LAS VÍSCERAS

 

 Artículo de Jaime CAMPMANY  en  “ABC” del 02/04/05

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

HA dicho Rajoy que no hay que hacer oposición con las vísceras, y todos hemos interpretado -yo también- que lo decía por el vídeo de FAES, porque no había a la vista ninguna otra «oposición» y porque ya había sido demonizado por Pedro Jota. Pero enseguida leo que Rajoy conocía el vídeo antes de que fuese presentado, y su comentario había sido este: «Se queda corto después de lo de Huarte». Como Rajoy es gallego además de político, nos quedamos sin saber de quién son las vísceras descalificadas por uno de los tres presidentes del PP, que eso parece un triunvirato, César, Pompeyo y Craso.

Por otra parte, Rajoy tiene que haberse dado cuenta de que la Oposición no puede utilizar sus vísceras. A la Oposición la tiene Zapatero, Rubalcaba digo, como Zeus tenía a Prometeo. Además de tenerla encadenada a la roca del aislamiento, el Cuervo mitológico y socialista llega todas las mañanas y le come el hígado a la Oposición. La deja sin vísceras durante todo el día, y si exhala un ay y se queja, el Cuervo la acusa inmediatamente de sembrar la «crispación» entre la «ciudadanía» y de no haber digerido la derrota electoral. Prometeo había sido bienhechor de la humanidad, qué ocurrencia, esa ocurrencia no se perdona fácilmente, y además había robado el fuego del cielo para que los hombres se hicieran la comida, se calentaran el cuerpo y quemaran el edificio Windsor.

Por la noche, la Oposición va reponiendo sus vísceras, pero cuando quiere usarlas por la mañanita, llega el Cuervo y se las come. Al pobre Prometeo, después de cumplir con el mandato dorsiano de la «obra bien hecha», lo condenan a ver el regreso de las tropas de Iraq; cabrean a Bush, que se llevaba a Prometeo al rancho grande; se dan el pico con Fidel Castro; le cierran la Comisión parlamentaria de investigación del 11-M sin investigar nada; le cambian las leyes de la Enseñanza; lo cabrean con la persecución a la Iglesia y con la sublimación del laicismo; le venden armas a Hugo Chávez, y dicen que son armas de paz, como si vendieran pichones; le cuartean el mapa de España, que es lo peor; le excitan a la extrema derecha con el caballo de Franco y con el anuncio del vídeo de la «represión franquista», que a lo mejor resulta que fue Franco quien mató a Calvo-Sotelo, a José Antonio Primo de Rivera, el que echó al agua a los marinos en Cartagena, el que abonó los campos de Paracuellos y el que llenó la República de checas soviéticas; le echan encima a las crías del Cuervo: los maragales, los roviras, los rubalcabas, los pepiños, los llamazares, los polancos, las ministras de cuota, todo eso y todo lo demás.

Claro está que las vísceras son malas consejeras, aunque los socialistas las sacan todos los días y se mantienen en el machito. No sólo usan las vísceras, sino que imponen su voluntad utilizando los órganos mediopensionistas, las arracadas, o sea. Y encima, llega Zapatero y sonríe. Rajoy aconseja una oposición hecha con «finura». Los italianos son maestros en eso de la «finezza». Pero esto es Celtiberia Show, y aquí te deshaces en primores y llegan ellos y te sacan una pancarta llamándote «¡asesino!». Aquí, te andas con el bolo colgando, y te lo cortan.