REINVENTANDO EL PSC
Editorial de “El Imparcial” del 03 de diciembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web
La
debacle electoral de los partidos integrantes del tripartito en las últimas
elecciones catalanas le está pasando ya factura tanto a Esquerra como al PSC,
cuyos cabezas visibles, José Montilla y Joan Pigcercós,
han puesto ya sus cargos a disposición de sus respectivas ejecutivas. Pero
mientras que el proceso interno de los secesonistas
pasa por una mera renovación de caras y algo de cosmética para que la nueva
formación de Joan Laporta no les coma demasiado terreno, la renovación en el
seno del socialismo catalán se atisba complicada. Buena prueba de ello es en
descontento que a nivel local han causado las quejas de destacados barones
socialistas de fuera de Cataluña, analizando las posibles causas del
descalabro.
Causas
que pasan, en buena medida, por los compañeros de viaje -fundamentalmente Esquerra-
que ha elegido el PSC durante estos siete años en su deriva nacionalista.
Cierto que no se han hecho bien las cosas y que el lastre de Zapatero y su
gestión de la crisis han hecho el resto, pero lo que resulta evidente es que
aliarse con un partido antisistema como es Esquerra
trae consecuencias. Dichas consecuencias quedaron patentes el pasado domingo,
cuando el PSC obtuvo su pero resultado de la
historia.
Ahora
es el sector más catalanista del PSC quien pretende refundar el partido en
Cataluña, y que muestra su descontento ante las críticas recibidas desde el
seno del propio PSOE. José Zaragoza, Ernest Maragall,
Carmen Chacón y demás deberían reflexionar acerca de los calamitosos réditos
que les ha supuesto su viraje hacia el nacionalismo. Los socialistas catalanes
tendrían que entender la preocupación de sus compañeros de partido fuera de
Cataluña, que temen un efecto contagio en sus respectivos territorios. La
sangría de votos se ha producido por el lado constitucionalista, y no por el
nacionalista, por más que desde Barcelona se empeñen en ignorarlo. Y si siguen
enrocándose en este sentido, quizá tendría más sentido quienes abogan por
“progresar” en la misma línea abandonen las siglas del PSC y funden un nuevo
partido catalanista de izquierdas. O Ferraz toma cartas en el asunto, o los
socialistas tendrán serios problemas en Cataluña a muy corto plazo. Un pasivo
que nos afecta a todos, en la medida que un partido socialista
constitucionalista y fuerte en Cataluña ha sido uno de los grandes activos de
esta democracia y, por ende, la erosión que le ha supuesto la política del
señor Zapatero es, desde el punto de vista del sistema, muy mala noticia para
todos.