Artículo
de Juan Espino en su blog “Regeneración
Democrática” del 03 de julio de 2009
Desde hace poco se ha impuesto la upeidiana forma de
rechazar problemas, basada en la exitosa táctica del avestruz, no dándose por
enterado el partido, por orden expresa de Rosa Díez y Carlos Martínez Gorriarán, de ningún escrito que no deseen recibir, por una
o muchas firmas que lleve encima y aunque se le entregue a un
"cualificado" servidor de la primera, más hubieran conseguido los
actuantes si me hubieran hecho caso y hubieran enviado un burofax,
o se hubieran personado en las oficinas de Orense con el escrito por duplicado
y que sellaran una copia como fe de entrega. Hay cosas que por mucho que te
esfuerces, no puedes ignorar.
Pues
ante esa forma descrita de eliminar los problemas, no aceptando constancia
alguna de ellos, voy a usar este medio público para solicitar la urgente
apertura de expediente disciplinarios por infracción, a mi entender, muy grave,
contra el afiliado Carlos Martínez Gorriarán por el
uso torticero de su auto-concedida responsabilidad, nunca refrendada por las
bases, y el uso de su poder cuasi omnímodo contra todo afiliado que se atreva a
discrepar de su personal interpretación de la forma de dirigir a UPyD, nada coincidente con nuestro Manifiesto Fundacional
y, por muy patético que parezca, al parecer coincidente al 100% con la de Rosa
Díez.
Esta
llamada de atención va también dirigida al Comité de Ética y Garantías del
partido para ver si sensibilizados, los tres cualificadísimos profesionales que
lo integran —si no lo fueran, no serían admitidos por Carlos Martínez Gorriarán— por la parte ética de su denominación, actúan de
oficio ante tanta chapuza y abuso de poder. Es del todo aberrante que en un
partido democrático se calle y otorgue, ante tan deleznable uso de estatutos y
reglamentos por parte de la dirección de éste. Parece una adaptación trilera de la frase de Groucho
Marx: "Estos son mis principios pero si no le valen tengo más", que
según interpretación de Gorriarán, derivaría a "Estos
son nuestros Estatutos y reglamentos pero si no me sirven, los ignoro o los
cambio hasta que me valgan".
Fruto
de esta ingeniería ética son las recientemente publicadas, junto a los
Estatutos y otros documentos, "actualizaciones" de reglamentos que,
curiosamente, han recibido el suficiente trabajo de I+D
"ético-reglamentario" para permitir que prácticamente bajo las mismas
circunstancias, Armando Flores —favorito de Rosa en Andalucía—, tenga asiento en
el Consejo Político, mientras que Javier Carroquino,
para Rosa, impugnador totalitario (por lo de enmienda a la totalidad, si fuera
por lo de opresor de demócratas, mejor que mirara más cerca de ella), quede
fuera del mismo órgano.
Otro
ejemplo de esa ingeniería "ético-reglamentaria" es prohibir, en
contra de lo marcado por lo reglamentos en vigor en
ese momento, que se destituya a un coordinador provincial que actuó fuera de
reglamentos y en contra de la mínimas normas éticas, según el resto de los
componentes de su coordinadora territorial. Posteriormente y haciendo gala de
un relativismo digno de Zapatero negociando con los etarras, se realizaron las
"actualizaciones" necesarias para justificar, a posteriori, lo que
era injustificable, según los reglamentos vigentes, cuando se hizo. Es
necesario aclarar que el coordinador provincial protegido con tanto ahínco por
la dirección, se jactaba de pasar de la territorial a la que, según él, le
quedaban dos telediarios y estaba continuamente al habla con Madrid, en un
claro ejemplo de "aplaudió" de sus señoritos.
Al comité de Ética y Garantías, le sugiero que comiencen por una lectura,
prestando más atención en ello que cuando lo leyeron con anterioridad, para
detectar múltiples errores incluyendo los cometidos por tan insignes juristas,
del expediente que supuso la expulsión de Ildefonso Cejudo. Llama la atención
que en la carta firmada por Gorriarán, Fabo y
Pimentel, contestación a una que aún no se les había enviado. Los que
hipócritamente no paran de acusar a compañeros de hacer públicos
"documentos del partido" que son accesible para cualquiera que desee
descargarlos desde la página del partido, no tiene el menor rubor de hacer
público el resultado de la votación de una coordinadora territorial, cuyos
contenidos se nos encarecen como secretos por ellos mismos, con tal de
ningunear la elección del Sr. Cejudo. Se le acusa de algo realmente increíble
para alguien que conozca, aunque sea un poco, a Gorriarán.
Según afirma en el escrito acusatorio, Ildefonso le exigió confianza plena en
él. Difícil es admitir que el Sr. Cejudo le exigiera confianza plena a Gorriarán pero, lo realmente increíble es que la soberbia
de éste le dejara irse, al Sr. Cejudo, sin que Gorriarán
le invitara a abandonar el partido o una airada contestación del pequeño gran
hombre.
Sé
que tras esta petición, si aún no estaba firmada mi sentencia de expulsión del
partido, pondrá urgentemente en marcha la maquinaria expulsadora
del partido. Te diré Carlos, que me importa un pimiento que trates de
expulsarme del partido. Es claro que si, como se decía hace años: "Democracia
con Fraga, es como follar con bragas", pues, como diría el interfecto,
"¡Hay que decirlo!" Por lo visto hasta ahora de tu demooooocrata trayectoria (parafraseando a un común
conocido), tu "cualificada" gestión del partido y la Democracia, como
que no, como el agua y el aceite. Vamos, que aplicando reglamentos y
administrando la democracia interna, tienes más peligro que un pederasta en la
dirección de una guardería.
Además,
y eso te molesta porque no puedes manipularme, paso de listas electorales
nacionales europeas o municipales, no vine para asegurarme el futuro y
disfrutar de la mieles del poder, como me temo que habéis hecho Rosa , tú y otros. vine por el
proyecto, por el Manifiesto pero he llegado al convencimiento de que éste y tú
aplicando reglamentos y Estatutos, sois incompatibles. Así que si para luto de
la democracia consigues permanecer con los tuyos, en la cumbre de UPyD, no tendré el menor interés en compartir proyecto
contigo. Si finalmente —indudablemente con mi ayuda, desde dentro o desde
fuera—, algunos demócratas consiguen acorralar a la profesional Rosa, pese al
falso envite de "en un partido con ese reglamento de congreso, yo no estaría" ... claro que estaría, no podría vivir sin ser ella
"la política en la que confíe la gente", siempre que se le permita
chupar cámara, ser la portavoz, etc. Algunos, como los peces, mueren por la
boca, y Rosa necesita tanto de las cámaras, de la política, en el peor y el
mejor sentido de la palabra que, de convertirte en un muro entre el éxito
mediático y ella, ten por seguro que te apartaría propinándote una sonora
patada en el trasero que es, aproximadamente, menos de la mitad de lo que te
mereces por tu comportamiento con la gente honesta.
¡Ah! y si crees que
Rosa no sería capaz de hacerlo, pregúntale a Mikel.