ZAPATERO
COMUNICA A SU EQUIPO QUE NI ADELANTARÁ LAS ELECCIONES NI DIMITIRÁ
El presidente no revela si repetirá en 2012 porque quiere culminar las
reformas
Informe de Luis R. Aizpeolea - Madrid en “El País” del 25-12-10
Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para
incluirlo en este sitio web.
José Luis Rodríguez Zapatero
seguirá, por el momento, sin desvelar si será o no candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE para las
próximas elecciones generales. Pero lo que sí ha dejado claro estos días a sus
colaboradores más próximos es que va a agotar la legislatura; que no va a tirar
la toalla con unas elecciones anticipadas y que estará al frente del Gobierno
hasta marzo de 2012, al margen de que sea el candidato del partido o no lo sea
y de lo que digan las encuestas.
Esta actitud de Zapatero se ve reafirmada por su
decidida voluntad de avanzar en el proceso de reformas frente a la recesión
económica en que se ha embarcado el Gobierno desde hace un año y por las
posibilidades de estabilidad parlamentaria que le ofrece el acuerdo con el PNV
y Coalición Canaria, al que ahora puede sumarse CiU con Artur
Mas.
La recuperación de la Generalitat catalana por parte de CiU y la
decisión del PSC de facilitar la investidura del candidato convergente, Artur Mas, con su abstención, abre el paso para un
entendimiento entre CiU y el PSOE en el Congreso, como reconoció el jueves el
vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Con esta buena noticia ha culminado para La Moncloa
una semana de contratiempos con la derrota parlamentaria de la llamada ley Sinde
contra las descargas ilegales, el martes, y el desconcierto causado en las filas socialistas por el
comentario de Zapatero, el pasado lunes en la copa de Navidad en La Moncloa,
donde afirmó que ya había tomado una decisión sobre su futuro.
La derrota de la llamada ley Sinde
ofreció la imagen de debilidad parlamentaria del Gobierno. Y el comentario de
Zapatero en la copa navideña, la sensación en las filas socialistas de una
orfandad de liderazgo ante la redoblada especulación de que el presidente no se
presentará a la reelección, alimentada por encuestas que le dan índices de
confianza bajo mínimos.
Pero Zapatero, que sigue sin desvelar su futuro ni
tampoco cuándo lo hará, ha retomado su discurso y lo ha hecho saber, estos
mismos días, a sus colaboradores más próximos. Por un lado, mantiene su
prioridad política de agotar la legislatura llevando a cabo las reformas
pendientes, empezando por las pensiones, a las que seguirán el desarrollo de la
reforma laboral; la liberalización de servicios; la reducción de cargas
administrativas y el fortalecimiento de la cooperación autonómica.
También cuenta, en su voluntad de finalizar la
legislatura, la necesidad de no abrir paréntesis electorales en un momento
crítico, como son los próximos meses en que España se juega el futuro de su
deuda y con él su estabilidad económica. Y todo ello pase lo que pase en las
elecciones municipales y autonómicas de mayo, que se presentan de partida muy
negativas para el PSOE.
Además, cuenta con un panorama político que debería
ser favorable a sus intereses. Está la predisposición al pacto del PNV y
Coalición Canaria, que ya le aseguraron el apoyo a los Presupuestos de 2011 y
siguen dispuestos a dar la mayoría al Gobierno en las medidas contra la crisis.
Ahora puede sumarse CiU, al recuperar la Generalitat y contar con un acuerdo
con el PSC, una decisión en la que este partido ha actuado con autonomía, pero
que ha alegrado a La Moncloa.
El Gobierno espera que CiU se sume al pacto contra la
recesión que tiene con PNV y CC. Los nacionalistas catalanes reman en la misma
dirección del Ejecutivo de Zapatero en la lucha contra la recesión. Mas ha expresado su preocupación por la recesión y la ha
fijado como prioridad.
La consecuencia de este cambio es que una mayoría del
Congreso va a apostar por la política de colaboración con el Gobierno en la
lucha contra la recesión lo que, posiblemente, empuje al líder del PP, Mariano
Rajoy, a cambiar de estrategia si no quiere quedarse prácticamente solo en el
Parlamento. El uso por Rajoy de la recesión como pieza clave de la política de
desgaste del Gobierno tenía un sentido para lograr que Zapatero, abandonado por
el nacionalismo, tuviera que adelantar las elecciones. Pero esa política ha
fracasado. El presidente, al contrario, tiene apoyos para acabar la
legislatura.