EUSKADI Y LA AUTODETERMINACION
Luis Bouza-Brey, 21-3-97
En los meses recientes se está
produciendo una nueva situación en el País Vasco sobre la que
conviene reflexionar a fondo, pues está desestabilizando todavía
más a Euskadi y a la democracia española.
La nueva situación consiste,
básicamente, en que la propuesta de ETA de una "alternativa
democrática para el País Vasco", en la que formula sus
exigencias de reconocimiento del derecho de autodeterminación y de
unidad territorial de Euskal Herria,
está siendo asumida por el PNV como objetivo propio y modo de terminar
con la violencia política.
Este cambio de posición del PNV
implica un giro radical de la situación vasca: produce la emergencia de
una nueva constelación de posiciones políticas de los partidos y
grupos y una redefinición de hecho de las alianzas políticas.
Implica que los partidos nacionalistas, de facto, dan por caduco el pacto de
Ajuria Enea y el Estatuto de Autonomía, y aproximan sus posiciones a las
de ETA y Herri Batasuna, situándose a la
espera de una reacción negociadora de ambos grupos.
En resumen, que frente al incremento del
terrorismo y de la presión fascista de ETA y Herri
Batasuna sobre la sociedad vasca, el PNV comienza a marcar distancias con el
Estado español y los partidos no nacionalistas y a tender puentes con el
nacionalismo violento. El objetivo sería poner en marcha un proceso de
autodeterminación que permitiera a Euskadi redefinir con total libertad
su relación con respecto a España y el Estado español.
Ante esta nueva situación, que
transforma a los pragmáticos y razonables Ardanza
y Atutxa en individuos incoherentes y hoscos, y a Arzallus en un renovado "ayatollah"
vociferante, la pregunta inmediata es: ¿cuánto durará el
gobierno tripartito? ¿son conscientes el
PSE-PSOE, el PP de Euskadi y Unidad Alavesa de las graves implicaciones de la
nueva situación, que nos pone a todos a marcar el paso obedientemente a
las órdenes de ETA?
La nueva estrategia del PNV está
perfectamente definida por Juan María Ollora,diputado del PNV, en su reciente libro "Una
vía hacia la paz", Erein, Donostia, 1996.
En él, afirma que "el conflicto de Euskal
Herria se puede resolver a través de la
negociación política, sin prejuzgar contenidos, ni actores, ni
modelos de negociación y, desde luego, dando por bienvenida cualquier
iniciativa... parece que uno de los pivotes del contenido negociador se refiere
al reconocimiento del derecho de autodeterminación... desde el respeto a
las decisiones que la ciudadanía vasca adopte pacífica y
democráticamente. Lo que he venido en llamar reconocimiento del Ambito Vasco de Decisión (AVD)" (pgs. 133-134).
Es decir, que las decisiones adoptadas
hasta ahora mayoritariamente por el Pueblo Vasco, que aprobó en
referéndum la Constitución y el Estatuto de Autonomía y rechaza
dar a HB más del 15% de los votos, son decisiones que no cuentan como
propias del País Vasco. Hay que dar por buenas como propias de la
voluntad del pueblo vasco las propuestas de esos mentecatos fascistas,
minoritarios e iluminados, que se dedican a imponer el terror al pueblo.
¿Gudaris, estos? Sencillamente, necios fanáticos.
¿QUÉ ES LA AUTODETERMINACIÓN HOY, EN
ESPAÑA?
Suena a muy democrático eso de la
autodeterminación de los pueblos, ¿verdad? Autodeterminarse
es votar, decidir lo que se quiere.
Exactamente lo que han hecho los vascos y
los españoles durante veinte años. Nos hemos dado una
Constitución democrática, un conjunto de Estatutos de
Autonomía y unos representantes elegidos libremente en elecciones pluralistas.
Y todo ese conjunto de representantes y normas puede ser cambiado mediante
nuevas votaciones que respeten los procedimientos pacíficos aprobados
para ello por la mayoría del pueblo, vasco y español. No por
medio de bombas, balas y monsergas hipócritas como el derecho de
autodeterminación.
La democracia española, los
españoles, no podemos permitirnos, ni queremos, vulnerar la
Constitución para obedecer a 180.000 votantes de Herri
Batasuna y a las bombas de ETA. Y la Constitución no reconoce el derecho
de autodeterminación de ninguna de las partes del territorio
español. En ella, el sujeto del poder constituyente es el conjunto del
pueblo español, y no cualquier región, provincia, municipio o
asamblea de vecinos.
