca la
acción política española hacia las grandes reformas económicas,
constitucionales, judiciales, de fortalecimiento institucional, de cambio de
legislación electoral, tan necesarias y urgentes en la España presente.
Y por supuesto, -voy más allá que Urkullu-, el PP y el PSOE deberían ponerse de acuerdo en otras regiones, permitiendo que el PSOE gobierne las Islas Canarias, y el PP las Islas Baleares, Cantabria y Álava. Ese es el acuerdo que necesita España; el que saque a las fuerzas localistas, que no arriman el hombro en esta España renqueante, del poder que manejan a su antojo.
Sé que para algunos esta formulación es mero idealismo. Sea así, o no, creo que esa es la única idea, que llevada a la práctica, garantizaría la pervivencia de una España reconocible y respetada en el concierto de las naciones y la única que aseguraría la verdadera concordia nacional entre españoles.
Creo, con absoluta franqueza, que quien la proponga (con éxito o sin él) se llevará a los españoles de calle. España no puede perder esta ocasión histórica.