ZAPATERO SE ACUERDA AHORA DE RAJOY
Editorial
de “ABC” del 04 de
mayo de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web
Mañana,
el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá a Mariano
Rajoy para hablar de la crisis económica y del rescate financiero de Grecia.
Como es obvio, no cabe poner objeción alguna a encuentros de este tipo, a los
que Rajoy siempre ha acudido puntualmente y para los que siempre se ha ofrecido
sin condiciones. En un sistema parlamentario, el diálogo Gobierno-oposición
debería ser un capítulo normalizado, sin imposturas ni falseamiento, dentro de
una política de Estado asumida por ambas partes. Ahora bien, los antecedentes
no permiten ser ingenuos cuando el anfitrión es Rodríguez Zapatero. El
historial de reuniones con Rajoy demuestra que el jefe del Ejecutivo convoca al
líder de la oposición siempre que la situación política le es adversa, buscando
con estas citas una excusa para transferir al PP la responsabilidad política de
la falta de acuerdos y, en definitiva, de los males de la nación. Casualmente,
en su última cita la crisis económica y el Tribunal Constitucional
constituyeron el orden del día y, como hoy se comprueba, nada se resolvió
entonces.
El nuevo
«abrazo» de Zapatero a Rajoy no va a ser un reflejo de la foto entre el jefe
del Gobierno de Portugal, José Sócrates, y el líder de la oposición
conservadora, Pedro Passos Coelho, unidos en defensa
de su país frente a la crisis. La diferencia estriba en que el Gobierno español
entrega todas sus opciones políticas a los pactos con los nacionalistas y otras
minorías, descartando la única opción realmente válida para un país en crisis
como España, que no es otra que el acuerdo de Estado entre PP y PSOE. La
estrategia de los socialistas hasta hoy ha sido utilizar estas reuniones para preconstituir dos mensajes: el de que Rodríguez Zapatero
hace todo lo que puede para tender puentes y luego, tras hacer imposible el
acuerdo con la oposición, el de que Rajoy es un desleal que sólo quiere que las
cosas vayan a peor. Nada sería más oportuno que una nueva etapa a partir de
mañana, pero el encuentro más parece un balón de oxígeno que un gesto de
responsabilidad institucional. Mejor que Zapatero se hubiera acordado de Rajoy
cuando lo despachaba con descalificaciones de antipatriota porque le advertía
de la crisis. Ha pasado año y medio desde la última reunión y la de mañana se
convoca después de que la EPA revele un escalofriante 20,05 por ciento de paro
y de que el Gobierno anunciara que va a poner 9.800 millones de euros del
rescate a Grecia, cuando hace poco más de una semana el Ejecutivo cifró la
aportación española en 3.675 millones de euros. Al menos, Rajoy ya está
advertido.