ENTREVISTA A CÉSAR ALONSO DE LOS RÍOS,
Por Julián Delgado en “El Semanal Digital” del 16.12.06
"Zapatero está convencido de que ETA es la expresión del pueblo vasco"
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El veterano periodista asegura con rotundidad que "el llamado proceso de paz es
la coronación del cambio de Estado" y la política del presidente, "fruto del
convencimiento de un oportunista"
16 de diciembre de 2006. César Alonso de los Ríos anunció hace mucho tiempo,
cuando Zapatero no era ni tan siquiera un proyecto de presidente, que el modelo
de Estado recogido en la Constitución corría graves riesgos, ya que se había
quedado completamente abierto para satisfacer a los nacionalistas. Acaba de
publicar Yo digo España (Editorial Libros Libres), un libro en el que se recoge
una serie de reflexiones de un hombre profundamente español, que conoce la
izquierda y sus interioridades como los dedillos de su mano, ya que estuvo
activamente dentro de ella mucho tiempo. Plantea que tiene ciertas dudas
respecto a la firmeza en esta materia de Mariano Rajoy, "pues una cosa son los
discursos y otra los hechos". Cree que se ha equivocado profundamente al dejarse
llevar por la ola de reformas estatutarias.
¿Nos encontramos ante una remodelación territorial de España o ante un asalto al
Estado español?
Habría que
hablar más bien de un cambio de modelo de Estado, que, por cierto, ya nos lo
anunció Zapatero. Él no nos ha engañado, advirtió que iba a llevar a cabo una
reforma de este tipo tal y como está haciendo. Más que un asalto al Estado, se
trata de controlarlo de una forma muy segura, de manera que no sólo resulte
difícil la vuelta del PP al Gobierno, sino que en caso de que lo consiga, le sea
prácticamente imposible suprimir o remodelar las reformas que han hecho
socialistas y nacionalistas. Por ejemplo, estoy convencido de que no se podrá
intervenir globalmente sobre el nuevo Estatuto de Cataluña.
¿La actual política de Zapatero en este asunto es oportunista o fruto de un
convencimiento?
Es el fruto
del convencimiento de un oportunista. Zapatero fue testigo de lo que le pasó a
Felipe González con CiU y el PNV, que le dejaron en la estacada en 1996
negándose a apoyar los presupuestos. Pues bien, en estos ocho años de oposición
han aprendido mucho y han tomado medidas para que no les vuelva a ocurrir lo
mismo. Primero, han hecho un pacto de hierro con los nacionalistas. De Felipe
González a Zapatero ha habido un cambio demoniaco: hacer una operación de amarre
incluso con ETA-Batasuna para dejar fuera a la derecha.
¿Estamos ante una Segunda Transición?
Ése es su
objetivo principal. La que se inicia tras la muerte de Franco con Suárez no les
vale porque piensan que fue resultado de un equilibrio de fuerzas en la que se
vieron obligados a ceder. Rechazaron la ruptura y apostaron por la reforma, pero
ahora que han pasado treinta años es momento de echar mano de la memoria
histórica y de revisar todo eso. Ahora, piensan ellos que se encuentran en
condiciones de superioridad para poner todo patas arriba.
¿La alianza entre socialistas y nacionalistas tiene fecha de caducidad?
Evidentemente, no tiene vocación de eternidad. Durará lo que a unos y a otros
les interese. El PSOE apuesta por tener siempre una mayoría que le permita
gobernar y, como ha decidido que España no le importa, le da igual pactar una
vez con los nacionalistas radicales, como ERC o una HB legalizada, o con los
moderados, como CiU o PNV. Está abierto a ceder ante las demandas nacionalistas,
y el carrete es largo, siempre y cuando le suponga estabilidad de poder.
¿De verdad que la izquierda en nuestro país tiene una propensión antiespañola?
Sin duda.
Es una idea que está muy interiorizada en el seno de la izquierda. Para entender
bien esta tendencia hay que haberlo vivido de cerca. Desde fuera, podría parecer
raro. En el fondo hay una especie de revancha contra la Historia de España. Por
otro lado, hay un sentido de culpa tremendo en los hijos de los vencedores de la
Guerra Civil, lo que les lleva a apuntarse al bando de los vencidos, que concibe
que la Historia de España ha sido la hegemonía de Castilla frente a un conjunto
de nacionalidades que han vivido oprimidas.
