TE ESPERABAMOS, ROSA
Artículo de Luis Bouza-Brey del 29-8-07, 11:00 hs.
Catálisis (del gr. «katálysis», disolución) f. Quím.
Acción activadora (o, más raramente, retardadora) de las reacciones
químicas, realizada por cuerpos que, al terminar la reacción, permanecen
inalterados. Ô Acción de presencia.
Catalizador. Persona o cosa que
impulsa o aglutina las distintas fuerzas que intervienen en una reacción
colectiva importante.
(Del diccionario de María Moliner)
Creo que muchos te esperábamos, Rosa, porque tú puedes catalizar
el proceso reactivo que está iniciándose frente a la degeneración política del
país. Porque tú y los que te seguimos podemos hacer cuajar un nuevo equilibrio
político que regenere España.
Pero el nuevo partido democrático progresista que España
necesita debe fundarse sobre bases sólidas, a fin de cumplir el papel histórico
que tiene que desempeñar. Por eso urge acelerar ya el proceso de creación
estructural de la nueva organización. Tu nos liderarás a muchos que estamos
buscando una nueva forma de hacer política y un nuevo equilibrio de fuerzas en
el país, que instauren una democracia viva, que haga frente al secuestro
oligárquico y caciquil de la voluntad democrática, que se ha producido
lentamente desde comienzos de la transición y aceleradamente durante el actual
trienio necio. Que haga frente a la estafa a la democracia a la que tenemos que
enfrentarnos.
Pero España está viviendo una crisis seria de la democracia y
superarla resultará enormemente difícil si no sabemos conjugar bien las
exigencias del proceso: tiempos, principios, liderazgo, estructura y catarsis.
LA SINCRONIZACION
La primera exigencia es el tiempo, la sincronicidad de urgencia
y maduración progresiva de un proceso que comienza: tenemos que frenar
urgentemente la degeneración del país y al mismo tiempo necesitamos construir
sobre bases sólidas y estabilizadas una nueva realidad política
consistente y coherente.
LOS PRINCIPIOS
Para ello, es preciso definir con claridad los principios
fundamentales sobre los que tendremos que basarnos. Y creo que estos principios
deben referirse a unas cuantas cosas esenciales:
a) La defensa de la idea de España como patria común e
indivisible, que encarna e institucionaliza el pluralismo y la libertad como
rasgos esenciales de nuestra integración interna y externa en Europa, y que es
preciso defender frente a soberanismos y caciquismos. Patologías cuyos
principios y orientaciones les llevan a pretender la construcción de
naciones monolíticas enfrentadas a la unidad y convivencia del conjunto de los
españoles. Impulsos y orientaciones que si no se contrarrestan producen la
destrucción del pluralismo, la ruptura de la unidad y la cohesión social, y la
degeneración y derrumbe de la democracia.
b) La concepción de la actividad política como una tarea de
enorme importancia para el desarrollo de la sociedad, que exige, por tanto,
cualificación para tratar sistemas complejos, ideas claras y entrega moral al
servicio del interés general. Una actividad, por consiguiente, que exige la
actualización permanente de la sensibilidad y los conocimientos, la dedicación
entusiasta a la "respublica", y la sensibilidad y empatía necesarias
para sintonizar con las demandas y problemas de los ciudadanos y la sociedad.
Una actividad, por consiguiente, que no puede fundamentarse en
ideas esclerosadas y delirios anacrónicos; ni en electorerismos vacuos y
populistas que manipulan la opinión pública y pervierten la democracia;
ni en clientelas de sicarios obedientes a caudillos iluminados; ni en
oligarquías cerradas e impermeables a las necesidades sociales. Una actividad
que exige la promoción de los mejores y más capacitados, y no la selección
negativa de los que carecen de criterio, personalidad, sentido crítico y
autonomía, o profesión conocida.
c) La percepción de la cultura e ideas políticas actuales
propias de las sociedades modernas europeas como orientaciones de consenso, a
la búsqueda de la interpretación y gestión de un mundo global en transición
acelerada y radical. Cultura e ideas que tienen que canalizar y dirigir fuerzas
poderosísimas hacia el desarrollo de la Humanidad en una época de crisis
global. Cultura e ideas, por consiguiente, que no pueden estancarse en las
fórmulas ideológicas de hace dos siglos más o menos remozadas, sino que
precisan innovación radical basada en la reformulación de los valores humanos
de siempre y en su adaptación a una nueva realidad mundial y global. Cultura e
ideas que necesitan integrar y gobernar un mundo en cambio con instrumentos
obsolescentes como los Estados actuales. Cultura e ideas, en definitiva, que
necesitan construir unidades políticas superiores a las existentes mediante la
superación de los sectarismos y brechas del pasado.
