¿QUIÉN TEME A VALIA MERINO?
Artículo de Enrique Suárez Retuerta en “Ciudadanos en la Red” del 15 de noviembre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Es hora de que los políticos comiencen a respetar a los
ciudadanos de este país; es hora de que la política española, que se ha
convertido en una ampliación del ámbito de la delincuencia se redima de su
corrupción por la fuerza de la ley. El mayor problema que tenemos los españoles
es que quienes dicen representarnos públicamente carecen de talla ética
suficiente y les sobra desparpajo para aprovecharse de su posición de poder, de
forma impune y corporativa, como una mafia, porque si unos roban, otros callan,
y otros miran para otro lado, para que siga el negocio adelante.
Si los ciudadanos queremos acabar con esta penosa situación, el primer objetivo
es que no se reproduzcan las actividades demagógicas, denunciando públicamente
a los portavoces de la estafa pública y no permitiendo que haya sucesión a
nuevos herederos. La UPyD aspira al negocio con el
discurso hostil, para recoger el malestar ciudadano y que no adopte otras
formas más agresivas; es un bálsamo para la protesta. ¡Qué bien lo hace Rosa
Díez! ¿Lo hace?, será lo dice, porque hasta ahora ¿qué ha hecho Rosa Díez más
que promocionarse a sí misma protestando?
En Ciudadanos en la Red nos hemos ocupado de ello durante los últimos cuatro
años, somos el Cádiz de la red hispana, nos guía el mismo impulso que a los
españoles que se alzaron en 1808 contra el invasor francés, que condujo en 1812
a nuestros antepasados a enfrentarse contra el poder absoluto representado por
Fernando VII, el rey felón; que indujo a los liberales españoles –los más
honestos representante públicos de nuestra historia- a subyugar al poder real
en 1820 y obligar a Tigrekan a sancionar la primera
Constitución de la que nos dotamos, aunque al liberal Riego y a otros muchos
como Torrijos, Mariana Pineda o el Empecinado les costara su propia vida.
¿Cuánto le debemos los españoles a nuestros antepasados liberales, que crearon
esta nación política haciendo soberanos a los que eran súbditos?
Cuarenta años de dictadura y más de treinta de democracia nos han conducido a
una situación similar a la vivida por nuestros ancestros, porque de forma
discreta, sutil y maquiavélica, el poder en manos de políticos sin escrúpulos
nos ha llevado a los españoles a postrarnos ante el altar de sus demagogias y
besar el anillo de su despotismo, esperando que el Estado nos conceda un
trabajo temporal, una subvención, una contrata, un curso, o una pensión para
seguir sobreviviendo. Nos han vuelto a subyugar convirtiéndonos en siervos a
muchos, a otros en esclavos, cuando los españoles somos y seremos ciudadanos
libres, los legítimos soberanos de la nación española, contra cualquier poder.
UPyD, el partido de Rosa Díez
Cuando Ciutadans no se había acabado de extinguir tras su inutilidad manifiesta, surgió el partido de Rosa Díez. ¡Albricias!, menos mal, dijimos los demócratas, aquí tenemos un personaje dispuesto a luchar por devolverle a este país su dignidad. A la llamada de Vargas Llosa, Savater y Boadella, fueron llegando hombres y mujeres libres para acometer la solemne batalla contra el despotismo voraz de los nacionalistas y sus leales socios socialistas, y la infinita incompetencia de los populares, los conservadores más ridículos de la democracia.
Al fin un partido dispuesto a derribar el muro de estupidez, ignorancia y
corrupción que encierra a los españoles. Y todo iba fenomenal, la alegría de
las obras que comienzan, más tarde la convivencia compartida en los ilusionados
seguidores. ¡Qué bien habla Rosa!, ¡Cuánto vale esta tía!.
