Artículo de Elisa Jovellanos en su blog del 07 de julio de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Tras
los acontecimientos de los últimos días, se ha constatado por segunda vez, -la
primera fue en Ciutadans-, que es imposible forjar en
pleno siglo XXI una organización política con los criterios feudales y
burocráticos del más rancio estalinismo. Ha terminado ocurriendo algo que
apenas hace un par de semanas se anunciaba en este blog: una auténtica debacle
en UPyD, insospechada por sus dirigentes a la vista
de sus declaraciones, que han despreciado la capacidad de rebelión de los
militantes del partido que habían considerado sus vasallos.
La
sucesión de acontecimientos, sin embargo, era previsible para alguien no
henchido de soberbia, porque se habían acumulado numerosas arbitrariedades y
abusos de poder ejercidos por la dirección del partido contra los militantes y
los dirigentes periféricos no sometidos a su criterio, más próximos a su gente
que al designado consejo de dirección. En algunos lugares como Murcia, Asturias
o Baleares, feudos sometidos por la dirección, con dirigentes muy ambiciosos y
extremadamente fieles a la designación, prácticamente no ha ocurrido nada, pero
también ocurrirá, es cuestión de tiempo.
El núcleo duro del partido, encastillado en su fortaleza de despropósitos, se
ha quedado exclusivamente con el apoyo de los más leales a la dirección y escasos
principios. Los menos leales, por tanto, a los principios, que la formación
magenta dice defender en la calle. El partido de las maravillas en el exterior
(propaganda), que es un auténtico infierno en el interior para los que piensan
por sí mismos (realidad), ha quedado expuesto a la luz y taquígrafos, algo que
no se esperaban ni Rosa Díez, ni Gorriarán, que ahora
están obligados a dar explicaciones públicas de lo ocurrido y como no pueden
explicar lo ocurrido sin eludir su responsabilidad, están acorralados entre la
justificación del despotismo injustificable ejercido en el interior del partido
y las preguntas de los periodistas, que no pueden esquivar.
Mientras, los votantes de UPyD, y los posibles
votantes en el futuro, se van informando de lo ocurrido por los medios de
comunicación y conociendo la auténtica realidad del partido magenta, que les
hará tener una idea más correcta de en quien han depositado su confianza o la
pueden depositar en el mañana.
Las
purgas, los expedientes, los espionajes, las expulsiones, los nombramientos a
dedo, la negación de cualquier problema, la ilegitimidad de los actos
rubricados por los dirigentes, todas las arbitrariedades del abuso de poder que
se han ido coleccionando, han terminado estallando en Madrid, como era de
esperar; el motivo último se ha debido a la negligencia y torpeza del
coordinador de la capital española, Ramón Marcos Allo,
designado por Rosa Díez y Gorriarán, que previamente
había pasado por Ciudadanos y antes por socialistas en positivo, aquella
corriente del PSC que se escindió tras la deriva del partido de Montilla hacia
el nacionalismo catalán. En fin, los intentos totalitarios de forjar una
coordinadora madrileña exclusivamente favorable al proyecto de la dirección,
han supuesto la puntilla del partido.
Al igual que en Cataluña ha hecho su compañero Angel
Hernández Guardia, también proveniente de socialistas en positivo, que ha
impedido cualquier crecimiento de la formación magenta, mientras se esperaba
que los diputados Robles y Domingo, que le son afines y próximos, se hicieran
con el control de Ciutadans, para absorber la
formación naranja posteriormente, algo que desbarató Albert Rivera con su
coalición pueril con Libertas, aunque le haya costado el futuro de su partido.
Si en algún lugar se han cometido más barbaridades contra la democracia y la
libertad en el partido magenta, sin duda ha sido en Cataluña: ni resultados
electorales, ni crecimiento del partido, ni gestión eficaz, ni presencia
pública, y una pléyade de vilipendiados depurados. Y sin embargo, eso no ha
impedido que el coordinador catalán siga dirigiendo la formación magenta, lo
que también dice mucho sobre las auténticas intenciones del partido para
afrontar un espinoso tema como el nacionalismo catalán, con los antiguos
compañeros del PSC, que se ha limitado a un deshonroso esperar y ver, porque en
ninguna ocasión Rosa Díez, que ha criticado a todo el mundo, ha osado decir
algo de Montilla. ¿Por qué será?
En
fin, no hace falta imaginar que la formación socialista de Rosa Díez –nunca ha
sido transversal, aunque en su interior hubiera algunos militantes no
socialistas- tenía como objetivo recoger los votos desencantados con la
esquizofrenia del PSOE y la oligofrenia del PP, para ofrecer una alternativa
socialista diferente, enmascarada de centrismo y transversalidad.
No ha podido ser, porque en la materialización final del conflicto dos grupos
se han enfrentado con el poder autoritario de Gatokan
y sus felonías. Por una parte, los pacientes y escasos liberales del partido,
junto con otros independientes, que le permitían seguir manteniendo el pabellón
formal de transversalidad, agrupados en torno al
núcleo representado por Mikel Buesa, Carlos Novillo,
las Auroras y Guzmán Fernández, con seguidores en toda España, especialmente en
Madrid, el País Vasco, Navarra, Castilla León, Galicia y Andalucía.
