ENTRE CHAMBERLAIN Y CHURCHILL
Artículo de Rosa Diez en “El Mundo” del 10.10.06
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que
sigue para incluirlo en este sitio web.
El formateado es mío (L. B.-B.)
Con un breve comentario al final:
ES INUTIL Y SUICIDA, ROSA (Luis Bouza-Brey, 10-10-06, 9:00)
Una vez que el PSOE y el Gobierno han cedido la mayor -negociar
fuera del Parlamento el futuro institucional de Euskadi-, nada puede
sorprendernos. Iniciado ese camino todo está fuera del control democrático. La
victoria política de ETA será palpable el día que se constituya una mesa
extraparlamentaria que tendrá como objetivo diseñar un nuevo marco jurídico
para el País Vasco y, por tanto, para España. Los terroristas conseguirán
entonces lo que llevan persiguiendo desde que asesinan contra la democracia:
que la democracia misma asuma el principio de falta de legitimidad de las
instituciones que surgieron de la Constitución y del Estatuto de Guernica.
Para ETA -y para el nacionalismo institucional que desde dentro
de las propias instituciones ha cuestionado su legitimidad-, este paso es
capital. Si el Estado, a través de sus representantes, reconoce la falta de
legitimidad de las instituciones -y constituir una mesa extraparlamentaria para
debatir sobre las cuestiones políticas que han de sustanciarse en el Parlamento
es un reconocimiento en toda regla-, estará legitimando la historia de la banda
terrorista.
ETA ya ha buscado en ocasiones anteriores la constitución de esa
mesa extraparlamentaria para debatir de política fuera de las instituciones a
las que no reconoce legitimidad democrática. Ningún Gobierno de los anteriores
había aceptado la premisa. En Argel también se le exigió al Gobierno de
González y los representantes del Ejecutivo les dijeron tajantemente que no.
Pero ETA insiste porque para ellos resulta vital: la aceptación de la mesa por
parte de los poderes del Estado español es la legitimación de su historia;
supone para ETA la garantía de que los asesinos pasarán a la Historia como
héroes. Y las víctimas serán inocentes paganos de un conflicto político que la
democracia no supo resolver a tiempo, pero de cuyo dolor los luchadores vascos
no tienen ninguna responsabilidad.
Por eso digo que una vez que se ha cedido ante la pretensión
mayor, a nadie le debe sorprender que el PSOE y el Gobierno estén ya
discutiendo con los terroristas como abordar el asunto de la autodeterminación.
Porque si se acepta que las instituciones parlamentarias no son las legítimas
para discutir sobre el futuro de Euskadi es porque se acepta la premisa de que
aquí existe un pueblo invadido, oprimido, que tiene derecho a liberarse de la
invasión. Y eso es, según la doctrina de Naciones Unidas, el derecho a la
autodeterminación.
La situación ha entrado en una deriva de la que ya nadie sabe cual será la siguiente cesión democrática. Parece indiscutible que el
PSOE no puede levantarse de la mesa a la que se ha sentado con ETA sin pagar un
enorme precio político y reconocer su fracaso. Y Zapatero no estará nunca
dispuesto a hacerlo. Una vez que se ha sentado, no se levantará. Él no va a
romper. Por eso el camino que se está recorriendo es el de la cesión. Desde el tratamiento a
Batasuna -ETA-, a quien se ha legalizado de facto al reconocerla como
interlocutor político imprescindible, hasta la internacionalización del
conflicto, convirtiendo a la banda en agente político ante la Cámara de
Estrasburgo, a donde los socialistas llevarán el proceso de paz buscando el
aval de Europa.
