Está dispuesto a
sortear una sentencia con el fin de contentar a una minoría, los nacionalistas
catalanes, ampliados con los dirigentes del PSC
Artículo de Edurne Uriarte en “ABC”
del 17 de julio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Zapatero
parecía el presidente de Cataluña y no el presidente de todos los españoles,
resumió un oyente de Punto Radio el debate del Estado de la Nación. Resumen muy
atinado al que añadiría un matiz. Zapatero parecía el presidente de los
nacionalistas catalanes, ni siquiera de Cataluña.
Es la
otra cara de la insumisión socialista a la sentencia del Constitucional. La que
da una idea más clara aún de la grave degradación de nuestro sistema
democrático en manos de este presidente. No sólo está dispuesto a encontrar
maneras de sortear una sentencia. Pretende hacerlo, además, con el fin de
contentar a una minoría de españoles, los nacionalistas catalanes, ahora
ampliados con los dirigentes del PSC. Con lo que el gobierno de las mayorías,
esencia de la democracia, se convierte en gobierno de las minorías. Y no en la
protección de los derechos de las minorías, propia también de una democracia,
sino en imposición a las mayorías de las exigencias de las minorías.
El
fondo del asunto, una gobernación nacional condicionada por los nacionalistas,
no es un problema nuevo de nuestra democracia. Pero sí es nuevo que un
presidente asuma como mensaje político central en el debate sobre el Estado de
la Nación una oferta a los nacionalistas catalanes para darles aquello que les
ha negado una sentencia del Constitucional. De espaldas y en contra de la
inmensa mayoría de los españoles. Y en un abierto fomento de la insumisión a
toda nueva sentencia del Constitucional. ¿Por qué no van a poder burlar una
sentencia los demás españoles si el presidente fomenta que lo hagan los
nacionalistas catalanes?
No
contento con todo esto, Zapatero remata la maniobra con un disparate político y
constitucional asegurando que Cataluña es una nación política, exactamente lo
que es España y únicamente puede ser España. Una profunda ignorancia corona la
insumisión y la desfachatez.