Pero entonces, poco antes de que Rosa Díez alcanzara su acta de diputada por
Madrid, comenzaron a ocurrir cosas extrañas: en Cataluña había problemas, como
siempre (¿cómo no va a haber problemas en la Cataluña del Palau
y el Pretoria?). Algunos, que estábamos atentos, contemplamos como gente
honesta, muchos de ellos que se habían marchado de Ciudadanos por la
insoportable patraña en que se había convertido el partido de Rivera,
comenzaron a protestar públicamente. No puede ser, dijimos los que
observábamos, pero sí, otra vez volvían a hacerlo, los mismos de siempre:
boicotear cualquier reacción política contra el poder del PSC y los
nacionalistas, ocupando los lugares desde los que podía hacerse. Porque de eso
se trata la política de los partidos de resistencia, de hacer un discurso de
salvación, mientras el poder sigue estrechando la vida, el no nacionalismo y la
rendición sobrevenida.
Llegaron las elecciones generales, Rosa Díez obtuvo un acta de diputado, pero
entonces se pudo observar la auténtica realidad. ¿Por
qué el partido del discurso antinacionalista furibundo obtenía sus peores
resultados en los territorios españoles donde había problemas con los
nacionalismos y los mejores resultados en donde no los había, precisamente
donde triunfaba el PP. Muchos pensaron que un partido joven se podía permitir
errores, claro. También pensaron que la apelación a la confianza entre
compañeros que hacían los dirigentes, podría suplantar a la democracia hasta
que el partido se hubiera consolidado, por supuesto. Incluso estuvieron de
acuerdo cuando se expulsaba del partido a gente por discrepar, o se baneaba a “los enemigos” que intentaban denunciar lo que
estaba ocurriendo en los blogs de Rosa Díez y Carlos Martínez Gorriarán.
Ciertamente, en marzo de 2008 comenzaron a cambiar las cosas en UPyD, alcanzando el grado de esperpento político al que
estamos asistiendo. Entonces muchos más empezaron a tener dudas sobre lo que
estaba ocurriendo, parecía que lo de Cataluña no era una excepción, sino una
norma. Sin embargo había que ser condescendientes con los dirigentes, ¿por qué
quien podía dudar que querían lo mejor para el partido que sus propios
progenitores?. Obediencia debida y seguir adelante,
pero con cautela, estaban ocurriendo cosas extrañas.
¿Por qué no se permitía la comunicación libre entre los afiliados, ni que se
reunieran?, ¿por qué se consideraba que todo el que no estaba de acuerdo con lo
que decía Carlos Martínez Gorriarán era un traidor?,
¿por qué se estaban yendo los miembros del consejo político fundador –hoy están
fuera un 85 %-? ¿Por qué militantes destacados por su currículum político y
democrático decían que no les gustaba nada lo que estaba ocurriendo?
Dos hechos definieron el futuro, cuando gente que estaba con Rosa y Carlos desde
Basta Ya, se vieron relegados del proyecto, ¡por demócratas!, y entonces
decidieron exigir sus derechos en el partido, incluso judicialmente, crearon
una web de nombre “estanoeslawebdeupyd” y comenzaron
a protestar públicamente por lo que estaba ocurriendo, esto fue motivo de
expulsión –en pleno siglo XXI- ¿Cuántos de los votos de Rosa Díez habrán
conseguido los expulsados?
Poco después, el número dos de Rosa Díez en la candidatura por Madrid, Mikel Buesa, compañero de fatigas de Rosa Díez desde hacía muchos
años y expresidente del Foro de Érmua
dio un portazo solemne y se largó del partido, junto con los babiecos, un grupo de gente que se había plantado ante la
ignominia del comité central del partido.
Comenzaron a surgir numerosos blogs en la red que denunciaban lo que estaba
ocurriendo, primero discretamente, luego realmente indignados, por último,
extraordinariamente cabreados. ¿Cómo podía estar ocurriendo lo que ocurría?
Desde entonces nadie más que dos o tres saben el
resultado de la catástrofe que se enmascara y disfraza cada día. Rosa Díez con
un micrófono y los militantes suficientes para que le monten el circo, no
necesita seguidores, sólo votos y subvenciones para seguir adelante. ¿Para qué
va a querer seguidores con la lata que dan queriendo tener los mismos derechos
que ella?. Así que, como ocurrió en Ciutadans –exactamente lo mismo- se impidió la entrada de
nueva gente en el partido mientras por aburrimiento o expulsión se fue
erradicando a todos los discrepantes, porque en UPyD,
que sigue más el modelo de una secta que de un partido político, sólo hay un
pensamiento posible que es el del aparato del partido, la única doctrina
verdadera, que será presentada como verdad revelada a todos los fieles, y los
fieles más adocenados y con más expectativas de medrar públicamente son los que
se han quedado con Rosa Díez.