En el mismo momento que alguien pronuncie en esa Cámara las
palabras proceso de paz habrá colocado a ETA como un agente homologado al
Gobierno de España, con el que éste negocia el futuro político de los
españoles. Porque allí no se va a debatir sobre cómo derrotar al terrorismo;
allí se va a pedir apoyo para que Zapatero siga negociando con ETA. Y los europeos saben
bien que una cosa es derrotar al totalitarismo y otra dialogar con él. Saben
bien la diferencia que hay entre Chamberlain y Churchill. El primero negoció
con Hitler, y trajo la ignominia y la muerte para los europeos. El segundo se
arriesgó a derrotar al totalitarismo. No se conformó con la paz de los Sudetes. Y ganó la libertad para todos. Los parlamentarios
europeos entienden bien que Zapatero está llevando a cabo la estrategia de
Chamberlain. Y ETA también lo entiende así.
Hemos leído estos días en distintos medios de comunicación que el
PNV y el PSE buscan un acuerdo para plantear de forma común el tema de la
autodeterminación en la mesa de partidos. Se da por seguro que ambas
formaciones acudirán a esa mesa con un acuerdo sobre este derecho, que podría
concretarse en una definición ambigua del mismo y el compromiso de los
nacionalistas de no ejercerlo. Si no fuera dramático, sería cómico pensar que
puede aún haber socialistas que confíen en la palabra del PNV. O que no sean
capaces de comprender que aceptado el derecho ya se ha perdido toda la
legitimidad para no aceptar su aplicación. Pero, en fin, presos de la
mesa, de sus conversaciones, de sus compromisos, de su incapacidad para
levantarse, los emisarios de La Moncloa parecen querer resolver la cuestión tal
y como lo hicieron en el Estatuto de Cataluña al incorporar el término «nación»
en su preámbulo y de aquella manera. No parecen comprender que ETA no es
Ezquerra Republicana; ni Ternera o Txeroki son
Carod-Rovira o Puigcercós. Es como si estuvieran
presos de sí mismos, como si sólo aspiraran a ganar tiempo.
Soy un espíritu positivo. No me queda otro remedio. Por eso no
renunciaré hasta el final a tratar de convencer a los míos de lo errado de su
estrategia. Por eso sigo insistiendo con argumentos. Y con el recuerdo de
otras voces más autorizadas que la mía. Voces que he de sacar de la hemeroteca,
porque ETA les quitó la vida y hoy no pueden pronunciarse. Tampoco busco
apropiarme de su pensamiento. Pero sí quiero transcribir las palabras de
Fernando Buesa en el Parlamento vasco durante el
debate sobre la autodeterminación el 15 de febrero de 1990. Por si alguien aún
es capaz de leer. Y de comprender y actuar en consecuencia:
«Los socialistas vascos nos oponemos al planteamiento mismo de la
autodeterminación como derecho que deba ser proclamado para ser ejercitado por
el pueblo vasco. Por eso no vamos a entrar en consideraciones sobre las
distintas propuestas..., es la autodeterminación misma la que rechazamos, sea
cual sea el contenido que se nos quiera proponer». (...)
«Y precisamente ahondando en los conceptos de libertad y
democracia encontramos los socialistas argumentos bastantes para rechazar de plano
las pretensiones autodeterministas que hoy se nos
plantean. Porque libertad y democracia no son términos que se refieran
únicamente a la capacidad o posibilidad de adoptar decisiones políticas
individual o colectivamente con libertad; se refieren también al compromiso que
se asume con las decisiones libremente adoptadas, a la responsabilidad
inherente en todo compromiso político libremente adoptado de preservar la
decisión y mantenerla con lealtad». (...)
«Los ciudadanos de la Comunidad Autónoma del País Vasco, como
integrantes del conjunto del pueblo español, hemos afirmado nuestro legítimo
sistema de convivencia cuando al establecer la democracia nos hemos dado una
Constitución y un Estatuto de Autonomía». (...) «Los socialistas vascos
defendemos la autonomía vasca, porque ésa es, y no otra, la vía que queremos
para el futuro de nuestro pueblo. Decimos hoy y diremos mañana sí al Estatuto
para autogobernarnos, y siempre con fidelidad hacia el Estado democrático y
autonómico que es España». (...)
