EL FUTURO DE ZAPATERO: LA SUCESIÓN
DIVIDE AL GRUPO DE SOCIALISTAS QUE IMPULSÓ AL PRESIDENTE
Una parte de Nueva Vía se opone a que Zapatero anuncie ahora su retirada
Informe de Anabel Díez - Madrid en “El País” del 27 de marzo de 2011
Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para
incluirlo en este sitio web.
Nada se ganará, al revés, todo serán pérdidas si el
jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez, decide anunciar el sábado -en la
reunión del comité federal del PSOE- que renuncia a aspirar a la reelección en
2012, y se abre entonces un proceso de primarias antes de las elecciones
municipales y autonómicas de mayo. Esta es la posición esencial de parte de los
políticos de Nueva Vía, la plataforma creada alrededor de Zapatero en 2000 para
impulsar cambios en el partido.
Pero los 11 años transcurridos desde entonces han
introducido cambios fundamentales en ese grupo. El principal: ya no son un
grupo, ni actúan de manera homogénea. Tanto es así que parte de ellos aceptaría
que el presidente hiciera el anuncio y se pusieran en marcha las primarias, y
ayudarían en sus posibilidades a que el candidato elegido fuera el vicepresidente primero,
Alfredo Pérez Rubalcaba .
Eso
sí, unos y otros coinciden en asegurar que mantienen una lealtad absoluta hacia
Zapatero, aunque admiten que le manifestarían su discrepancia, "dentro de
los órganos internos del partido", si fuera él quien impulsara "de
forma apresurada" su sustitución, como aventuran algunos que pretende el
aparato socialista. "La elección debe ser fruto de un debate no
apresurado, no antes de mayo", dicen gran parte de los consultados.
Ya
algunos se lo dijeron el pasado lunes en la reunión de la ejecutiva federal.
Quizá el más rotundo fue el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, para
quien se equivocan aquellos de sus compañeros que concurren a las elecciones de
mayo y piensan que se producirá "una despresurización" del ambiente
si Zapatero anuncia que se va. López Aguilar estima que, lejos de ocurrir eso,
el PP pedirá elecciones de manera inmediata y, además, instará a los votantes a
castigar a los candidatos socialistas. "Todo el PSOE resultaría
perjudicado", le han escuchado decir.
También
son contrarios al anuncio de retirada inmediata Jesús Caldera, presidente de la
Fundación Ideas y responsable federal de Estudios y Programas; Álvaro Cuesta,
secretario de Libertades y presidente de la comisión de Justicia del Congreso;
y José Andrés Torres Mora, miembro de la ejecutiva y portavoz de Cultura. El ex
ministro Jordi Sevilla, miembro desde primera hora de Nueva Vía, se alejó
voluntariamente de la política tras un distanciamiento evidente con Zapatero.
Todos fueron en cualquier caso miembros de este grupo, como lo fue Carme Chacón,
ahora ministra de Defensa, a quien no se le ha escuchado opinión al respecto
aunque se la sitúa como posible candidata en un
eventual proceso de primarias.
Tan
núcleo duro como ellos en la creación de Nueva Vía fue la ahora ministra de
Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez; de hecho, Zapatero siempre ha dicho que
su determinación fue esencial para que él decidiera dar un paso al frente.
También Leire Pajín, ahora ministra de Sanidad, que
al igual que la anterior está alineada con Zapatero y apoyará cualquier
decisión que tome. A ellas se suma Consuelo Rumí, secretaria de Estado de
Administraciones Públicas.
Pero
quienes se oponen a que se abra el proceso de primarias de manera inmediata lo
argumentan con razones de peso político y sin "nominalismos".
"Ahora hay un clima de estabilidad parlamentaria, con reformas en marcha.
¿Para qué abrir la sucesión? Tendríamos a un presidente del Gobierno devaluado
y a un vicepresidente [en referencia a Rubalcaba] al que el PP atacaría sin
piedad". Esta es la reflexión de un miembro de este grupo, para quien
"Zapatero está en condiciones de encabezar la recuperación, y todo el
partido con él".
La
opinión de que el líder socialista podría volver a ser el candidato en 2012 la
defienden todos los que fueron de Nueva Vía, aunque los más cercanos estiman
que, si él decide apartarse, le apoyarán sin condiciones ni objeciones. Es el
caso de José Blanco, vicesecretario general, ministro de Fomento y mano derecha
de Zapatero.
Las
diferencias entre los miembros de Nueva Vía se aprecian con nitidez en su
opinión sobre los pasos a dar si Zapatero anuncia el sábado que no se
presentará a las elecciones de 2012. "Si quisieran abrir las primarias y
cerrarlas en 20 días, en abril, no habría capacidad de reacción y seguramente
no habría más que un candidato; muchos no estarán de acuerdo", aventura
uno de los impulsores de Zapatero en 2000. Estos interlocutores están seguros
de que tanto el aparato como la mayoría de los barones respaldan la tesis de
que el candidato único debe ser Rubalcaba.
En
esta línea, se estarían produciendo sondeos a otras personas del partido para
conocer su opinión al respecto. Se cita, entre otros, a Eduardo Madina, secretario general del Grupo Socialista. Eso sí, la
mayoría de los antiguos miembros de Nueva Vía aseguran que nadie les ha
consultado.
¿Se
opondría alguno a la candidatura de Rubalcaba? Los más zapateristas,
en absoluto. Otros en cambio se amparan en que el proceso de sustitución habría
que hacerlo con calma, para abrir así "distintas opciones".
Algunos
guardan viejas rencillas con el vicepresidente, las mismas que mantienen con
Blanco, a quien algunos, contrarios a las prisas, le atribuyen capitanear la
operación a favor de Rubalcaba. Ahora bien, los más realistas resaltan que el
vicesecretario general nunca haría nada que molestara a Zapatero.