GONZÁLEZ O EL ARTE DE LA EVASIVA
Artículo de Lorenzo Contreras en “La Estrella Digital” del 07.08.07
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que
sigue para incluirlo en este sitio web.
Con un breve comentario al final:
LA CABEZA Y EL ESTADO
Luis Bouza-Brey, 7-8-07, 8:00
Examinando las declaraciones, tan extensas como evasivas, que
Felipe González ha concedido a “El País”, llega uno a la conclusión de que
avanzar por las tortuosas rutas de la realidad española sin espejo retrovisor
es dialécticamente una barbaridad, como en las carreteras convencionales.
Cuando el ex presidente dice que ETA está derrotada y que es una
irresponsabilidad sostener lo contrario ahora que no hay muertos (aunque los
haya habido recientemente) practica un adelantamiento indebido. ¿De dónde saca
este hombre que una organización terrorista capaz de haber recuperado
posiciones institucionales y ventajas financieras y logísticas, tomándole el
pelo a Zapatero, y dándole un portazo en las narices, está derrotada?
Un veterano tan experimentado como González contribuye a
desorientar a la opinión crédula, que la hay, presentando a Zapatero como un
gobernante que, frente a ETA, no ha bajado la guardia de la vigilancia, y todo
porque los del “portazo” dicen provisionalmente adiós a la tregua tramposa para
preparar nuevos asaltos a sus objetivos de siempre.
Claro que ahora se están produciendo bastantes detenciones de
etarras, con la ayuda de la Francia de Sarkozy, pero son detenciones tardías
que la banda ha sabido aprovechar para ganar terreno. Y si Calvo–Sotelo considera un “milagro” que esas detenciones
abundantes se produzcan, no expresa nada ofensivo, sino que manifiesta su
legítimo asombro, como el de tantos españoles nada de derechas ni militantes
del PP, cuando simplemente recuerdan las órdenes de la Fiscalía del Estado y
las instrucciones del propio Gobierno para que hubiera mucha “prudencia” en la
represión policial y judicial. De esta manera la toga del señor Conde-Pumpido se mancha honorablemente con el fango del camino.
Ahora ETA, conseguido algo tan esencial como haber vuelto a las instituciones
vascas y navarras, entra en una etapa de victimismo compatible con una
intensificación de las extorsiones de siempre, al tiempo que somete a la
población, sobre todo la de su preferente área de influencia, al torturante
sentimiento de no vivir en libertad, sino bajo permanente amenaza.
A propósito de las duras polémicas políticas actuales, González
manifiesta que “la mayor parte de los ruidos son vacíos”. Se supone que entre
las ruidosas vaciedades incluirá las que “practica” el señor Zapatero.
El ex presidente reconoce que hay cosas que no le gustan de “las
políticas” del Gobierno, pero que no las comenta por no beneficiar a una
oposición nada responsable para aprovechar en beneficio de la sociedad los
frutos de la sabiduría prestada por quien nunca o casi nunca se equivocó
durante catorce años de mandato. La verdad es que en la entrevista de “El País”
no le preguntan por sus supuestos errores y tampoco él se avergüenza de
aquellos grandes escándalos de imperecedera memoria. Y ahora añade que Zapatero
se ha relacionado con el terrorismo muchísimo mejor que Aznar. Gran verdad. La
relación ha sido modélica por parte del genio de la Moncloa.
Menos mal que González atribuye a ZP un exceso de optimismo “en
el sentido de haber creído en lo que no se podía creer”, concretamente que la
banda había aceptado separar las exigencias políticas (¿de la negociación?) del
desarme definitivo. Y cuando le preguntan al ex presidente que en el propio
PSOE hay gente preocupada con la política territorial de Zapatero, su evasiva
es genial: “España es algo mucho más sólido y más serio”. Porque además ETA
debe perder toda esperanza, ya que “lo que hay que hacer es lo que ahora está haciendo
el Gobierno”.
¿Y qué decir del Estatuto de Cataluña? Pues que González no
imagina a Maragall planteándole un Estatut como ese.
Pues sigue adelante a pesar de todo.
González, de todos modos, ha debido contagiarse del optimismo zapateril, ya que descarta cualquier posibilidad de una
nueva negociación con ETA, basándose él, González, en el claro cerebro político
de Josu Jon Imaz, que sería entonces el encargado de
frenar esa nueva aventura. Por cierto que González no negó el concepto de
negociación, pero no le preguntan por los precios que se han pagado. Como
tampoco le preguntaron por el atentado de Barajas.
¿No produce cierta estupefacción que se haya pasado en la
entrevista por encima de los temas conocidos como “caso De Juana Chaos”, “caso
Otegi” y situación de Navarra? Tan por encima que no se rozaron. La “derrotada”
ETA, mientras tanto, conserva en Francia “un arsenal” en manos de Txeroki, y el ministerio del Interior, se supone que el
francés, cree que un centenar de terroristas están operativos en Francia. Pero
la teoría oficialista española es que los etarras están desconcertados y
reacios a entrar en nuestro país. A lo mejor el olfato de González, viejo
sabueso, no ha perdido finura.
Breve comentario final:
LA CABEZA Y EL ESTADO
Luis Bouza-Brey, 7-8-07, 8:00
¿Se acuerdan? Felipe había
dicho en su momento, criticando a Suárez, que a Fraga le cabía el Estado en la
cabeza, a diferencia de a aquél, que sólo se movía por ambición de poder.
Bueno, pues ahora no se
podría decir que a Felipe le cabe el Estado en la cabeza, sino que sólo parece
caberle el Partido: si después de todo lo que ha sucedido en este trienio
necio, la gente del PSOE ---líderes, exlíderes y militantes--- siguen sin
rechistar ante el arte del flautista de la Moncloa para crear graves problemas
a España, y pretenden poner por delante del interés público el de que ZP
repita desastres por cuatro años más, los que conservemos todavía algo de
sentido de Estado en la cabeza, tenemos la obligación moral de denunciar con
energía esta epidemia de sectarismo que ha invadido el PSOE.
Es una pena que un partido
que parecía haber superado sus patologías históricas esté demostrando la
cronicidad de las mismas. Y es triste que Felipe González, que parecía haber
sido el artífice de la terapia realizada sobre el PSOE, recidive
al final de su vida en dichas patologías y reduzca su capacidad craneal al
tamaño de la de cualquier políticastro.
Carlos Martínez Gorriarán realizó días atrás un
"escaneo" del estado clínico de la izquierda, y creo que ha detectado
en gran medida las raíces del síndrome que la esteriliza para percibir el
sentido de la "res pública".
¡Pobre España! No nos
merecemos este agonismo eterno. ¿O sí?