«A nadie le negaremos el derecho a opinar como quiera y a
proponer los cambios legítimos que desee. Pero eso, también lo diremos con
claridad, debe hacerse dentro del orden constitucional y utilizando las vías
legales para ello. Y por eso en nuestra denuncia de las propuestas de
autodeterminación hay un punto central, que es aquel que critica la afirmación
de que el pueblo vasco es el titular del derecho a la libre determinación».
«Mal servicio [el debate], porque ni siquiera podrá sostenerse,
como algunos han pretendido, que con él se arrebate la bandera a quienes en
Euskadi reivindican la autodeterminación en las calles como forma de expresar
su apoyo a ETA y a la causa que sostiene con violencia y sin esperanza. ¿Creen
ustedes que han venido [Herri Batasuna] para
quedarse, para trabajar democráticamente? No, señores, no. Herri
Batasuna ha venido aquí para pescar a río revuelto ganancias y apoyos para la
causa de ETA».
Las palabras de Fernando Buesa no
pueden ser de mayor actualidad. No es posible decir las cosas con mayor rigor,
con mayor precisión, con mayor sentido político y de la responsabilidad. Ojalá
sus palabras lleguen a quien tiene en su mano la posibilidad de cambiar el
rumbo de las cosas. A los constitucionalistas vascos siempre nos gustó más la
estrategia seguida por Churchill. Por eso seguimos reivindicando el Pacto por
las Libertades y contra el Terrorismo. Porque queremos derrotar al terror. Y
sabemos que sólo así, desde la ambición por la libertad y desde el acuerdo
entre el PSOE y el PP, podremos lograrlo.
Rosa Díez es diputada socialista en el Parlamento Europeo.
Breve comentario final:
ES INUTIL Y SUICIDA, ROSA (Luis Bouza-Brey, 10-10-06, 9:00)
Tú misma lo dices, Rosa:
"...Parece indiscutible que el PSOE no
puede levantarse de la mesa a la que se ha sentado con ETA sin pagar un enorme
precio político y reconocer su fracaso. Y Zapatero no estará nunca dispuesto a
hacerlo. Una vez que se ha sentado, no se levantará. Él no va a romper. Por eso
el camino que se está recorriendo es el de la cesión...."
"...Si el Estado, a través de sus representantes, reconoce la
falta de legitimidad de las instituciones -y constituir una mesa
extraparlamentaria para debatir sobre las cuestiones políticas que han de
sustanciarse en el Parlamento es un reconocimiento en toda regla-, estará
legitimando la historia de la banda terrorista."
"...Pero ETA insiste porque para ellos resulta vital: la
aceptación de la mesa por parte de los poderes del Estado español es la
legitimación de su historia; supone para ETA la garantía de que los asesinos
pasarán a la Historia como héroes..."
"...Soy un espíritu positivo. No me queda otro remedio. Por
eso no renunciaré hasta el final a tratar de convencer a los míos de lo errado
de su estrategia."
Entonces,
Querida Rosa, se trata de determinar de una vez quiénes son "los tuyos"...
¿Los ciudadanos que han votado al PSOE como representante de unos principios de
democracia, unidad, igualdad y solidaridad? ¿Los que han muerto por defender
esos principios, en el PSOE y fuera de él? ¿O los oportunistas ineptos y
desvertebrados que han dejado de representar legítimamente al PSOE,
traicionando a los muertos, a los principios y a los ciudadanos?
Aquí hay dos
lealtades antagónicas, Rosa, y ese "hasta el final" ya ha llegado. No
dejéis que se consume la traición por no reaccionar a tiempo. Es suicida no
moverse, y es inútil, como tú misma dices, esperar que, llegados a este
extremo, el PSOE se levante de la mesa. ¿A quién te diriges entonces? ¿a quién confías convencer?