POPULISMO PELIGROSO
Artículo de Ernesto Ladrón de Guevara en “El Semanal Digital” del
24.05.05
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
No son buenos tiempos para
España.
El Sr. Zapatero ha apostado por el populismo como forma de gobierno, en lugar de
afrontar los retos siempre difíciles de una política de Estado, que implica
sacrificio, esfuerzo y una práctica de responsabilidad que obliga a tener que
decir no cuando hay que hacerlo y oponerse a lo que suponga desvertebración,
agravios entre españoles y balcanización del Estado.
Pero los socialistas no gobiernan en función de la defensa del interés general
de todos los españoles como conjunto, como idea de Estado, sino en aras del
poder. Prefieren asegurarse un poder a corto plazo, para disfrutar de los
oropeles y ventajas económicas que comporta éste, a dar respuestas a medio-largo
plazo para consolidar la modernidad de un Estado que pueda codearse con los
grandes de la Unión Europea como son Francia, Alemania o Italia, por no hablar
de Gran Bretaña. Y para ello necesitan articular cuatro claves que les permitan
mantenerse en ese poder como fin en sí mismo: una clave es la del populismo, que
consiste en dar mensajes sencillos, simples, sin contenidos doctrinarios y sin
fondo ideológico.
Otra clave es arrinconar y apartar de cualquier acuerdo de Estado al Partido
Popular, que es con diferencia el primer partido de la oposición ya que el resto
no deja de ser más que una amalgama poco representativa de pequeños partidos
periféricos o de partidos residuales que en número de escaños están a distancia
estratosférica respecto al líder de la oposición.
Otra más es la de configurar un espectro de acuerdos con los partidos que
propugnan la desaparición de España y su fragmentación en reinos de taifas por
razón de una mitología y falsificación de la historia que ha calado por la
espantosa caída de los elementos culturales básicos, debida al desastre
educativo que nos pone a la cola de los países desarrollados, como lo demuestra
el informe PISA, lo que no hace más libres a los ciudadanos o menos
manipulables.
Otra clave que completa las cuatro patas de la sostenibilidad del proyecto
estratégico socialista es la de posibilitar la desaparición de las acciones
terroristas como elemento para su continuidad futura al frente del Gobierno. Y
para eso los socialistas parecen estar desarrollando una actividad frenética
pero a la deriva, peligrosísima para los principios que justifican el
funcionamiento del sistema democrático, pues a tal objeto no parece que vayan a
reparar en medios, incluso la de la demolición de los consensos constitucionales
básicos.
Ante todo este elenco de situaciones, el Sr. Rajoy debe tener claro que no está
solo. Nos tiene detrás a millones de españoles.