ETNONACIONALISMO =FM+DG +- D (FM, DG)
Luis Bouza-Brey, 16-1-97
¿Qué discurso es este de que
"el que no esté conmigo está contra Cataluña"?
¿Es que va a ser la letanía "per secula
seculorum" de los nacionalistas? ¿No va a
ser capaz nunca la izquierda catalana de desenmascarar ese discurso? ¿Vamos
a tener la democracia y la libertad congeladas para siempre en la cultura
política de Cataluña?
Estos días, con motivo de la
polémica acerca de los recursos de inconstitucionalidad contra el nuevo
sistema de financiación autonómica, han vuelto a surgir los tics
de siempre. Se ha exigido al PSC que opte entre "estar al servicio del
PSOE o de Cataluña". Se ha afirmado que el PSC se descalifica para
dirigir Cataluña si no se opone al recurso de inconstitucionalidad del
PSOE, etc.
Aquí, lo que no sea estar a favor
de la independencia o de una confederación que abrirán el camino
al desastre, es estar contra Cataluña. ¿Es que la izquierda
catalana no va a plantar cara nunca? ¿Es que no hay ningún
líder en la izquierda que diga basta?
No voy a entrar ahora a fondo en lo que
significa que el Estado ceda capacidad normativa sobre el IRPF u otros
impuestos estatales a las Comunidades Autónomas. Pero desde luego, un
Estado federal no se construye así. Y la izquierda dice que es federal,
¿no?, ¿o es que no lo es? ¿o es
que no sabe lo que es?
Lo que no se puede hacer es negar el
derecho a recurrir al Tribunal Constitucional para resolver un tema tan
complejo como el de la construcción del Estado autonómico. Ya
decidirá el TC qué es lo constitucional.
Pero, en mi opinión, en el nuevo
sistema de financiación hay dos aspectos discutibles:
1) La decisión
de permitir que las Comunidades Autónomas se queden parte del IRPF en
función de la recaudación.
El IRPF es un impuesto
cuya función es distribuir la renta en todo el Estado y, por tanto, no
se puede territorializar. Si se aplicara esta
lógica de territorializar el impuesto en
Cataluña, los habitantes del Barcelonés
podrían rechazar su obligación de pagar más que los del Solsonés o el Alt Camp. O
defender el derecho de quedarse con aquello que sobrepasara la media de
recaudación de Cataluña. Y lo mismo los de Pedralbes
con respecto al distrito V.
2) La atribución
a las Comunidades Autónomas de capacidad normativa sobre los impuestos
estatales rompe la unidad económica de España, creando barreras
locales a la libre circulación de personas y bienes.
Recordemos lo que dicen los
artículos 138 y 139 de la Constitución:
"Art. 138.- 1. El
Estado garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad
consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el
establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las
diversas partes del territorio español, y atendiendo en particular a las
circunstancias del hecho insular. 2. Las diferencias entre los Estatutos de las
distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en
ningún caso, privilegios económicos o sociales."
"Art. 139.. 1. Todos los españoles tienen los mismos derechos
y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado. 2. Ninguna
autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente
obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las
personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español."
Pero volvamos al nacionalismo
catalán. Yo estoy llegando a la conclusión de que en él, y
en el nacionalismo en general, hay tres almas: la fundamentalista, la
demagógica y la democrática. Lo triste es que cuando a los nacionalistas
se les lleva la contraria emergen las dos primeras y desaparece la tercera. Y
eso degrada de tal manera la democracia en Cataluña que o alguien se
planta o vamos para atrás.
La izquierda catalana tiene que hacer oír
su voz de una vez por todas, desenmascarando estos dos tipos de discursos:
a) el fundamentalista
(FM), que significa pereza mental, anacronismo y fanatismo, al rechazar como
sacrilegio o traición lo que es pluralismo y racionalidad, y
b) el demagógico
(DG), de aquellos que se apropian conscientemente del nombre de Cataluña
para anular al discrepante y mantener a un sector del pueblo catalán
inmóvil en el "sentimiento único" ---no le llamemos
pensamiento a eso--- y el voto fiel.
Cuando la izquierda cumpla con su
obligación, criticando frontalmente ambos discursos, éstos
dejaran de ser rentables electoralmente, y el alma sensata y democrática
(D) del nacionalismo se verá obligada a predominar.
Entre tanto, mientras la izquierda siga
plegándose a la dinámica del pasado, Cataluña
seguirá inmóvil.