LA ESPAÑA QUE MERECEMOS
Artículo de César Alonso de los Ríos en “ABC” del 30
de octubre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Corrupción
económica y desintegración territorial: Gürtel,
Pretoria, transfuguismo. Estatutos soberanistas de nacionalistas y PSOE, taifas
del PP. Rota pero en pie, desvergonzada en pie. El disimulo de lo anormal es
aún más patético.
Corría
1980 cuando Simón Sánchez Montero asistió a una reunión de la dirección del
PSUC donde fue conminado a hablar en catalán. Días de la «nova canço». Si el terrorismo etarra encontró el rechazo, el
nuevo modelo de Estado y el plurinacionalismo
contaron con la comprensión. Pujol era la respuesta pacífica y tranquila. Al
PSUC le sucedió el PSC. Era lo políticamente correcto.
Pero
las direcciones de los partidos nunca quisieron ver que en una sociedad ellos
no podían ser la excepción. Que la desestructuración de una sociedad conlleva
la de los partidos. No vio Mariano Rajoy que, además de inconstitucional, el
nuevo Estatuto catalán suponía la expulsión del Partido Popular del seno de la
sociedad catalana, que el de Andalucía era una caricatura de aquel y que el de la
Comunidad Valenciana era el consuelo de los tontos. La ruptura del territorio
se paga. La izquierda tenía, al menos, una tradición: Stalin, Araquistáin, Comorera... LA CEDA
fue la respuesta desesperada de la derecha.
Con
la aventura del autonomismo el reino de España se ha convertido en reino de
taifas. Además, campo de inmoralidad. Era lógico: Cuando se prescinde de la
idea de Nación ¿porqué habrían de mantenerse los principios de solidaridad?
Así,
era inevitable que la corrupción moral y la desintegración nacional vinieran de
la mano, como fue inevitable que la aceptación del autoritarismo por parte de
la sociedad española llevara al oportunismo desde el momento mismo en que se
redactó la Constitución.
En
realidad, tenemos la España que merecemos.