INDIGNADOS: SEMBRAR VIENTOS
Artículo de José García
Domínguez en “Libertad
Digital” del 16 de junio de 2011
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
En cada presidencia de consejo comarcal mora un Che Guevara dado a echarse
al monte trabuco en ristre. Nada más omnipresente que su olímpico desprecio
hacia el Estado de Derecho. Cada día, una lección magistral.
Por razones de economía de espacio, considere el
lector enunciada la obvia repulsa moral que a todo ser sumariamente civilizado
ha de merecerle lo acontecido en Barcelona. Dicho eso, permítaseme que glose
una forma de barbarie que, con el tiempo, ha ido ganando la solera propia de
las tradiciones locales. Recuérdese al respecto el asedio padecido por la
diputada Rosa Díez en el interior de una dependencia pública, la Universidad
Autónoma de Barcelona por más señas. O los precedentes parejos sufridos por
Fernando Savater, Jon Juaristi,
Francisco Caja, Aleix Vidal Quadras o José María
Aznar, entre muchos otros. En ningún caso inopinadas excepciones sino, bien al
contrario, rutinaria confirmación de una norma consuetudinaria en la plaza. Ésa
que prescribe acallar, de grado o por la fuerza, a quien no asienta sumiso a la
vulgata identitaria.
Muy patriótica violencia cerril ante la que las
cotorras oficiosas de TV3, esas desoladas plañideras que ahora tanto se
desgañitan en su pesar, siempre saben guardar cómplice silencio. Connivencia
que igual les empuja a jalear los alardes insurreccionales del mismo establishment que hoy huye del Parlamento oculto en
helicópteros y furgones blindados. Ora presumiendo de pasarse por el forro de
su soberana voluntad las sentencias firmes de la Justicia, tal como el insumiso
Mas frente al mandato de reinstaurar el bilingüismo.
Ora recreándose en el gamberrismo institucional, al modo de la ínclita
Montserrat Tura cuando, aún consejera de Justicia, alardeaba de vetar la lengua
común en becas y expedientes.
Ora propalando el abierto repudio a la Ley, así el
pobre Montilla ante el dictamen del Constitucional sobre el Estatut.
Et caetera. Por no mentar la cómica ristra de
alcaldes de pueblo que se dicen "desvinculados" de la Carta Magna. Y
es que, de un cuarto de siglo a esta parte, no hay rincón de la Generalidad
donde falte un Cromwell presto a proclamarse lord
protector de Cataluña para pisotear las normas todas del Reino. Al tiempo, en
cada presidencia de consejo comarcal mora un Che Guevara dado a echarse al
monte trabuco en ristre. Nada más omnipresente que su olímpico desprecio hacia
el Estado de Derecho. Cada día, una lección magistral. La más eficaz pedagogía
del vandalismo antisistema que quepa imaginar.
Sembraron vientos. Ahí tienen la cosecha.
José García Domínguez es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.