PARA
QUE UPYD JAMÁS COLAPSE
Artículo de Lazaro Covadlo en “El Mundo” del 08 de mayo de 2008
Por su interés y relevancia he seleccionado el
artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El autor reflexiona en el artículo acerca de
la crisis de Ciutadans y tras recordar la importante labor que ha desarrollado
este partido en la lucha contra los nacionalismos periféricos, alerta al
partido de Rosa Díez para que no siga el mismo camino.
En la especie humana se da un curioso fenómeno, el que se produce en
casi todos los clanes y tribus políticas donde con harta frecuencia es mayor la
inquina habida entre los de la familia que la que apunta a los miembros del
bando contrario. Es conocida la anécdota referida a Winston Churchill y un
joven y novato parlamentario conservador que se sentaba a su lado en la
bancada. Se cuenta que en el momento que hacían su entrada los parlamentarios
laboristas el joven comentó «Ahí vienen nuestros enemigos», a lo que Churchill
respondió «No se confunda, joven, los de enfrente son sus adversarios; sus
enemigos son los que se sientan a su lado». Ahora que lo pienso, me digo que la
valiente Rosa Díez no tiene a sus lados en el parlamento a nadie de su partido,
lo cual me lleva a evocar lo dicho por Ibsen en su Enemigo del pueblo: «El
hombre más fuerte del mundo es el que está solo», sin importar que en este caso
se trate de una mujer, y que en rigor tampoco pueda decirse que esté sola.
Sin embargo, en Cataluña hay cierto malestar entre algunos afiliados de
Unión Progreso y Democracia. Existen militantes disconformes con Angel
Hernández, el coordinador local, al que atribuyen en parte los magros
resultados electorales habidos en las cuatro provincias. No faltan los que
apuntan más arriba para señalar al catedrático Carlos Martínez Gorriarán,
miembro fundador de ¡Basta ya! y posteriormente de Plataforma Pro, de la cual
nació UPyD. Martínez Gorriarán actualmente es uno de los principales dirigentes
del Partido. A Hernández lo culpan de desidia y de poner obstáculos al
dinamismo de afiliados entusiastas; a Martínez Gorriarán le adjudican actitudes
autoritarias que se contradicen con la vocación democrática del Partido. Por
supuesto, nadie objeta a Rosa Díez.
Sucede que las crisis y los conflictos de intereses personales
susceptibles de lastrar la unidad y la eficacia de una formación política no
sólo hacen mella en partidos con mucha solera, también pueden sufrirlas los más
nuevos y pujantes, sobre todo cuando se producen discordancias entre la
dirigencia y un sector significativo de las bases; más todavía si éstas
advierten que las prácticas de la cúpula no concuerdan con los modos que conforman
el ideario
En un artículo reciente, en estas mismas páginas, Leonor Mayor resume el
rosario de conflictos internos que se suceden en los diferentes partidos de
Cataluña. De paso destaca el que agita al agónico Ciutadans, que llevó a dos de
sus destacados integrantes a proponer un congreso extraordinario con la clara
intención de remover al presidente de la formación.
Sin necesidad de utilizar sismógrafos especializados, las crisis y hasta
el posible declive de cualquier organización política pueden ser detectadas en
el momento que desde la dirección se implementan medidas o actitudes que entran
en contradicción con las ideas que justificaron y dieron fundamento a la
creación del partido.
El autor de estas líneas no pretende presumir de clarividente, pero no
se privará de recordar las advertencias que expresó cuando veía venir la crisis
en Ciutadans y las posteriores opiniones que en su día lo hicieron receptor de
reproches por parte de dolidos afiliados. El 14 de junio de 2007 este escriba
publicó un artículo en estas páginas con el título «Ciutadans: hora de lavar la
ropa sucia», dos semanas más tarde, le siguió «Ciutadans: la hora de
renovarse». En noviembre del mismo año, el artículo publicado tuvo por título
«El colapso de Ciutadans», y en el pasado febrero el último de la serie: «Más
sobre el colapso de Ciutadans», los que suscitaron amargas recriminaciones de
parte de quienes no tomaban en cuenta que el autor de ningún modo expresaba un
deseo sino la constatación de un hecho cierto, aunque lamentable.
Volviendo a lo que ocurre actualmente con UPyD en Cataluña, no puede
obviarse que hay elementos ocupados en echar más leña al fuego, uno de ellos
puede que sea Julián de Fabián, que en el Congreso Fundacional de Ciutadans en
el que fue elegido Albert Rivera también se postuló para presidente de la
formación. De de Fabián se sospecha que es el responsable del boletín difundido
por correo electrónico bajo el epígrafe «Cibercabras», donde con excepción de
Rosa Díez se machaca a medio mundo, especialmente a Martínez Gorriarán. Las
razones del autor o los autores del citado boletín hacen hincapié en el
carácter supuestamente poco democrático de la cúpula del partido. Aducen que un
proyecto surgido del desencanto con los políticos debe estar más abierto a las
ideas y de ningún modo puede parecerse al de partidos «rancios y
convencionales» como el PSOE o el PP. Con la misma lógica se argumenta que un
proyecto de regeneración democrática está obligado a demostrar que lo es, ya
que jamás podrán brotar peras de los olmos y la transversalidad (principio
ideológico de UPyD) se prueba en los hechos. El argumento principal es que un
partido nuevo y diferente ha de facilitar a sus miembros presencia pública e
interpretación propia del discurso para generar un estallido de ideas, pues
según ellos la organización tiene que estar al servicio de los ciudadanos y
nunca a la inversa, ya que la democracia no brota de la autoridad sino que la
autoridad debería surgir de la democracia.
Así las cosas, el principal reclamo es la pronta realización de un
congreso que se anticipe a las próximas elecciones autonómicas.La idea es que
puedan elegirse democráticamente los cargos hasta hoy designados a dedo. Sin
embargo, otros afiliados, entre los que se encuentra Martínez Gorriarán, sostienen
que realizar un congreso en el momento actual demostraría una seria
irresponsabilidad que entorpecería la buena marcha del Partido. No faltan los
que señalan como ejemplo los congresos de Ciutadans, que pusieron a la cabeza
de la organización un presidente inexperto, surgido del azar, y para nada
practicante de la democracia interna. Por otra parte, María Teresa Giménez
Barbat, que fuera integrante del grupo impulsor de Ciutadans y actualmente es
la portavoz de UPyD en Cataluña, alega que no existen tales vicios
antidemocráticos, ya que en UPyD desde el primer momento se plantearon las
cosas con esas características, de manera que las cartas siempre estuvieron
sobre la mesa y todo el mundo sabía a qué atenerse. No obstante, informa que el
congreso se convocará para octubre del 2009.
Al recordar los buenos tiempos de Ciutadans, de tan breve trayectoria,
quienes lo acogimos con entusiasmo no podemos negar que fue el embrión de las
nuevas corrientes opuestas a los nacionalismos periféricos e identitarios y al
servicio de los siempre renovados ideales de libertad e igualdad, y aunque
terminara colapsando ha servido como abono para que fructificara un partido
como UPyD. Afortunadamente, es difícil que UPyD, liderado
por Rosa Díez, corra la misma triste suerte de Ciutadans. Ojalá no nos
equivoquemos, pero es urgente resolver los conflictos internos para que ni por
asomo vuelva a pasar más de lo mismo.