ENTREVISTA A  ROSA DIEZ

 

Por  Esther Esteban en “El Mundo” del 07.05.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado la entrevista que sigue para incluirla en este sitio web.

 

Con una muy breve apostilla a pie de título: !ANIMO, ROSA 10!

¡Y gracias, por ser socialista y por ser coherente! Lo triste es que no parece que queden muchos más como tú, Gotzone, Redondo o Pagazaurtundúa. El PSOE hoy produce tristeza y vergüenza. Y ya ni te cuento lo que dicen del PSC por aquí muchas personas normales (L. B.-B., 7-5-06, 23:00).

 

«Lo que Zapatero dijo de mi foto con Pilar Elías no lo puedo entender, y si lo entiendo es peor»

 

Durante la entrevista, celebrada en Bilbao, no cesa de acercarse gente a la europarlamentaria socialista para decirle que siga siendo valiente y no se rinda. Está en el ojo del huracán y sabe que sus principales adversarios no están ahora fuera, sino dentro del partido del puño y de la rosa en el que comenzó a militar a los 25 años, siguiendo la tradición de su padre

 

Pregunta.- Usted ha dicho que con este alto el fuego ETA no se da por vencida. ¿Por qué?

 

Respuesta.- Porque ETA ha hecho una pomposa declaración de alto el fuego permanente, no definitivo, y eso significa que ni ha dejado de ser terrorista, ni se ha convertido a la democracia, ni ha desaparecido, y no lo hará mientras no le quitemos la esperanza.

 

P.- Vamos, que no hay diferencias entre esta tregua y la del 98.

 

R.- Sí hay diferencias. Hoy ETA está mucho más débil que en el 98. Está más perseguida, más debilitada en sus enclaves fuera de España, y socialmente, después del 11-M, tiene muchas más dificultades sociales para justificar el crimen. ETA hoy es más débil gracias al Pacto Antiterrorista y a la Ley de Partidos, que supuso el fin de la impunidad de los terroristas, y ése es el camino. A una organización totalitaria sólo se le puede derrotar, porque son fascistas que ahora utilizan una táctica diferente, y la táctica es la declaración de alto el fuego.

 

P.- En resumen, que no tiene demasiadas esperanzas de estar ante el principio del fin del terrorismo.

 

R.- Yo estoy con la inmensa mayoría. Tengo esperanza basada en nuestra fortaleza. Y tengo cautela y escepticismo basado en el conocimiento de que enfrente tenemos una organización con las manos manchadas de sangre caliente y ningún prejuicio.

 

P.- ¿Cómo valora la posición de su partido en este asunto?

 

R.- Lo que ha hecho el presidente del Gobierno una vez conocida la declaración de ETA es lo que hay que hacer: reunirse inmediatamente con el líder de la oposición y poner sobre la mesa la necesidad de revitalizar el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Si no hay acuerdo de fondo entre el PSOE y el PP no derrotaremos a ETA.

 

P.- Pues hay muchos que creen que el Pacto se va a convocar para levantar su acta de defunción

 

R.- Liquidar el Pacto Antiterrorista sería un error histórico.En España sólo pueden gobernar el PSOE o el PP, con una mayoría u otra, y es muy importante que los terroristas sepan que la política que se va a hacer es ésa que se ha pactado, gobierne quien gobierne.

 

P.- ¿Qué pensó cuando el presidente del Gobierno dijo que su foto junto a Pilar Elías es el pasado y la de Zabaleta y Goirizelaia el futuro?

 

R.- Pues se me hizo un nudo en el estómago que no me lo pude quitar en todo el día, porque no lo puedo entender y si lo entiendo es peor.

 

P.- ¿Peor por qué?

 

R.- Porque defender los principios, los valores fundamentales, que es lo que hemos hecho en este país los constitucionalistas al margen del partido en que hemos militado, no es una cuestión de tiempo, no es ni pasado ni futuro. Sin principios no hay futuro, o el futuro es un futuro que no merece la pena. Yo no puedo comprender que una fotografía en la que estamos Pilar Elías y yo alguien considere que es el pasado.

 

P.- ¿Caben Gemma Zabaleta y usted en el mismo partido?

 

R.- A mí Gemma no me estorba; yo no comparto sus posiciones, pero no la empujaría para que se marchara. Lo que me preocupa es que desde la dirección piensen que quien no quepo soy yo, que quienes no tenemos ese alma dispuesta a olvidar y convertir en homologables a las víctimas y los verdugos somos los que sobramos. A mí se me ha invitado a irme, y eso me parece un insulto no hacia mi persona, sino hacia el PSOE.

 

P.- ¿Quién le ha invitado a irse?

 

R.- El secretario general del partido en Euskadi.

