LA GRAN
TRANSFORMACIÓN
Artículo de Lluís Bassets en su blog
de "El País" del 24 de enero de 2012
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Este es el lema de Davos este
año. Estamos ante una gran transformación que obliga, según el presidente del
Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, a buscar nuevos modelos políticos,
económicos y sociales, es decir, nuevas formas de poder, una organización del
pluralismo, un crecimiento económico sostenible y sobre todo la creación de
empleo. Todo suena como un organillo, como el resultado previsible de una
ficha. Pero la frase que preside la reunión señala también en otra dirección:
‘La gran transformación’ es el título de una magna opera del pensamiento
económico, publicada en 1944, cuando todavía Europa estaba en guerra, y que
empieza con este párrafo de síntesis: “La civilización del siglo XIX se ha
hundido. Este libro trata sobre los orígenes políticos y económicos de este
acontecimiento, así como de la gran transformación que la ha provocado”.
La reunión de Davos que mañana
empieza es la cuarta en crisis. Cada uno de los foros anteriores giraba el torno a la idea del mundo después de la crisis. Las
palabras de Schwabb van en la misma previsible
dirección. Pero el lema no. Va mucho más lejos. Nos sugiere que esta crisis ya
no es tan solo un momento depresivo especialmente agudo y largo de un ciclo
económico, sino una crisis de civilización, como la que diagnosticaba el
austro-húngaro Karl Polanyi en su libro. Con su gran
transformación se cayeron el patrón oro, el equilibrio de las potencias, el
estado liberal y el mercado autoregulado, que habían
regido el mundo durante los anteriores cien años. ¿Qué se caerá ahora? ¿El
euro? ¿La hegemonía occidental y sobre todo estadounidense en el mundo? ¿La
democracia parlamentaria? ¿El capitalismo financiero?
Los orígenes del cataclismo de los años 30, según Polanyi, radican en el proyecto utópico imaginado por el
liberalismo económico: crear un sistema de mercado auto regulado, que dirige la
suerte de los seres humanos y del medio natural por encima de estados y de
gobiernos y convierte la tierra, el trabajo y la moneda en meras mercancías.
¿No nos dice nada esta tesis en el momento de la historia en que los mercados
financieros se imponen a la política y a la democracia y dictan de nuevo la
marcha del mundo occidental? ¿Habrá llegado hasta Davos,
centro neurálgico de las ideologías que sustentan el sistema de mercado, esta
negra visión trazada para los años 30?
Polanyi se sumerge en la investigación histórica y antropológica
para probar que el sistema de mercado es una construcción reciente, que no ha
existido en todas las épocas ni en todas las sociedades, muy al contrario de lo
que una cierta filosofía pretende inculcarnos. Claro que han existido siempre
operaciones regidas por las leyes de la oferta y de la demanda, pero tenían un
papel secundario en la vida económica. La gran transformación de los años 30
descrita en su libro, y que culmina con la Segunda Guerra Mundial, significa el
final de la época del mercado autoregulado y la
aparición de economías de Estado primero y luego mixtas, cuya evolución se
sostiene al menos durante cuatro décadas, hasta la llegada de Reagan y Thatcher al poder.
El primer Davos después de la
crisis, en 2009, ofrecía el Foro como el balneario antituberculoso donde debía
curarse en capitalismo. El segundo, en 2010, insistía en que había que
repensar, rediseñar y reconstruir, en eco a la refundación del capitalismo
imaginada por Sarkozy. El tercero, en 2011, ya anunciaba la necesidad de reglas
compartidas para la nueva realidad, es decir, dudaba de la propia ideología del
mercado. Esta cuarta edición, todavía en crisis, sin que sea vea la salida del
túnel, se enuncia con el título histórico y dramático de Polanyi,
que sugiere el final de la era en que el mercado financiero regía el destino
del mundo y el inicio de una nueva era gobernada. ¿Quieren decir realmente esto
los organizadores de Davos con el guiño intelectual a
uno de los más audaces pensadores y analistas del capitalismo? Lo veremos los
próximos días.
(Si el guiño es meramente una invitación a la lectura,
también vale. El libro de Karl Polanyi. La Gran
Transformación. Ediciones La Piqueta, 1989, es una lectura fascinante en estos
días de crisis financiera, llena de paralelismos deslumbrantes entre dos
momentos de la historia. Bastan unas pocas frases entre muchas para ver que lo
que servía en el caso del patrón oro sirve exactamente para la Europa que
intenta salvar al euro: “Los partidos socialistas se vieron obligados a
abandonar el poder para que se pudiera ‘salvar la moneda’ (…) Se redujeron los
servicios sociales y se intentó romper la resistencia de los sindicatos ante
los reajustes de salarios (…) Era la moneda la que estaba amenazada y con
idéntica regularidad la responsabilidad por ello se atribuía a los salarios
excesivos y a los presupuestos desequilibrados (…) La organización bancaria
está así en situación de obstaculizar cualquier medida en la esfera económica
si con razón o sin ella esta medida le desagrada. Desde el punto de vista
político, los gobiernos deben pedir la opinión de los banqueros sobre la moneda
y sobre el crédito, pues son los únicos que pueden saber si una medida
financiera pondrá o no en peligro los mercados financieros y de cambio”.)