LA DIFERENCIA ENTRE "GERÓNIMO" Y
"FAISÁN"
Artículo de
José Antonio Gundín
en “El
Semanal Digital” del 05 de mayo de 2011
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Obama se ha marcado un objetivo
irrenunciable: derrotar y eliminar a los terroristas. En España, los asesinos
se fugan y se apoya al brazo político de ETA
Primera condición para derrotar al terrorismo: querer derrotarlo. Segunda condición:
derrotar a los terroristas. Tercera condición: no renunciar jamás a las dos
anteriores. Esa es la lección que acaba de impartir Barack Obama para aprovechamiento de todos, empezando por quienes
lo elevaron hace dos años a los altares de la progresía como nuevo beato laico
y luego le dieron el Nobel de la Paz a cuenta. ¿Habrá aprendido la lección su feligresía
española? Parece que no, a juzgar por el espectáculo montado en torno a la
ilegalización de Bildu.
Estaba descontado que los nacionalistas vascos salieran en ardorosa defensa
de los batasunos, pues como ya dijimos en Lo
que el PNV exige a Zapatero a cambio de su apoyo hasta 2012 , del 6 de
abril, y en Bildu y la negociación del Gobierno con Batasuna ,
del 27 de abril, es la única forma en que recuperen el Gobierno de Vitoria.
Pero no figuraba en el guión que los socialistas vascos y catalanes se
revolvieran públicamente contra la sentencia del Tribunal Supremo. La reacción
del PSC y del PSE es, además, de provocadora, muy sospechosa, pues lejos de
significar rebeldía o disidencia suena a reparto de papeles entre un PSOE, que
está obligado por el pacto antiterrorista con el PP, y unas sucursales que
practican el nacionalismo de los acomplejados.
Buena parte de los dirigentes socialistas periféricos, y no tan
periféricos, abominan de los pactos con el PP, ya sea el que sostiene a Patxi López al frente de Ajuria Enea, ya sea el
antiterrorista y el de la Ley de Partidos. Esa es la razón por la que la
izquierda aún no ha digerido el monumental fracaso de la negociación con ETA,
por la que tres asesinos en serie estén huidos sin que el Gobierno dé muestras
de mayor preocupación y por la que las víctimas del terrorismo sienten la
obligación de salir a la calle cada cierto tiempo para dar la voz de alarma.
Esta semana ha sido muy ilustrativa de cómo se enfrentan al desafío
terrorista los gobiernos norteamericano y español. El primero lo hace sin
complejos, con convicción y con el apoyo unánime de la sociedad; el segundo, el
de Zapatero, jamás ha empleado la palabra "derrota" referida a ETA y su
política antiterrorista ha dividido gravemente a la sociedad española,
sembrándola de sospechas, medias verdades e intenciones ocultas, con chivatazos
bochornosos para un Estado de Derecho. ¿Se imagina alguien que en Estados
Unidos una parte del Partido Demócrata protestara contra la persecución de los
terroristas islámicos y rechazara la operación contra Bin Laden? Pues eso es lo que, salvando las
distancias, está sucediendo en España con los dirigentes socialistas y la
derrota de ETA.
Mientras tanto, Troitiño, De Juan Chaos y Josu Ternera continúan prófugos de la Justicia. Y no
será porque la competencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles
tengan nada que envidiar a los estadounidenses. La diferencia reside en otra
parte. Allí se planifican operaciones como la "Gerónimo", mientras que aquí las operaciones se
llaman "Faisán".