LA GENERALITAT HACE OÍDOS SORDOS AL TC Y REIVINDICA SU 'DERECHO A DECIDIR'
ANTE
EL RECURSO QUE PARALIZA LA LEY DE CONSULTAS POPULARES
Informe
de A. Fernández (Barcelona) en “El Confidencial” del 18 de
febrero de 2011
Por su
interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en
este sitio web.
El conseller de Interior, Felip Puig
(EFE).
La estrategia del Gobierno catalán de plantear, tras
las elecciones generales del 2012, la discusión del derecho del pueblo de
Cataluña a decidir no variará a pesar del recurso del Estado contra la Ley de
Consultas que había aprobado hace casi un año el Parlamento autonómico. El
consejero de Interior, Felip Puig, lo dejó
meridianamente claro ayer en declaraciones a la radio pública catalana: “Si
este país, democráticamente, está de acuerdo hacia dónde queremos ir, no habrá
Tribunal Constitucional ni Constitución que nos pare”. Puig fue extremadamente
duro. “Hay una interpretación muy restrictiva de nuestras ambiciones y de
nuestra voluntad de radicalidad democrática. Pues bien, ustedes pueden tener
razón, señores del Constitucional. He de respetar y acatar la justicia, pero
también digo otra cosa: el día que este país se quiera poner en marcha, el
Constitucional no nos parará”.
La ley, aprobada sólo con los votos de los integrantes
del Tripartito, permitía a la Generalitat convocar “consultas populares”,
aunque con el permiso del Gobierno central, pero éste entiende que una cosa son
las “consultas populares” y otra los referendos; y éstos sólo pueden ser
regulados y convocados por el Estado. La decisión del Constitucional, además,
paraliza la aplicación de la ley hasta que se resuelva el recurso.
La vicepresidenta del Gobierno catalán, la
democristiana Joana Ortega, lamentó también la
actitud “restrictiva y de corto alcance del Gobierno español” por haber interpuesto
el recurso y aseguró que la Generalitat “defenderá las leyes aprobadas en el
Parlamento autonómico y sus competencias”. Y en este ámbito se encuentra la ley
de consultas aprobada, que permitiría a Cataluña regular referéndums, incluido
el de la independencia.
Fuentes nacionalistas confirmaron a El Confidencial
que la hoja de ruta de Artur Mas
no variará a pesar de las decisiones que tome el Constitucional. Y esa hoja de
ruta guarda dos temas estrella para el año que viene: el primero es plantear al
nuevo Gobierno que salga de las urnas en las legislativas del 2012 un “pacto
fiscal”, de características similares al concierto económico del País Vasco y
Navarra. Uno de los puntos principales de ese pacto es establecer un tope
máximo de solidaridad con el resto de las comunidades: el 4% del PIB catalán,
como ocurre en Alemania con los länder. Otro de los
puntos es gestionar la recaudación de todos los impuestos de la comunidad para
luego dar lo que corresponda al Estado.
El otro tema es comenzar un diálogo para “alcanzar
cotas de mayor autogobierno” y que se enmarca dentro de la reivindicación del
“derecho a decidir”. Las fuentes consultadas señalan que “Cataluña necesita una
mejora autonómica y esos dos temas están relacionados”. El Gobierno catalán, lo
mismo que los dos partidos que lo sustentan, Convergència
Democràtica y Unió Democràtica,
son conscientes de que ahora “no toca” abordar ambas cuestiones, ya que la
prioridad es salir de la crisis.
Silencio
de los socialistas
Ante el alud de críticas desatadas por la iniciativa
gubernamental, los socialistas han decidido guardar un discreto silencio sobre
el tema. Algunos de sus rivales, sin embargo, ponen el énfasis de que fue
precisamente el PSC el que hizo que se aprobara la ley de consultas en el Parlamento
catalán que ahora ha sido recurrida por un Gobierno que controla su partido hermano,
el PSOE. Para no añadir más leña al fuego y evitar el desgaste, el PSC no hace
oficialmente declaraciones.
Sin embargo, los otros partidos muestran públicamente
su posición. Joan Ridao, secretario general de
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), señaló al respecto que “se veía venir.
Pero es incomprensible que una ley aprobada por el Parlamento, que consagra el
principio democrático que es el derecho de todo ciudadano a decidir sobre
cuestiones de su día a día, que afectan a su cotidianidad, que es respetuosa
con la capacidad que tiene el Estado para autorizar este tipo de consultas,
finalmente no pueda prosperar”. Los republicanos insisten en que “los marcos legales
no son inmutables”.
Enric
Millo, portavoz del PP, se declaró satisfecho “de que se cumpla la legalidad
vigente. Con esta decisión, se pone de manifiesto la coincidencia de los
argumentos empleados por el Tribunal con los argumentos que defendió el PP en
el debate de la ley en el Parlamento”. Para Millo, “cualquier ley que se
apruebe en el Parlamento ha de estar dentro de la legalidad, es decir, dentro
del marco constitucional”. Y pidió al Gobierno de Mas que respete la decisión
del TC.
En parecidos términos se manifestó Albert Rivera,
presidente de Ciudadanos. “Los tribunales están enmendando todo el camino que
han recorrido los nacionalistas fuera de la Constitución. En Cataluña
necesitamos que se deshaga todo ese camino al margen de la Constitución que el
Tripartito y CiU recorrieron de manera irresponsable durante la legislatura
pasada con el silencio cómplice, hasta ahora, del Gobierno de Zapatero”.