EL ICEBERG SOCIALISTA
Artículo de Santiago Abascal en “El Semanal Digital” del 26.12.05
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
26 de diciembre de 2005. ¡Cómo
han cambiado las tornas! Desde aquel asesinato en febrero que nos arrebató a
Fernando Buesa. Desde que su sucesor, hoy tercera autoridad del Estado, bramara
contra la gélida sensibilidad nacionalista ante aquella multitud de vascos que
lloraban el cadáver de Buesa. Desde que Nicolás Redondo se abrazara a Mayor
Oreja para constituir una alternativa seria al nacionalismo. Desde que su actual
sucesor fuera uno de sus fieles.
¿Qué habría dicho Javier Rojo hace unos pocos años si alguien hubiese aprobado
unos presupuestos en los que se daban ayudas para visitar a los terroristas que
mataron a Fernando Buesa? Hoy calla.
¿Qué habrían dicho López o Ares, fieles escuderos de Redondo, si -como
portavoces de la ejecutiva redondista- hubieran tenido que valorar unos
presupuestos con subvenciones para pagar los viajes a quienes visiten a los
asesinos etarras? Hoy apoyan unos presupuestos con la maldita partida y no
condicionan su apoyo –como podía ser si les movieran los principios- a la
retirada de esa partida indigna.
Pero no podemos echarnos las manos a la cabeza. Lo de que el PSE apruebe unos
presupuestos infumables al PNV –que le ha aceptado un puñado de míseras
enmiendas- es sólo la guinda de la punta del iceberg que nos muestra cómo han
cambiado las cosas.
El resto de la punta del iceberg –la parte visible- es bien conocida. No podemos
cerrar los ojos ante ese PSOE que, en coalición con el PNV y ERC, ha roto el
Pacto Antiterrorista, que ha suplicado desde el Congreso de lo Diputados un alto
el fuego al "ejército etarra", que ha disminuido las subvenciones a las víctimas
del terrorismo, que está dispuesto a entregar esa "gran Nación" a la que, en el
discurso navideño, se refería el Rey y en cuya defensa o representación han sido
asesinados cientos de españoles.
No podemos, en definitiva, ponernos una venda en los ojos ante un PSOE que
quiere entregar la Nación española -patraña de fundamentalistas para Zapatero-
como carroña, para que la devoren los buitres sin escrúpulos –las elites ávidas
de poder- que quieren gobernar a su antojo el País Vasco y Cataluña,
aprovechándose del terrorismo e instaurando la censura a los medios de
comunicación.
Lo de los presos y los presupuestos es grave -desde luego-, sin embargo es sólo
como la gota que desborda el vaso. Las preguntas que hoy merece la pena hacerse
son terrible y dramáticamente sencillas. ¿Qué parte del iceberg todavía está por
ver? ¿Son los principios y los valores, o la corrupción y el interés personal o
partidario, lo que hoy mueven a los dirigentes socialistas? Las verdades que
podemos intuir son para echarse a temblar.