LOS POLVOS DE ZAPATERO
Artículo de Luis María Anson, de la Real Academia Española , en “El Imparcial” del 30 de mayo de 2008
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Los polvos que Zapatero derramó genuflexo
ante Eta en la legislatura pasada han engendrado estos lodos. La jugada huele a
Arzallus. Lo que pregunta Ibarreche
en su referéndum es lo mismo que el Gobierno zapateresco
ofreció a la banda terrorista. Este periódico, EL IMPARCIAL, lo resumía antes
que nadie en su titular de portada: “Ibarreche
redacta su consulta con textos de Zapatero”.
Menudo marrón. ¡Qué difícil va a resultarle al líder
socialista digerir lo que se le avecina! El presidente del Gobierno parece
dispuesto, ojo, digo parece, a negar a la representación democrática que
encarna Ibarreche lo que negoció bajo cuerda con una
banda terrorista especialmente sangrienta.
Propugnar el final dialogado de la violencia no
contradice el texto constitucional. Es una ingenuidad. Pero está dentro de la
Constitución. El derecho a decidir de los vascos en cuestiones de
territorialidad sí resulta plenamente anticonstitucional. España es una nación
de ciudadanos libres e iguales ante la ley y corresponde a todos los españoles,
desde la Constitución de Cádiz de 1812 a la vigente de 1978, la decisión sobre
las grandes cuestiones de Estado, entre ellas, claro es, y en primer lugar, la
unidad de España.
Las actas que conocemos de la negociación, de tú a tú,
entre el Gobierno de Zapatero y Eta son inequívocas. Las que no conocemos tal
vez resulten letales para el crédito del líder socialista. Si Moncloa persiste
en decir no a Ibarreche, el Gobierno vasco puede
publicar, encuadernado en piel de Zapatero, un tomo con las actas de las
ocurrencias y las frivolidades del ludópata político que comprometió gravemente
la dignidad de España, de hinojos ante un grupo de asesinos.