Y ahora lo quieren legitimar con un Congreso
Ahora lo que pretenden los dirigentes de UPyD
es legitimar democráticamente el sistema feudal que han organizado sus
dirigentes, será como votar un referéndum con Franco, algo parecido a lo que
hizo recientemente Hugo Chávez en Venezuela, para ello, por supuesto, lo
primero ha sido crear una ley que lo permita, un reglamento precongresual que
determina que Rosa Díez va acompañada de los suyos y quien quiera a Rosa Díez,
tendrá que aceptar a quienes ella designe para que la
acompañen en la dirección del partido (no a quien ellos quisieran elegir,
entiéndase bien).
¿Cuántos coordinadores iniciales del partido han sido reemplazados?. ¿Cuántos se han ido dando de baja? ¿Cuántos militantes se
han ido?, ¿Cuántos militantes no dejan de protestar?.
¿Cuánta gente ha llorado por lo que han hecho estos engreídos déspotas con la UPyD, su partido?
Se eligieron delegados, los oficiales que asentían a lo que diga Rosa con todas
las facilidades, los discrepantes que pedían democracia con todas las trabas,
pero estos delegados no son una asamblea constituyente pues sólo pueden elegir
un consejo político que no tiene capacidad decisoria, y votar 3000 enmiendas en
dos horas, porque todo el poder se ha concentrado en
el Consejo de Dirección que Rosa Díez trata de imponer, como un viejo Comité
Central del partido comunista.
El sistema de elección es novedoso –como todas las chapuzas que anticipan un
pucherazo- así que los afiliados podrán elegir entre Rosa Díez y quien se
atreva a presentarse, y en este caso ha sido Valia
Merino el elegido por sus compañeros democráticamente. Pero Valia
Merino no juega en igualdad de oportunidades (isogoría)
ni de leyes (isnomía). Es una nueva alegoría de David
contra Goliat. ¿Y por qué no juega en las mismas condiciones?, pues porque a
fecha de hoy y queda una semana para el congreso, todavía no sabe ni a quien
tiene que dirigir su discurso porque a su candidatura no se le ha permitido
acceder al censo de militantes, porque Rosa Díez ocupa el 100 % de la web
oficial, y porque se prohíben terminantemente la comunicación fuera de los
canales establecidos –y controlados- por el partido.
Pero aún así podría esperarse una Comisión Electoral independiente que pusiera
orden en todo este caos –que ha tenido dos años dos, para organizarse-, pero no
será así, porque la Comisión Electoral formada por siete miembros, tienen entre
ellos a tres miembros de la candidatura de Rosa Díez, y estas cosas es las que
se hacen en el partido que pregona la separación de poderes por boca de su
portavoz.
No acaba aquí el despropósito, porque si todo la estrategia que se ha urdido
fallara, aún quedaría el voto telemático, una baza de última hora para organizar
un resultado a la medida de los intereses de Rosa Díez, vendiendo modernidad y
tecnología –un sistema que ha denostado la Unión Europea hasta para Afganistán
por sus escasas garantías democráticas-
Y ante este monstruo voraz que han creado los políticos de UPyD
organizados como una secta, un ciudadano se yergue recortando su silueta sobre
el horizonte del ocaso: Valia Merino. No le conozco,
nunca le he escuchado, le he leído por primera vez al hacerle la entrevista en
nuestro foro y me ha gustado, jamás he hablado con él, pero no importa sé que
si se enfrenta a Rosa Díez, representa la lucha por la libertad, la democracia,
la pluralidad y la justicia, y con eso para mí es suficiente, porque Rosa Díez
representa exactamente lo contrario.
Hoy a las 22 hora podrán ustedes
conocerle en el canal Intereconomía de Televisión.
Suerte Valia, no estás solo.