LA PSICOSIS CATALANA. COUSAS A 4-1-16
Luis Bouza-Brey
Hoy,
Ignacio Camacho describe los hechos que expresan lo que él llama "el marasmo catalán".
Pero creo que hay que sumergirse en el análisis de la psicología colectiva para detectar las raíces de la patología política
que dificulta o imposibilita el arraigo y consolidación de la
democracia en Cataluña.
Patología
consistente en una esquizofrenia delirante y paranoica producida por los rápidos
cambios de dos siglos de modernización acelerada
del país, que han quebrado la salud política del pueblo catalán:
Un pueblo
ilustrado, abierto, dialogante, pacífico
y tolerante que, sin embargo, no ha asimilado políticamente
el pluralismo étnico derivado
del cambio de la sociedad catalana.
En efecto,
frente a la transformación ha
reaccionado con miedo, xenofobia y fundamentalismo étnico
y cultural, primero intentando asimilar a los inmigrantes "murcianus" y "charnegos" en las pautas y códigos idiomàticos
y culturales de su pequeña burguesìa
"botiguera", menestral y "pagesa", bajo el control de la burguesía de la
primera industrialización. Luego, a
partir de los años sesenta del siglo XX, luchando contra el proceso de asimilación desbordado por la intensidad del
cambio y la escasez de recursos políticos
derivada de la dictadura franquista. Finalmente, con la democracia, el régimen que
se pensó que permitiría la asimilación mediante
el autogobierno, la "normalización lingüística"
y la hegemonía nacionalista, la realización de los objetivos etnicistas se ha venido abajo: el Estado de Derecho, la
pertenencia a un Estado nacional, la corrupción
clientelar propia del nacionalismo y el sistema político, el
pluralismo étnico invencible
de la sociedad catalana, y la incoherencia y asincronicidad
del etnicismo con la lógica democrática, han conducido al callejón sin salida del "procés" independentista. Un proceso delirante
hacia el objetivo mítico y anacrónico
de la independencia de una etnia, abducida por la mayor parte de sus élites hacia
un objetivo letal para la situación actual de
integración española y europea, y para la
convivencia normalizada de la propia sociedad catalana.
Por eso, el
fundamentalismo ha tocado techo, la corrupción derivada
del descontrol ha tocado techo, la economìa
ha tocado suelo, y el sistema político se ha
descoyuntado y transformado en un manicomio liderado por los más locos del
país, que ni siquiera ellos consiguen
ponerse de acuerdo.
Y lo peor
es que, si lo consiguieran, nos conducirían
a una situación catastrófica
de mayor caos económico y parálisis,
incremento de la violencia y ruptura definitiva de la sociedad.
Esta es la
perspectiva de análisis que
uno aporta, como politólogo residente
en Cataluña
desde hace ya cuarenta y cinco años, que ha formado una familia "barrexada", integrada por autóctonos
e inmigrantes, y que es consciente de que el nacionalismo étnico imperante
en Cataluña
no ha sido contrarrestado ni frenado a tiempo. Bloqueado y vencido con una
labor cultural y un trabajo político que lo
hubiera sustituido por la lógica democrática,
moderna y europeísta, derrotándolo
a tiempo y sin tantos riesgos como los que se están
produciendo ahora.
Creo que el
etnicismo ha de ser vencido con firmeza y coherencia democrática, pero
siempre aparecen oportunistasy demagogos que bloquean
este objetivo: primero lo han hecho los demagogos "antifranquistas" , luego los cretinos buenistas,
y ahora los demagogos populistas.
Frente a
todos ellos es precisa la emergencia de un liderazgo que unifique y responda
con firmeza en representación de la
mayoría
de la sociedad catalana, la madurez democrática, el
"seny" y el conocimiento de la psicosis política de un sector importante del pueblo de Cataluña.
Vean lo que
dice Camacho del "marasmo catalán":
EL MARASMO CATALÁN
IGNACIO CAMACHO, 'ABC
(1ª Edición)' - 2016-01-04
http://paralalibertad.org/el-marasmo-catalan/