LUZ VERDE AL `PLAN GUEVARA´: NACIONALISMO DE IMITACIÓN FRENTE A SOCIALISMO DE CONVICCIÓN
Artículo de Antonio Casado en “El Confidencial.com” del 21/12/2004
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
Mariano Rajoy, desde la
derecha, califica de “entreguista” la posición de los socialistas de Euskadi,
que acaban de presentar en sociedad el `plan Guevara´ como alternativa
constitucional y estatutaria al plan Ibarretxe. Y Nicolás Redondo Terreros,
desde la izquierda, afirma que ese plan alternativo no responde a una demanda
básica del socialismo vasco sino al empeño de sus dirigentes por ganar clientela
entre los votantes nacionalistas.
En otras palabras: Rajoy, desde fuera, y Redondo, desde dentro, coinciden en
señalar los riesgos que está asumiendo el PSOE con su política de mano tendida
al PNV para cuando este partido nacionalista esté a medio minuto del abismo
hacia el que camina con su famoso plan Ibarretxe. Ayer, dicho plan dio un pasito
más con la ayuda de Batasuna, superó el filtro de la comisión y el próximo día
30 se debatirá en el pleno del Parlamento vasco.
Encajaría en la lógica política que el diagnóstico de Rajoy estuviera dictado
por un cálculo electoralista, en función de los intereses del PP. Pero es
imposible asignarle esa intención a Redondo Terreros, cuya biografía soporta con
creces cualquier comparación, cualquier prueba, en términos de compromiso
personal con el socialismo democrático, obrero, vasco y español.
Por eso vale la pena reparar en sus declaraciones. Redondo ha tenido la
gallardía de dejar muy clara su posición un minuto después de saberse que el
comité nacional del Partido Socialista de Euskadi daba luz verde, para su debate
interno en la organización, al `plan Guevara´. Opina que los dirigentes del
PSE-EE han decidido ser nacionalistas de imitación por miedo a que su socialismo
de convicción no alcance para desalojar al PNV del poder. Con el `plan Guevara´
mediante (Redondo recuerda que, al fin y al cabo, Emilio Guevara no es
socialista, sino nacionalista), si no los desalojan, al menos quedan habilitados
para la convergencia PNV-PSE y el pacto de gobierno.
Si nos atenemos al escrutinio congresual, las posiciones de su ex secretario
general pueden estar en minoría dentro del PSE, pero no está tan claro que lo
estén dentro de la organización a escala nacional. “Por supuesto que el PSOE
está más cerca de Bono que de Guevara”, decía ayer Redondo por no hablar con
testigos mudos. Y el ministro de Defensa no es precisamente un mudito a la hora
de acreditar la españolidad como una de las señas de identidad histórica del
PSOE.
Se echa de menos que Rodríguez Zapatero consuma un turno en defensa de la
españolidad, cuando el socialista Maragall dice que su patria es Cataluña, la
presidenta del Tribunal Constitucional no hace ascos a una reformulación del
artículo 2 de la Constitución (una nación sola e indivisible) o el propio
presidente del Gobierno entiende que el concepto de nación es “discutido” y
“discutible”. Algunos no acabamos de saber si estaba levantando acta de una
discusión académica o si tenemos un presidente del Gobierno con una idea
provisional sobre el concepto de nación española. Alarmante.