EL LIDERAZGO
Necesitamos un liderazgo fundacional, que construya de la nada
y/o de las cenizas del pasado algo insólito, una realidad política nueva que
integre, en síntesis frescas, ideas y residuos estructurales obsoletos, y que
sepa abrirse un nicho nuevo de estabilidad, centralidad y progreso en el seno
de una sociedad bloqueada que comienza a derrumbarse.
Por eso te esperábamos, Rosa, porque muchos creemos que tú
puedes catalizar todo lo nuevo que hace falta: actitudes, ideas, personas y
estructuras, a fin de desatascar el país. Porque somos conscientes de que te
guían tus convicciones profundas de persona progresista, cuyas metas son
el desarrollo de la libertad y la igualdad, y que sabes perfeccionar y aplicar
esos principios a la realidad incluso en contra de lo existente cuando es
necesario. En tu biografía política nos has dado un ejemplo, Rosa, de que en
ocasiones es necesario sacrificar la estabilidad y la tranquilidad personal en
aras de objetivos y bienes superiores. Porque, como tú dices, Rosa, tenemos
hijos a los que legar algo mejor y no peor que lo que tenemos.
En todo esto, creo que somos muchos los que sintonizamos
contigo, vemos el peligro de declive y creemos en la necesidad de entregar
nuestro esfuerzo a evitarlo. Necesitamos un liderazgo como el tuyo que movilice
a los hasta ahora desengañados o estafados por la situación política. Estamos
en ello, Rosa.
LA ESTRUCTURA
Los que tenemos algo de experiencia política sabemos de la
dificultad de construir partidos vivos, flexibles y adaptativos. Tal como yo
veo mi experiencia en el PSC-PSOE y en Ciudadanos, ambos partidos se han
podrido por diversos factores y circunstancias a diversos ritmos, sucumbiendo a
la corrupción de los principios fundacionales, a la oligarquización y a los
intereses de los dirigentes. Por eso es muy importante que el liderazgo se
complemente con una estructura viva y con afiliados motivados por altos
ideales de servicio al país, conscientes de la situación de emergencia
que vivimos y prestos a entregar gran parte de su tiempo durante algunos años a
superar la situación.
En ambos casos, el fracaso estructural deriva de la avalancha de
oportunistas, la jerarquización y oligarquización, la falta de liderazgo
de calidad y la degeneración sectaria. Debemos tratar de evitar las dos
primeras patologías y la última, ya que tenemos la suerte de contar con
liderazgo de calidad. Pero los objetivos ambiciosos que perseguimos no se
pueden conseguir únicamente con la confianza o fe en el liderazgo, sino que se
hace preciso construir una estructura ágil y democrática que frene la posible
avalancha de oportunistas mediante los filtros adecuados, y sea capaz de
integrar la pluralidad interna de sensibilidades variadas propias de un partido
transversal. Un partido que ha de situarse en un espacio central y centrípeto
que fortalezca la democracia española frente a la centrifugación nacionalista y
el desvarío de una izquierda obsoleta y sin rumbo.
LA CATARSIS
Si acertamos en todo esto y conseguimos actuar con inteligencia,
honestidad y eficacia, creo que conseguiremos ganarnos la confianza de un
sector importante de la población, que espera como agua de mayo el proyecto que
queremos presentarle. Y si conseguimos votos suficientes para jugar un papel
significativo entre los dos grandes y frente al soberanismo y el caciquismo,
habremos triunfado en ese gran objetivo histórico de impedir la degeneración
del país, y sacarlo adelante como una democracia moderna y fuerte que pueda
hacer jugar a España el papel que le corresponde. Nuestra transición actual,
nuestra crisis y movimientos, están siendo observados con atención en toda
Hispanoamérica. Tengámoslo en cuenta. Y hagamos despertar a los españoles con
la idea de que nuestra democracia se puede regenerar, como el ave fénix que
finaliza este artículo. Nuestro papel histórico es conseguir la catarsis del
país. Un abrazo, Rosa.