UN PRESIDENTE INEPTO
Artículo de Edurne Uriarte en “ABC”
del 26 de mayo de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Hay tres
formas de disfrazar con éxito la ineptitud. La primera, permanecer callado y
evitar la exposición pública de tus limitaciones, cosa que ha logrado Salgado
durante los sesenta años que tiene, lo que le ha reportado nada menos que un
ministerio de Economía. Y habría podido pasar incluso con gloria por el cargo
si no llega a ser por la obligación de debatir en el Congreso. Tuvo que
argumentar y se descubrió el pastel, eso sí, con el ministerio entre sus manos.
La
segunda y tercera formas han sido aprovechadas por Zapatero. Una soberbia
ilimitada y unas considerables dotes comunicativas le han permitido pasar la
debilidad de contenidos e ideas por carisma y liderazgo. Y, sobre todo, la
posesión del poder le ha asegurado, como a todos los dirigentes ineptos antes
que él, la ayuda más eficaz de. El silencio de los analistas, la adulación de
los pícaros y aprovechados, la complacencia de los cobardes. Así se ha creado
lo que un ex ministro socialista que prefiere el anonimato llama el «mito de
Súper ZP» en el libro de García Abad.
Aquellas
voces que destacaron su vacuidad cuando saltó a la palestra pública fueron
pronto acalladas por la fuerza avasalladora y también represiva del poder, del
suyo, al menos. Quienes advertimos sobre su profunda ignorancia en torno a ETA
durante la negociación fuimos tachados de extremistas, intolerantes y todo lo
habitual en esos casos.
Y sobre
la crisis económica, la historia es reciente y conocida. Ni siquiera los
innumerables análisis y advertencias de los mejores expertos internacionales
han sido suficientes para desnudar la incapacidad de Zapatero entre sus fieles.
Y estamos en lo que estamos, en un país que se hunde, en un completo caos de
gestión y con un presidente deslegitimado, desbordado e incapaz al timón.