CAMBIO DE RÉGIMEN
Artículo de Federico Jimenez Losantos en “El Mundo” del 29.04.08
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que
sigue para incluirlo en este sitio web.
Fue Jaime Mayor Oreja el que primero lo dijo en La
Mañana de la COPE: lo que realmente quería Zapatero, con sus aliados
separatistas y sus dialogantes terroristas, era liquidar la Transición,
conseguir 30 años después de la muerte de Franco y la llegada de la democracia
de la mano de los franquistas -Juan Carlos, Suárez, Torcuato- que el modelo de
cambio de régimen que parte de la Reforma Política de Suárez y que desemboca en
el régimen constitucional de 1978 -ambos respaldados abrumadoramente por la
ciudadanía en sendos referendos- anulase estas tres décadas porque la izquierda
se veía con fuerza para imponer la ruptura. Y hacer ver que en el bloque del antifranquismo sólo faltaba ETA mientras que en el bloque
Constitucional sobraba el PP.
Para eso Zapatero dialogaba con unos en Perpiñán o
Suiza, y creaba contra los otros el Pacto del Tinell.
Después de Jaime Mayor, esa tesis la han defendido en la COPE todos los líderes
del PP con la única excepción de Gallardón (y eso porque desde que insultó a
una persona de mi equipo en directo dije que no volvería a mi estudio si no se
disculpaba; hasta ahora).
Sí. La fonoteca de la COPE, esa cadena de radio que ha
sido la gran referencia de toda resistencia cívica al cambio de régimen
auspiciado por ZP, alberga, ay, un interminable florilegio de declaraciones de
todos los líderes del PP en ejercicio, pero todos, de Rajoy a San Gil, de Soria
a Feijoo, de Piqué a Camps, de Valcárcel a Arenas, de
Floriano a Alcalde, de Pedro Sanz a Miguel Sanz, de
Aguirre a Sirera y de Imbroda a quien usted quiera; y
todos abundando en la misma Tesis Mayor: estamos ante un cambio de régimen
perpetrado a espaldas del pueblo y a través de unos Estatutos de Autonomía, con
el de Cataluña a la cabeza, que liquidan la soberanía del pueblo español como
base del Estado y destruyen a España como nación de ciudadanos libres e
iguales. Para impedir esa traición a la Ley y a la Nación, a España y a la
Libertad nos pidió el voto Rajoy hace menos de dos meses. Y más de 10 millones
de españoles se lo dieron.
¿Y qué se ha hecho en siete semanas de la frase
«España es una gran nación de ciudadanos libres e iguales», que tanto repetía
Rajoy? ¿Qué fue del ímpetu nacional que movía a veteranos (Fraga, Aznar),
noveles y mocitos añejos de Nuevas Generaciones? ¿Qué fue de aquella España que
se predicaba en el Levante Seco y el Occidente mojado, en el Profundo Sur y el
atribulado Norte, al Este y al Oeste de un esperanzado Madrid que era el gran
escaparate de Gobierno del PP y más capital de España que nunca?
El PP puede perder la vergüenza y la memoria en
Bulgaria. Pero muchos no olvidamos que pidió y obtuvo nuestro voto para impedir
el cambio de régimen, no para acompañarlo.