LA CAUSA DE LA
DERROTA SOCIALISTA
Editorial
de "El Imparcial" del 22-11-11
Por su interés y relevancia he
seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web.
Si echamos un vistazo al escrutinio electoral, podemos
inferir que es mucho más reseñable la debacle socialista que la victoria
popular. De hecho, el PP ha obtenido medio millón de votos más que en las
pasadas generales, mientras que el PSOE pierde casi cuatro millones con
respecto al mismo período. Si vamos al detalle, el panorama es todavía más
desolador. Los socialistas sólo ganan en dos provincias -Barcelona y Sevilla-,
pero pierden en todas las comunidades autónomas, Cataluña y Andalucía
incluidas. Especialmente grave es el caso de Madrid, donde el PP les gana en
177 de sus 179 municipios.
Algo así no es casual, y tampoco puede obedecer a un solo
motivo, como sostenía Zapatero culpando a la crisis. Que también, eso es
evidente; una crisis como la que padecemos desgasta, igual que desgasta el
poder. Sin embargo, lo dramático aquí ha sido la gestión de esa crisis:
improvisada y calamitosa a partes iguales. A eso hay que añadir la deriva
nacionalista preconizada por el propio Zapatero, y cuyos resultados a la vista
están: perdieron Galicia, después Cataluña y, salvo milagro, Euskadi será la
siguiente.
Hay más. La pérdida de prestigio e influencia en el
concierto internacional es otro de los “méritos” achacables al señor Zapatero
en último término, pero extensible también a Miguel Angel Moratinos y Trinidad
Jiménez. En este sentido, hay que llamar la atención sobre uno de los
principales despropósitos del Presidente en funciones, cual es el de haberse
rodeado de un grupo de mediocres -Leire Pajín, Carmen
Chacón, José Blanco, Eduardo Madina- que, lejos de
ayudar, lo que han hecho ha sido agrandar las carencias de alguien ya de por sí
escasamente capaz. Lo peor es que ahora suenan en muchas quinielas para optar a
la sucesión en el PSOE. Y eso sería otra catástrofe. Quien ha sido el problema,
no puede ser la solución. Los socialistas deben aprender de este reciente
pasado si no quieren hipotecar su futuro. Más les vale, pues, pedir cuentas a
los responsables de semejante batazazo -no sólo a
Rubalcaba- y reinventarse si quieren recuperar el norte.