EL NACIONALISTA GONZÁLEZ
La renuncia de González
al socialismo de vocación nacional plantea dos graves problemas al PSOE y, por
ende, a los españoles
Artículo
de Edurne Uriarte en “ABC”
del 28 de julio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Cuando
Felipe González se apunta al socialismo nacionalista de Montilla, el lunes, en
el El País, en el increíble artículo firmado con
Carme Chacón, es hora de aceptar que no hay un socialismo nacional como
alternativa al socialismo nacionalista que domina hoy el PSOE. Hora de constatar
que esa vieja guardia en la que algunos habían puesto sus esperanzas como
impulsora de un socialismo diferente al de la nación discutida y discutible de
Zapatero se ha hecho completamente zapaterista.
Es
grave que un ex presidente como González deslegitime una sentencia del TC con
conceptos y argumentos que nada envidian a la agresividad nacionalista. E
insólito que convierta en centralista y anticatalanista
a todo el autonomismo español que él reduce groseramente al ámbito del PP.
Cuando una buena parte de los votantes socialistas comparten ese mismo
autonomismo. Y toda esta operación con el fin de acabar en el mismo lugar que
Montilla y los nacionalistas catalanes. En el cuestionamiento de la sentencia
del Constitucional y en la exigencia de que se restituyan los preceptos
anulados del Estatuto.
La
renuncia ahora también de González al socialismo de vocación nacional plantea
dos graves problemas al PSOE y, por ende, a los españoles. Deja sin partido a
los autonomistas de izquierdas, a no ser que decidan emigrar masivamente a la UPyD. Y, sobre todo, convierte al PSOE en una comparsa de
los partidos nacionalistas y sus programas.Que no se engañe ni pretenda engañar González. No hay una alternativa
federal al centralismo y al independentismo, los tres ángulos del debate según
él y Chacón. Más que nada porque eliminan nada más y nada menos que el
autonomismo, el valor más compartido por los españoles y esencia de la
Constitución. Y porque el federalismo de González es un puro eufemismo para
enmascarar la plena coincidencia con las exigencias nacionalistas.