Lo que sí establece la
Constitución es un procedimiento para reformarla, de modo que si el PNV
quiere, puede poner en marcha iniciativas para ello.
En efecto, el artículo 168 de la
Constitución establece que, para reformar el título preliminar
--- que configura a España como Nación indisoluble y reconoce el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones--- se ha de
seguir el siguiente procedimiento:
1.- Aprobar el principio de la reforma por
mayoría de dos tercios de cada Cámara.
2.- Disolver las Cortes
3.- Elegir nuevas Cortes, que han de
ratificar la decisión de las anteriores de realizar la reforma, elaborar
el nuevo texto constitucional y aprobarlo por mayoría de dos tercios de
cada Cámara.
4.- Aprobar la reforma constitucional
mediante referéndum del conjunto del pueblo español.
Ciertamente, que este es un procedimiento
difícil, pero es que también es de suma importancia el que los
españoles decidan fragmentar una unidad de siglos.
El PNV y Ollora
deberían ser conscientes de las gravísimas consecuencias que
tiene para el futuro del País Vasco ceder el liderazgo al fascismo, y
desencadenar una dinámica delirante que tiene como objetivo forzar a
franceses, navarros y vascos a una unidad no querida.
¿Es que creen que ETA va a
disolverse para que el pueblo decida libremente? ¿No aprenden de la
experiencia? ¿Cómo es posible que asuman las fantasías
ideológicas del siglo XIX a finales del XX? ¿No hay gente en el
PNV y en Euskadi que sea capaz de poner en cuestión los viejos mitos?
¿es que está tan atrasada y bloqueada la
cultura política de Euskadi?
QUE EL PUEBLO DECIDA
De todos modos, si el PNV, partido
mayoritario en Euskadi, cree que hay que iniciar nuevos caminos, que se
arriesgue y se defina. ¿Cuál es su proyecto?
¿Autodeterminación para qué?, ¿para conseguir la
independencia?, ¿una mayor autonomía?, ¿un Estado federal?
¿una confederación con el resto de
España?
Si el PNV opina que la situación
está bloqueada, que se defina y ponga en marcha un proceso de
definición del pueblo vasco.
¿Cómo podría
realizarse este proceso?
Juan José Solozábal,
catedrático de Derecho Constitucional, publica este mes de marzo en la
revista Claves, un artículo sobre "Nacionalismo vasco y
autodeterminación". En él, propone un referéndum de
iniciativa del pueblo vasco, convocado por el Rey a propuesta del Consejo de
Ministros, para apoyar una reforma de la Constitución que, mediante el
procedimiento establecido en el artículo 168, permita el ejercicio del
derecho de autodeterminación del pueblo vasco.
Pero esto parece demasiado complicado y de
difícil encaje constitucional. En mi opinión, el PNV lo
podría hacer de manera más sencilla: defínase de una vez
sobre lo que quiere, disuelva el Parlamento vasco y convoque nuevas elecciones
con un proyecto autodeterminista concreto sobre la
estructura política que quiere para Euskadi. En esas elecciones, cada
partido ---o el bloque nacionalista, por ejemplo--- presentaría
un proyecto concreto de articulación de Euskadi. Si los autodeterministas obtuvieran mayoría,
enviarían desde el Parlamento vasco a las Cortes Generales una
iniciativa de reforma constitucional para el establecimiento constitucional del
derecho de autodeterminación. A partir de ahí, sería
responsabilidad de los partidos de ámbito estatal y del pueblo
español decidir lo que consideraran más conveniente.
Desde luego, el costo del fin de la
ambigüedad del PNV tendríamos que pagarlo todos los
españoles, en momentos en los que lo prioritario es el proceso de
Unión Europea. Pero ayudaría a clarificar políticamente el
País Vasco y a configurar una mayoría coherente y puesta al
día que pudiera gobernar con firmeza y estabilidad.
A la vista de los resultados de las
elecciones anteriores (VER:
RESULTADOS ELECTORALES EN EL PAIS VASCO Y NAVARRA) , creo que el proceso
sería positivo y equilibrado. Aunque el papel de IU podría ser
más condicionante de lo que le corresponde, y eso me preocupa, dada la
situación de este partido.
Tengo mi propio pronóstico, pero no
me atrevo a formularlo todavía. Antes aún tengo que empaparme a
fondo de la cultura política vasca.