 

P.- ¿En público Patxi López le ha pedido que se vaya?

 

R.- Sí.

 

P.- ¿Y en privado?

 

R.- No, jamás.

 

P.- ¿Por qué? ¿Por cobardía?

 

R.- No sé, que lo diga él.

 

P.- Tal vez sustituirla en la Comisión de Libertades del Europarlamento sea una forma de invitarle a que se vaya, porque resulta molesta.

 

R.- Creo que hay que distinguir entre la dirección y el partido. Es evidente que hay gente en la dirección de mi partido que no me quiere y les molesto. Y luego están el partido y los votantes, y son muchos los que piensan igual que yo en materia de lucha contra el terrorismo: que no haya impunidad, que haya pacto entre PP y PSOE, que no se modifique la Ley de Partidos, que no haya un acuerdo con los criminales. ¿Eso es estar en contra del PSOE? ¿En qué? Que me lo expliquen.

 

P.- Vamos, que no la van a echar fácilmente

 

R.- A mí ningún cobarde me ha echado de Euskadi, ni ahora me van a echar del PSOE. Tendría gracia que no me hayan echado ni los terroristas ni los del nacionalismo obligatorio, que no me haya echado de Euskadi ningún asesino, y ahora pretendan echarme de mi partido. Desde luego, no me echará nadie que crea que el partido es suyo y que ganar un congreso le da derecho de propiedad sobre el mismo. Esos no me van a echar.

 

P.- ¿Se refiere a Patxi López?

 

R.- Me refiero a cualquiera que crea que el partido es suyo, que tiene la capacidad de determinar quién es y quién no es socialista. De la misma manera que no he consentido que nadie me diga que soy buena o mala vasca por no ser nacionalista, no voy a consentir que nadie determine si soy buena o mala socialista.

 

P.- Pues de usted dicen que se ha alineado con las tesis del PP, incluso hablan de traición...

 

R.- Si defender el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo es alinearse con el PP, a Zapatero le van a dar el carné del PP, porque el Pacto es suyo. Decir, cuando yo defiendo que no me parece bien que se homologuen las víctimas con los verdugos, que mejor que me vaya al PP, lo que demuestra es que quien lo dice es un débil mental.

 

P.- Pero hablar de traición es muy grave.

 

R.- Yo no soy traidora ni a la idea ni al compromiso socialista. Me presenté a unas elecciones porque mi partido me pidió que fuera para defender lo mismo que defiendo ahora. No he engañado a nadie, ni a los de dentro ni a los de fuera. Los que han cambiado son otros.

 

P.- ¿Y es cierto que piensa crear una corriente dentro de su partido?

 

R.- No está dentro de mis prioridades a corto plazo, aunque no descarto integrarme en alguna en el futuro. Ahora está todo muy revuelto políticamente y hay mucho trabajo cívico que hacer.

 

P.- ¿Cuántas veces ha hablado con Zapatero en este proceso?

 

R.- ¿Desde que ganó las elecciones? Poquitas, menos de media docena.

 

P.- Pero usted tenía mucha complicidad con él

 

R.- Por supuesto. Yo, cuando en el pasado he hablado con el presidente de estas cosas, hemos estado muy de acuerdo. Nunca le he tenido que convencer de nada. Por eso no me puedo creer que a mí se me pueda considerar fuera del PSOE por defender las cosas que yo le he visto defender a él. Yo he defendido la política de Zapatero, la misma política que defiendo hoy, frente a dirigentes de mi partido que nunca lo vieron bien. Por eso ahora algo no me cuadra.

 

P.- Lo que no cuadra es que todos estén callados, y eso ocurre cuando hay miedo porque quien se mueve no sale en la foto, ¿no?

 

R.- En mi partido hay miedo a moverse, y miedo a favorecer al PP con su movimiento. Eso hace que mucha gente que piensa de una manera muy parecida a la mía no se atreva a decirlo públicamente. En unos casos por miedo a no salir en la foto, y en otros casos por miedo a que digan que favorece al PP. Eso ocurre.

 

P.- ¿Y cuál es el antídoto a ese miedo?

 

R.- Ser socialista y ser coherente.

 

P.- Gemma Zabaleta dice que ella saludaría un gobierno PSE-Batasuna. ¿Eso es factible en un futuro próximo?

 

R.- Batasuna es una organización terrorista, no es un partido político de izquierdas. ¿Cómo va a ser posible un acuerdo de gobierno entre una organización terrorista y un partido democrático? Ni en el corto ni en el medio plazo. Imagine si en la época del posfranquismo alguien le hubiera dicho a mi padre desde el PSOE que estaban pensando hacer una alianza con Franco.

 

P.- ¿Qué tendría que pasar para que Batasuna fuera legalizada?

