EL REY Y LA REINA VIVEN LA MISMA TENSIÓN DE LA TRANSICIÓN
Informe de Juan Fernando Dorrego Tiktin en “El Semanal Digital” del 14.10.05
Por su interés y relevancia, he seleccionado el Informe que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
Don Juan Carlos y Doña Sofía viven con enorme desasosiego la radicalización de la vida política provocada por la "crisis del Estatut", proyecto que abre en canal la Constitución de 1978.
14 de octubre de 2005. Los pitos y abucheos al presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, tachados de "protestas fascistas" por el ministro José
Bono pese a que se produjeron entre los invitados precisamente del Ministerio de
Defensa, han vuelto a causar preocupación, y tristeza también, en Don Juan
Carlos y Doña Sofía. Como ha señalado José Oneto, uno de los periodistas que
junto a Pedrojota Ramírez y Pilar Urbano ha vivido más intensamente los
entresijos de La Zarzuela en las tres últimas décadas, "se ha roto
definitivamente el espíritu y la cultura de la transición".
Las revelaciones de José Abad
¿Qué es lo que ha sucedido? Un dirigente socialista ha señalado a El Siglo, la
revista que dirige José Luis Abad, la consternación que hay en el PSOE: "Un año
y pico de Gobierno y no nos despegamos del PP por la mierda (sic) del Estatuto".
De todo lo dicho y escrito, ni La Vanguardia de José Antich ni El Periódico de
Catalunya de Antonio Franco han desvelado las claves de cómo se fraguó una
crisis que también mantiene en vilo a los consejeros políticos de las embajadas
de la Unión Europea en Madrid.
José Abad, uno de los periodistas mejor informados de lo que se cuece en el
PSOE, señala que todo comenzó hace un par de años. La obsesión de José Luis
Rodríguez Zapatero, indica Abad, se centraba en aferrarse a su sillón de Ferraz
ante la creciente censura en el partido sobre su gestión como líder de la
Oposición. El presidente decidió entonces apoyar el nuevo Estatut que anunciaba
en su campaña Pasqual Maragall. Jugaba dos cartas: pensaba que Maragall ganaría
fácilmente las elecciones en Cataluña, por lo que evitaría así su descalabro en
Madrid al frente de la Secretaria General del PSOE.
Lo que dice Jesús Maraña
Pero el cálculo fue erróneo. Porque Pasqual Maragall perdió las elecciones y
tuvo que hacer, según José Abad, un pacto antinatura. Pero, al revés, Mariano
Rajoy perdió contra todo pronóstico las generales y José Luis Rodríguez
Zapatero, como acuñó The Wall Street Journal en un editorial, llegó a La Moncloa
como el "presidente por accidente". "Lo que fue frase mitinera se convirtió en
un cheque en blanco contra el Banco de España", sentencia José Abad.
Paradójicamente, este clima de la Transición pasó de las pantallas de la TV1 de
Cuentáme a la realidad de la escena política de la España del siglo XXI. En la
década de los setenta, las revistas de información general supusieron cotas
nuevas de información con las claves de lo que iba sucediendo. Hoy de nuevo es
así. Jesús Maraña, director de Tiempo, asegura por su parte que el Rey está
preocupado y señala: "Si no lo estuviera sería motivo suficiente para reclamar
su abdicación".
La entrevista de Germán Yanke
Consuelo Font, muy buena analista, señala en Tiempo, el magazine fundado por
Antonio Asensio Pizarro y que hoy preside Francisco Matosas, que Don Juan Carlos
mantiene intensos contactos personales y telefónicos con dirigentes políticos.
El Rey una y otra vez señala que no se ha aprobado aún en las Cortes, y que hay
que ver lo que dicen los demás partidos. Don Juan Carlos asegura a sus
interlocutores que si existen dudas es el Tribunal Constitucional la máxima
garantía.
Todas las miradas se centran por tanto en lo que pasa en el PSOE. German Yanke
ha sido el primer en tirar a fondo de la lengua a José Bono en su telediario de
culto. En una jugosa entrevista, Bono finalmente dió a entender, cuidando mucho
sus palabras para, como señaló ante la mirada irónica y sorprendida de Yanke,
"no dar titulares", que una situación en la que exista otra nación que no sea
España le haría abandonar el Gobierno. Esther Esteban, la periodista que conoce
mejor al ministro por haber sido espectadora en directo en Toledo de su larga
carrera, tampoco logró sonsacarle algo más en El Mundo. Pero en uno y otro caso,
Bono ya adelanta que está dispuesto a asumir un liderazgo más activo en el
partido.
De Ramón Pi a Gabriel Albiac
En todo este clima de fuerte controversia, se suceden los análisis con sal gorda
en la prensa. Al presidente del Gobierno, conspicuos analistas, desde Ramón Pi a
Gabriel Albiac, han calificado su liderazgo con palabras gruesas: "tonto
contemporáneo", "incompetente", "Zapatero I el de las Mercedes", "frívolo
irresponsable", "listo de café", "niño caprichoso", "inepto", "el peor líder de
la democracia", "el hombre que todo lo jibariza", "golpista", etc. En este mar
de fondo, se suceden importantes iniciativas en el mundo de la comunicación.
Luis Maria Anson ha reiterado a José Manuel Lara su oferta de convertirse en el
accionista de referencia en La Razón manteniendo al periódico en el marco del
grupo de medios de Planeta.
Por su parte, en la sede del Grupo PRISA, en Gran Vía, Juan Luis Cebrián
mantiene su huida hacia delante y prepara ahora el relevo de Jesús Ceberio con
el antiguo director de Cinco Días, advierten inquietos periodistas influyentes
de la Redaccion de El País ante una iniciativa que no gusta. En ABC, la familia
Ybarra por su parte ha cogido el testigo de los Luca de Tena. El Correo como
líder de la cadena regional y ABC como el gran periódico de calidad de difusión
nacional es el nuevo proyecto que quiere reajustar Vocento.
Los nervios de acero de Alberto Aza
En La Moncloa, mientras tanto, se sigue este "terremoto mediático" con
estupefacción. Fernando Moraleda no acierta por ahora a encontrar interlocutores
para defender los argumentarios presentados en los corrillos del Palacio Real
por José Luis Rodríguez Zapatero. Unas declaraciones y un protagonismo que
molestaron al Rey, que buscaba las fotos de su encuentro con Pasqual Maragall en
la recepción que siguió a la parada militar.
Desde el banquillo de La Cuatro, Iñaki Gabilondo asiste por su parte muy
disgustado al desplome de la Cadena SER tras su traspaso al canal analógico de
PRISA. Gabilondo reitera su frustración. Por primera vez desde la restauración
de la Monarquía parlamentaria, Jesús de Polanco, el poderoso editor, no es quien
está influyendo de forma decisiva en la opinión pública.
Se trata en suma de una crisis que está poniendo a prueba los nervios de acero
de Alberto Aza, el jefe de la Casa del Rey. Por lo pronto la "crisis del
Estatut" ya provocó su primer serio estropicio. La España de 2005, de repente,
se halla envuelta en un clima de crispación que amenaza directamente el reinado
de Felipe VI. Es la gran cuestión que estaba latente en la más seria advertencia
hecha al Estatut, una Constitución encubierta de Cataluña, por Jaime Caruana,
consejero del Banco Central Europeo y presidente del Banco de España.