YO ME ACUSO DE SER ESPAÑOL

Artículo de Biante de Priena en “Ciudadanos en la Red” del 12 de octubre de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

Vídeo suspiros de España

La imagen es copia mía del vídeo original (L. B.-B.)

Escucha el vídeo mientras lees el ártículo, si sientes algo más que indiferencia o repugancia, entonces eres español y quieres seguir siéndolo, si no sientes nada, disculpa por haberte hecho perder el tiempo.

En primer lugar, me acuso de ser español, de querer a mi patria, de sentirme orgulloso de nuestra historia, hecha entre todos, a lo largo de los siglos, con sus aciertos y sus errores, con sus instantes sublimes y sus momentos deleznables.

Me acuso, sí, de querer seguir siendo español, no catalán, andaluz, vasco, gallego o murciano. Sé que lo que nos une, es mucho más de lo que nos separa, cuando bajo al sur, o subo al norte, cuando me dirijo hacia el Levante o regreso al Poniente, y no me siento extraño, me siento uno más.

Me acuso, sí, de no ser ajeno a lo que ocurre en Zaragoza, Trujillo,San Baudilio de Llobregat, Lequeitio o Verín. Siento el nosotros, tanto dentro de mi país como fuera de él. Cuando los nacionalistas de aluvión quieren que renuncie a mi identidad para imponer la suya ellos, cuando un compatriota las pasa putas aquí porque se ha quedado en el paro o le van a quitar la casa, o en Afganistán o Kosovo, o en las cochimbambas, me siento español, muy español, y me duele más que cuando les ocurre a los ingleses, los franceses, los alemanes o los italianos. Y cuando veo a nuestros compatriotas de América regresar a su origen, entre nosotros, mucho más.

Y veo a los políticos, que quieren definirnos y siento lástima y asco, cuando los socialistas (PSOE y UPyD)quieren que dejemos de ser españoles para hacernos socialistas, cuando los nacionalistas muestran su egoísmo y falta de respeto por los demás, cuando los del PP, no saben ni lo que son, ni lo que somos, y quieren regresar al pasado. De tantas vueltas como le han dado a la perdiz para marearla y desposeernos, ya no sabemos que el único pasado, presente y futuro, es España, no hay otra realidad, nos engañan.

Soy español, definitivamente, cualquier otra alternativa es peor para mí, y mejor para otros, ser español es el antídoto contra el veneno de la insidia y la mentira política, contra las intoxicaciones interesadas, contra los repartos desiguales, contra la ausencia de libertad para vivir.

Los enemigos de la Nación española saben que nuestra identidad, y nuestro código de conducta que es la Constitución son la última fortaleza que deben derribar para imponer su mundo friki de proyectos sostenibles y relativismos a la carta.

Y voy a seguir siendo español hasta que me muera, a pesar de muchos y contra ellos, porque los españoles como el toro nos crecemos ante el castigo, y cuanto más nos desangran más embestimos. Los políticos nos están toreando a su gusto, con trapos de todos los colores, están humillando a los ciudadanos españoles en plena impunidad.

Por eso, amigos, yo me acuso de ser español, ante los nazionalistas que quieren acabar con nuestra cultura para implantar la suya, ante los racistas que distinguen autóctonos de foráneos, ante los opresores que utilizan el poder para obtener privilegios, ante los sinvergüenzas que inventan palabras para seguir defraudando a nuestro pueblo. Y espero, claro que espero, aunque agotadas la paciencia y la confianza, sigo esperando, hasta el día que este pueblo se levante contra los usurpadores que dicen que nos representan y solo miran por sus intereses egoístas.

Ser español es sentir y pensar que lo común es tan importante -y no más- como lo particular. Lo común no se defiende solo. Haz algo por lo común para seguir siendo particular. Eso es España, eso es ser español.

España somos todos, un pueblo unido bajo la bandera de la libertad , la diversidad, y la equidad, frente a una aristocracia que se reparte el poder en la política. Para todos los políticos que nos representan a los españoles, en estos tiempos de infortunio, mi más soberano DESPRECIO.