GUIRIGAY EN EL PSOE TRAS EL BATACAZO

Informe de  El Confidencial de “El Imparcial” del 25 de mayo de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Nadie sabe todavía si se celebrarán elecciones primarias en el PSOE para elegir candidato, que es lo que pretenden Zapatero y Blanco; o se presentará sólo Rubalcaba, como apoyan muchos dirigentes; o se adelantarán las elecciones, como ya han exigido algunos diputados del PSC; o se celebrará un congreso extraordinario para elegir a un nuevo líder del partido y que Zapatero haga las maletas de una vez, como ha declarado este mismo martes Patxi López. Y, lo peor, nadie sabe lo que piensa el todavía presidente del Gobierno, a pesar de que en la misma noche electoral aseguró que se celebrarían primarias y agotaría la Legislatura.

En caso de que se optara por las primarias, el guirigay podría incluso subir de tono. Porque a Rubalcaba le apoyan los barones y un nutrido grupo de dirigentes; a Carmen Chacón, Zapatero y, claro, Blanco; y José Bono no se rinde y ya se postula para luchar por el liderazgo del partido. Este mismo lunes, en su discurso en la entrega de los Premios Paquiro, el presidente del Congreso apostó por una España unida y coherente. Un discurso que muchos asistentes interpretaron como su particular pistoletazo de salida hacia esas primarias que nadie sabe si se celebrarán.

Pero, según fuentes socialistas, la opinión de Zapatero ya cuenta poco, pues los socialistas le acusan de ser el máximo responsable de la derrota y ya sólo la apoya Blanco. Además, y, según esas mismas fuentes, el presidente se ha enclaustrado en la La Moncloa, con su lógica depresión postelectoral, ha desaparecido de la escena y parece esperar acontecimientos, como siempre ha hecho.

Mientras, CiU amaga con apoyar una moción de censura y en la sede del PP se lo están pensando. El panorama político español, así, ha encallado con un Gobierno a la deriva, una oposición crecida, con el todopoderoso poder autonómico en sus manos, y unos socialistas que no saben cómo evitar sufrir otra humillante derrota en las elecciones generales.

Saben, eso sí, que con Zapatero en La Moncloa el desastre está asegurado y, por eso, buscan la fórmula para que el presidente desaparezca del mapa político y que una cara nueva haga olvidar a sus votantes que España ha sufrido al peor presidente de la democracia. Porque eso, hasta los propios socialistas ya lo saben. La respuesta está al caer. El guirigay socialista continuará hasta que no se tome una decisión que les permita sacar la cabeza del atolladero en el que les ha metido Zapatero.