¡CUIDADO CON EL GOLEM!
Artículo de Carlos Martínez Gorriarán en su blog de “ ¡Basta Ya! ” del 22 de Septiembre de 2009
Por su interés y
relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Con un breve comentario al final:
¿QUIÉN ES EL GOLEM, GORRIARÁN?
Luis Bouza-Brey (22-9-09, 10:30)
Reproducción del golem en la judería de Praga
¿Quién no ha fantaseado alguna vez con disponer de alguien o algo que le ayude a ejecutar tareas desagradables, aburridas o peligrosas? Un robot, un doble o un golem, ya puestos, que vaya en lugar de uno a trabajar, a ese compromiso social detestable o a comprar el pan un día de aguaceros. De todos estos sosias, el golem es literariamente más enjundioso. Procede de la tradición judía centroeuropea, según la cual un golem es una figura de barro animada por artes cabalísticas que puede trabajar en nuestro lugar y encargarse de determinadas tareas. Eso está muy bien, pero tiene el inconveniente –la cruz- de que el golem es un ser torpe y tonto –golem también significa retrasado mental en yidis- que puede resultar peligroso por su absoluta falta de sentido común. Una vez iniciada una misión, el golem actúa hasta haberla consumado sin reparar en las consecuencias, porque carece de juicio para parar o cambiar de planes en función de las circunstancias y de las consecuencias de sus actos. En uno de los relatos folklóricos acerca de golem, un rabino de Praga fabrica uno que casi destruye el gueto antes de que consigan detenerlo. Es lo que tiene jugar con esas criaturas.
Por fortuna, la mayoría de nosotros carecemos de medios para fabricarnos un golem a medida. El mundo sería muy peligroso con las calles llenas de estúpidos golem programados para toda clase de encargos incomprensibles para ellos. Un golem taxista atropellaría a todos los peatones cruzados en su camino, o metido a maestro acabaría con la indisciplina en las aulas tirando a todos los alumnos díscolos por la ventana (no quiero dar ideas, es un ejemplo). A cambio de evitar estos peligros, debemos trabajar y resolver nuestros asuntos por nosotros mismos. Pero existen ciertas entidades que sí tienen la capacidad de fabricar algo bastante parecido a un golem a partir de material humano corriente. Pareciendo más listos y competentes que el golem tradicional de arcilla, este golem humano es, sin embargo, igualmente incontrolable y destructivo cuando se dedica a la que resulta ser su principal y único empeño: asegurarse su propio medro.
El grupo Prisa, por ejemplo, algo tiene que ver con la fabricación del golem político llamado José Luis Rodríguez Zapatero. Durante una larga temporada, la anterior legislatura y el comienzo de la actual, los editoriales y opinión del grupo estaban arrobados de emoción con las salidas y andanzas de su criatura. Todo les parecía bien, oportuno, brillante, necesario: la negociación con ETA condenada al fracaso de antemano; el insensato apoyo al soberanismo catalán y el compromiso imposible de aceptar cualquier nuevo Estatut; los desplantes a Estados Unidos y la connivencia con aspirante a dictadores como Chávez y compañía; el reparto de la justicia pactado con el PP; la gesticulación seudo progresista que encubre una demagogia peligrosa… Todo, hasta que llegaron las vacas flacas, los resultados del grupo y sus iniciativas empresariales no tuvieron los resultados apetecidos, y se encontraron con que su golem estaba al frente de un gobierno que negaba que hubiera crisis económica, que adoptaba una política económica disparatada y errática –aunque no más que cualquier otra de sus políticas, sea la territorial, la internacional o la educativa- y, que -¡máximo error y horror!- cambiaba de caballo comunicacional al final de la carrera, favoreciendo descaradamente los intereses de un grupo rival convertido en nuevo valido informativo del zapaterismo.
En fin, que el golem se les ha escapado, no atiende a razones y amaga con destruir el gueto en su loca carrera por llegar como sea a unas nuevas elecciones en las mejores condiciones para sí mismo, aunque sea al precio de gobernar la pura devastación.
Claro que el problema no se milita a Prisa y el desboque de Zapatero. Otros grupos de comunicación se afanan por crear sus propios golem y soltarlos tras el del rival, a ver si lo deja fuera de combate y trabaja para ellos. Incluso cuando se trata de iniciativas tan modestas como la que representa UPyD, tratan de fabricar un golem propio que represente sus intereses. El domingo, sin ir más lejos, El Correo de Bilbao fabricó una disidencia interna formada por “dirigentes y fundadores” vascos –hay la manía de atribuirnos más fundadores que afiliados, como en una peli mala de indios donde todos son jefes-, con una foto torticera que sugería que Gorka Maneiro era uno de ellos y que, como pudo verse en la asamblea informativa sobre el Congreso celebrada ese mismo día en San Sebastián, eran tres personas empeñadas en imponer su tabarra sobre “democracia interna” –básicamente, ésta consiste en pasarse las normas por el arco del triunfo y en imponer sus muy minoritarias opiniones a cualquier mayoría- a otras cuarenta personas incapaces de aguantar ni un segundo más su doble moral, su retorcida estuticia y su canallesca deslealtad. Por su parte, el diario El Mundo informaba de que algunos expedientados presentarán enmiendas a la totalidad a las ponencias del Congreso a través de afiliados interpuestos: ¡todo un ejercicio de transparencia y limpieza democrática! Por supuesto, ese mismo diario, como El Correo, no ha dedicado una sola línea a informar a sus lectores de cómo será ese Congreso, de su reglamento, elección de delegados y de la dirección, enmiendas y ponencias, etc. No, prefieren reservar todo su espacio e interés a los golemcitos que, al parecer, esperan que controlen un partido en ascenso que ahora no pueden controlar. O que, en caso contrario, habrá que intentar destruir recurriendo a esos “seres descerebrados o entidades al servicio del hombre bajo condiciones controladas pero enemigos de éste en otras”, según la brillante definición de la popular Wikipedia. Bueno, pues cuidado con los golem metidos a políticos: si se escapan pueden revolverse contra sus creadores. Que les pregunten a los de Prisa, si no.
Con un breve comentario al final:
¿QUIÉN ES EL GOLEM, GORRIARÁN?
Luis Bouza-Brey (22-9-09, 10:30)
¿Quién es el golem, Gorriarán?
Porque yo sólo identifico a uno al que se le dio
cuerda (confianza) para construir un proyecto de Regeneración democrática y
actúa como su máximo “terminator”, mediante
expedientes arbitrarios, estructuras inconstitucionales e ilegales, vulneración
de los Estatutos de UPyD y de la Ley de Partidos con
un Reglamento precongresual aberrante, diseño de unos nuevos Estatutos
caudillistas y bananeros, paranoia agresiva contra cualquiera que tenga la
osadía de pensar por su cuenta, maniobrerismo
constante para mantenerse en el machito…etc., etc., etc.
¿Quién es el golem, Gorriarán?