¡NO TOMARAS EL
NOMBRE DE DIOS EN VANO!
Luis Bouza-Brey, 17-4-97
En “LA VANGUARDIA” del martes
quince de este mes se lee:
BARCELONA. (Redacción y agencias.)
-- Los obispados de Girona, Vic, Tarragona y Solsona
exigen a los castellanohablantes que aprendan el catalán en aras de su integración
a Cataluña, en un editorial conjunto que publica el "Full
Parroquial" del próximo domingo.
...El texto invita a los fieles a
"recibir como hermanos a los castellanohablantes, facilitándoles la
integración en nuestro país, pero exigiéndoles al mismo
tiempo que respeten nuestra identidad y que aprendan nuestra lengua como
nosotros hemos tenido que aprender la suya"
Cuentan los libros de historia que cuando
los franquistas entraron en Barcelona, a aquellos que oían hablar en
catalán les amonestaban diciéndoles "¡Habla en
cristiano!". Posteriormente, esta amonestación se transformó
en prohibición y sanciones, para los que hablaran el catalán en
público.
Parece que ciertos párrocos
"trabucaires", ascendidos a la prelatura, han aprendido bien la lección,
y pretenden convertir a los castellanohablantes al cristianismo
"diferencial".
No les basta el proceso de
inmersión lingüística que se realiza en las escuelas de
Cataluña, ni que éste haya sido aceptado con generosidad y
ánimo positivo por la población inmigrada, "exigen" que
toda la población aprenda el catalán. Supongo que para dar un
valor cristiano a sus oraciones y comuniones, valor que perderían si las
efectuaran en castellano.
¿En nombre de quién escriben
estos santos prelados? ¿de Dios?, ¿de la
Iglesia católica?, ¿de la Iglesia catalana?
Seguramente hablan en nombre de alguna
comunidad de regantes o del municipio de Manresa, pues en LA VANGUARDIA de hoy
se lee que
Tres
de los prelados que desataron la polémica con su hoja parroquial se han
adherido a esta iniciativa de la Associació per a les Noves Bases de Manresa. Se trata de Jaume Camprodon (Girona), Antoni Deig (Solsona) y el arzobispo emérito de Tarragona, Ramon Torrella.
... Y la iniciativa se explica así:
BARCELONA. (Redacción.) -- Cuando
aún no se ha apagado la polémica suscitada por el "Full
Parroquial" de las diócesis de Girona, Tarragona, Vic y Solsona, en el que sus cuatro obispos exigían a los
castellanohablantes que aprendan a hablar en catalán, un nuevo
manifiesto se sumó ayer al debate suscitado en torno a la conveniencia o
no de elaborar una nueva ley del catalán. Este pronunciamiento,
adelantado ayer por "La Vanguardia", aboga por un cambio legislativo que
haga del catalán "la única lengua oficial de Cataluña, sin perjuicio del
reconocimiento recíproco de derechos lingüísticos
individuales".
Pero me encuentro algo confuso, pues leo
que este nuevo papel lo firman también ilustres rectores de Universidad,
y electos dirigentes socialistas, republicanos y convergentes; y lúcidos
intelectuales de postín.
¡Vaya!, pues debe ser que toda la
sociedad catalana quiere cambiar el artículo tercero de la
Constitución, y dirigir Cataluña hacia el monolingüismo.
¡Y yo que no me había enterado!
Tengo que corregirme, pues seguramente de
tanto trabajar delante del ordenador debo haber entrado en un mundo virtual, y
perdido el contacto con las grandes corrientes culturales y políticas de
mi país.
Tendré que ir de vez en cuando a la
Iglesia, y pedir una entrevista con mi Rector en la Universidad, y enterarme de
quién dirige realmente los partidos catalanes; y hacerme más
culto. Hablar con la gente en las aulas, en el mercado, en el quiosco y en los
comercios parece que me extravía.
El púlpito, la ciencia y la ayuda
de algún lúcido intelectual, me permitirán reencontrar el
rumbo, sin descarriarme nuevamente en el pecado y la ignorancia.