¿Hasta qué punto la UCD, en su momento, y el PP; después, han favorecido por
omisión al estado actual del régimen autonómico?
UCD y AP
piensan que ha habido durante el franquismo unos grupos que han sido doblemente
perseguidos, por opositores y por catalanes o vascos. De ahí que se les conceda
algo tremendo sin lo cual Zapatero no podría haber hecho nada de lo que está
haciendo, como un Estado inacabado, una categoría de nacionalidades a ciertas
regiones con la que se les invita indirectamente a que aspiren a mucho más, y
una ley electoral injusta que premia a los nacionalismos. Efectivamente existe
una responsabilidad de UCD y, probablemente en menor medida, de AP.
¿El llamado "proceso" hay que encuadrarlo en ese marco de las relaciones del
PSOE con los partidos nacionalistas?
El proceso
es la coronación del cambio de Estado. Se pasa de un régimen autonómico a uno
confederal y en el País Vasco para que eso se lleve a cabo, es necesario hacer
un "proceso de paz".
¿Cree a Zapatero capaz de satisfacer las demandas políticas de ETA?
Hoy por hoy
está demostrando que sí. Hasta ahora no podemos decir honradamente que él este
arrepentido de algo de lo que haya hecho con respecto a ETA, a pesar de todo lo
que ha llovido. No descarto nada con respecto a este hombre. Lo más grave de
todo es que él está convencido de que los "chicos" de ETA que protagonizaron el
"proceso de Burgos" tenían razón. Es decir que ETA era una fuerza liberadora que
la democracia no la ha entendido y que él, el príncipe de la paz, sí. Esta
seguro de que esta organización terrorista es la expresión profunda y verdadera
del pueblo vasco y que la solución pasa por su reconocimiento.
¿La unidad de España está dañada irreparablemente?
Desde
luego, está dañada para mucho tiempo. Hay mucha gente del PP, sobre todo
dirigentes de ciertas comunidades, que no le dan importancia a los conceptos y
las ideas. Hubo un momento en que la derecha española en la Transición pensó que
había que repetir la experiencia de la confederación de las derechas autónomas
porque en el fondo existe una cierta derecha que coincide con esa
despañolización de España. Hay un cierto PP que se da la mano con otro del PSOE
porque tienen la misma cultura. Hay unas concomitancias muy fuertes en el PP que
ahora están saliendo a flote. Por ejemplo Félix Pons y Jaime Matas son
políticamente iguales.
¿Se puede recuperar de alguna manera el terreno cedido por ZP a los
nacionalistas?
Realmente,
será muy difícil porque las derrotas históricas se pagan. Si Zapatero y los
nacionalistas no pudieran controlar la situación, podríamos llegar a momentos
difíciles. Descartar la violencia en España sería de cretinos, aunque es cierto
que el relativismo moral ayuda a evitarla por el momento. Para mí la batalla más
dura no es la lucha de clases, sino la guerra de territorios. Espero que no se
complique esto hasta el punto de llegar a un conflicto de ese tipo, que sería
irracional y primario. Yo lo temería. Hemos tenido guerra del idioma, del agua,
de los presupuestos... Probablemente, la situación de bienestar es una barrera
eficaz contra ella. Pero ¿quién nos garantiza que no surgiría en un momento de
crisis económica.
¿Confía en la dirección nacional del PP? ¿Está de acuerdo con la postura que ha
mantenido con respecto al Estatuto andaluz?
Desde el
punto de vista de los conceptos, sí. El problema está en cómo se resuelve eso. A
Rajoy, que es un hombre muy inteligente, le falta algo para pasar de esas
convicciones mentales a la práctica necesaria para llevarlas a cabo. En ese
salto, yo quiero confiar que está ahí porque si no... Me gustaría que Rajoy
fuera consecuente con sus ideas del mismo modo que sí lo son Jaime Mayor o Alejo
Vidal-Quadras. Tengo una cierta duda respecto al líder del PP porque está
rodeado de gente que piensa que respecto a este asunto hay que ser más
flexibles. Rajoy nunca tendría que haber entrado al trapo de la reforma de los
estatutos. Su modelo autonómico debería de ser el que había, pero rebajado. Le
faltó entereza para plantarse.
¿Pagará Zapatero en las urnas su política territorial? ¿Ve a Zapatero muchos
años en La Moncloa?
La puede
pagar, pero no lo suficiente para que deje de haber un gobierno
socialista-nacionalista.