 

R.- Según la sentencia del Supremo que está confirmada por el Constitucional, Batasuna no puede legalizarse de ninguna de las maneras. Lo que podría ocurrir en el futuro es que saliera un partido político, como es Aralar, que se declarara independentista y ocupara un espacio político, pero no sería Batasuna legalizada. El problema es que Batasuna no quiere volver de tapadillo, quiere ser legalizada, quieren que, como ellos nos han perdonado la vida aunque sea temporalmente, nosotros les perdonemos sus crímenes.

 

P.- Vamos, que usted vería imposible una pinza entre el PSE y la izquierda abertzale, como ha hecho el tripartito catalán.

 

R.- El tripartito catalán no es ejemplo de un buen gobierno; todo lo contrario. Y no queremos eso para Euskadi. No queremos más nacionalismo en el País Vasco, sino más democracia y libertad, y la alternativa al nacionalismo vasco pasa por una alianza entre el PSOE y el PP.

 

P.- ¿Qué le pareció la reacción de Batasuna tras el atentado de Getxo?

 

R.- Me parece que se le ha dado una relevancia excesiva a eso, pero a mí lo que me preocupa es la reacción del Gobierno, cuando en el mismo comunicado ellos hablan de Estado torturador. No podemos cometer el error de aparentar flexibilidad, porque ellos se crecen ante nuestra debilidad.

 

P.- Una precisión. ¿Qué le parece la polémica sobre Navarra?

 

R.- Navarra ni está ni puede estar en cuestión con nada que pueda estar en relación con ETA. No puede ser moneda de cambio de nada, y sobre Navarra la respuesta de los socialistas tiene que ser muy sencilla: no. Hay que dejarse de palabrerías.

 

P.- ¿El Gobierno tiene algún margen para negociar que no sean los presos?

 

R.- A los presos hay que aplicarles la ley. Están en la cárcel por ser asesinos, y lo primero que tenemos que tener claro es que no les debemos nada y tienen que cumplir sus condenas. Dicho lo cual, habrá que utilizar la política penitenciaria como lo que es, un instrumento de lucha contra el terrorismo. Si en ese contexto se toman medidas que favorezcan el acercamiento o la reinserción me parecerá muy bien.

 

P.- ¿Y la entrega de armas en el sentido literal sería una condición sine qua non?

 

R.- En España, la palabra de moda en los últimos tiempos es verificación. Ya que estamos tan empeñados en verificar, no hay nada más verificable que la entrega de las armas, de los zulos, de la información. La forma más sencilla de verificar que ETA va en serio, que tiene verdadera voluntad de dejar de matar, es exigirle que entregue las armas antes de empezar a hablar.

 

P.- Pues Patxi López ha dicho que los jueces deben ser flexibles si ETA abandona las armas

 

R.- Lo que tienen que hacer los jueces es aplicar la ley con rigor, sin estar sometidos a presiones políticas. Decirle a un juez que sea flexible es someterle a una presión política, sobre todo cuando lo dice un dirigente del partido que gobierna, y eso no es soportable en un Estado de Derecho. La democracia no está en tregua, y la Justicia tampoco.

 

P.- Vamos, que le parece correcta la actuación del juez Marlaska

 

R.- Me parece que si Marlaska no existiera lo tendríamos que inventar, pero no nos saldría tan bien. Hace su trabajo con honestidad y con rigor, y con independencia.

 

P.- Pero la presión también parte de la Justicia, porque el fiscal general ha dado órdenes para que se tenga en cuenta la nueva situación

 

R.- La Fiscalía a veces parece estar más preocupada por los derechos de los detenidos que por la defensa de los agraviados o los atacados.

 

P.- Las víctimas piden memoria, justicia y dignidad, pero parece que ahora resultan molestas. ¿Es así?

 

R.- Quien pueda tener la pretensión de aparcar a las víctimas, ponerlas en la cuneta o volverlas a hacer invisibles está equivocado.Si hay una línea roja en todo este proceso tiene que ver con la memoria de las víctimas y su futuro.

 

P.- Tan malo es hacer invisibles a las víctimas como a los verdugos, ¿no?

 

R.- Sí. De hecho, las palabras de halago a los dirigentes de ETA o Batasuna van dirigidas a ocultar a los verdugos. Cuando dicen que Otegi va por el buen camino lo que están queriendo es hacer invisibles a los verdugos. Algunos piensan que, como no podemos ocultar a las víctimas, hay que hacer invisibles a los verdugos, y eso rompe la línea roja.

 

P.- Por último, ¿qué opina sobre la famosa mesa de partidos?

 

R.- Si la mesa de partidos se constituyera fuera del Parlamento y con la presencia de Batasuna, sería el primer pago político que se le ha hecho a ETA. Y espero que mi partido reconsidere su posición.