Por
otra parte, la opción socialista realmente transversal, representada por el
núcleo duro de los participantes en el proyecto alternativo para el Congreso de
estanoeslawebdeupyd, con auténticos transversales
como Javier Carroquino, Gerardo Hernández Les,
Rodolfo Angelina, Miguel Álvarez, Miguel Baños, y Juan Espino, y la sección
catalana de Pilar Jáuregui, Silvia Hierro (ex socialista en positivo) y
Sandalio del Río, cuya apuesta por la transversalidad
más bien está forzada por las circunstancias particulares de Cataluña. Sus
seguidores se encuentran repartidos por toda España, con mayor presencia en
Madrid, Murcia, Andalucía, Castilla León, Cataluña, Extremadura, Aragón,
Galicia, Baleares, Asturias y Valencia.
Los
primeros, los liberales, han decidido denunciar públicamente lo que está
ocurriendo en el partido tras Mikel Buesa, que no
entrará en mayores confrontaciones con Rosa Díez, aunque no se puede decir lo
mismo de sus seguidores.
Los
segundos, han sido expedientados de forma fulminante, como trámite previo a su
expulsión, y consideran en estos momentos llevar su caso ante los tribunales
ordinarios de justicia, lo que supondría posiblemente, el final más deshonroso
del partido magenta, porque la prensa estaría atenta a la disección anatómica
de lo ocurrido.
Las buenas expectativas electorales que el partido socialista de Rosa Díez
cosecha en estos momentos, especialmente para las próximas elecciones
municipales, en las que podría alcanzar un gobierno en coalición en varias
ciudades importantes, y varios miles de concejales en todo el país, se ven
ahora mismo trastocadas por “la rebelión de los demócratas” que no admiten
convertirse en los perdedores del próximo Congreso, porque acabarían
legitimando con su confrontación perdedora de antemano, el despotismo ejercido
en el partido como algo democrático, lo que supondría hacerles un gran favor a
los dirigentes.
Los
militantes de base no posicionados, consumidores de la propaganda de la
dirección, que no han tomado partido más que por el partido representado por
Rosa Díez, sin entrar en demasiadas valoraciones sobre su calidad democrática,
su clima de ausencia de libertad, su asfixia de la pluralidad, y su
administración autoritaria de la justicia, y las decisiones internas
inexplicables, se debaten en estos instantes ante el mismo conflicto que el
capitán del San Juan Nepomuceno, porque deben decidir si su partido se
convierte en otro más, en el que los concejales valen más que los principios, o
realmente dan un paso hacia la rebelión y logran por primera vez cruzar en el
interior de una formación política española, la delgada línea que separa la
democracia de la demagogia, consiguiendo que los principios sean más
importantes que los concejales, y los elegidos para representarles
democráticamente más numerosos que los designados por la dirección.
Exactamente,
tienen que elegir entre un proyecto de futuro que se fundamente en su
coherencia, rebelándose contra las arbitrariedades de los actuales dirigentes e
imponiendo la democracia en su formación, lo que posiblemente redunde en unos
resultados electorales crecientes; o callarse, admitir que el poder es más
importante que su libertad, bajar la cabeza, asumir lo que la dirección ofrece
como democrático, sabiendo que no lo es. Esto realmente será pan para hoy y
hambre para mañana y sin duda se traducirá en unos resultados electorales
progresivamente decrecientes, que más temprano que tarde les llevará a su
desaparición de la política.
Inteligencia
y ambición se debaten ahora mismo en el interior de cada uno de los militantes
de la formación magenta: el resultado final será una demostración de lo que
realmente es el partido socialista de Rosa Díez.
Si la
dirección acaba imponiendo su criterio, el partido en ese momento habrá entrado
en el museo de los fraudes de la política española, exactamente detrás de su
precedente Ciutadans; pero si los militantes deciden
apostar por su futuro, logrando por cualquier medio que la dirección actual
rinda cuentas de sus desmanes y responsabilidades, por haber actuado de forma
autocrática y totalitaria, contra cualquier principio legítimo y democrático,
asfixiando la pluralidad y la libertad en el partido de todos, entonces se
abrirá un futuro de éxitos prolongados para la formación magenta que dejará de
ser, por méritos propios, el partido de Rosa Díez, para convertirse en la
legítima tercera vía tan anhelada en este país.
Esta
es la última oportunidad de corregir la deriva totalitaria de UPyD, no habrá otra, porque si triunfa el proyecto de la
dirección, la formación magenta se habrá quedado en una clamorosa
representación del pensamiento único; esta berenjena es muy pesimista al
respecto, porque ahora mismo van ganando los más aprovechados, los no
demócratas, los leninistas que abominan la libertad, los déspotas, con su
dictadura de desinformación y silencio.
Alea
Jacta Est