ENCAJAR
LAS PIEZAS, REGENERAR EL SISTEMA.
HIPÓTESIS
PARA LA PRÓXIMA LEGISLATURA.
Luis
Bouza-Brey, 5-12-15
ESTADO
PLASMÁTICO Y REGENERACIÓN
Las
encuestas comienzan a pronosticar un estado plasmático del sistema de partidos
posterior a las elecciones, muy moldeable en sus equilibrios en función de las
diversas opciones de interacción que se activen por parte de los actores
políticos.
Por ello,
desde el punto de vista de la Regeneración Democrática del sistema, conviene
tener muy presentes las dos exigencias simultáneas que se derivarán de la
situación: por un lado, la necesidad de formar un Gobierno multipartito
relativamente estable, que pueda dirigir el país y continuar la recuperación económica con más impulso igualitario
que en la actualidad. Por otra parte, la necesidad de Regenerar
políticamente el sistema, introduciendo las reformas institucionales
necesarias para evitar su colapso y descomposición, y conseguir alcanzar una
estructura y funcionamiento de auténtica calidad democrática.
La primera
exigencia plantea la necesidad de una mayoría parlamentaria suficiente para
garantizar fortaleza y estabilidad del Gobierno; la segunda exigencia
necesitará una mayoría muy amplia y cualificada a favor de la reforma
constitucional, que se concrete a mediados de la legislatura y permita convocar
un referéndum con posibilidades de ratificación parlamentaria y popular de la
reforma.
COMBINACIONES
PARLAMENTARIAS HIPOTÉTICAS
Las
encuestas permiten pronosticar un nuevo equilibrio de fuerzas políticas
caracterizado por los siguientes rasgos:
A) El
PP pierde apoyos, pero se mantiene como primera fuerza.
B) El
PSOE se derrumba, pasando a ser segunda o tercera fuerza debilitada, pero sin
expectativas de formar gobierno, salvo mediante una alianza con Ciudadanos y
Podemos muy inestable, dadas las características de Sánchez y el folklore
bolivariano de "Podemos" y sus "Mareas".
C) Ciudadanos
sube constantemente, con expectativas de ser segunda, tercera o primera fuerza
del Congreso, pasando a ocupar un rol bastante determinante de los nuevos
equilibrios parlamentarios.
D) "Podemos"
y sus "Mareas" parecen perder las expectativas de subida de hace unos
meses, pero todavía pueden remontar y alcanzar una fuerza condicionante de
importancia en los equilibrios parlamentarios.
Quizá estos
sean los rasgos esenciales de la nueva situación política previsible con
posterioridad a las elecciones. Ante esta nueva situación, y como analista
comprometido con la Regeneración política de España, creo que debo formular las
posibles combinaciones parlamentarias hipotéticas que se podrían formar, y
manifestar mis preferencias por aquella o aquellas que interprete como más
positivas para el país.
Las
combinaciones parlamentarias que se me ocurren son las siguientes:
1.-
PP-PSOE
2.-
PP-CIUDADANOS
3.-
PP-CIUDADANOS-PSOE
4.-
PP-PSOE-CIUDADANOS
5.-
CIUDADANOS-PSOE-PODEMOS
6.-
PSOE-CIUDADANOS-PODEMOS
7.-
PSOE-CIUDADANOS-PODEMOS-MAREAS-NACIONALISTAS
8.-
CIUDADANOS-PP
Pero antes
de comenzar su análisis y evaluación, permítanme precisar el significado de su
presentación gráfica:
1.- Sitúo
en primer lugar al grupo que tendría la responsabilidad de formar gobierno
2.- Cuando
la combinación es tri o multipartidaria, sitúo los
segundos, terceros o cuartos partidos en el orden previsiblemente derivado de
su fuerza relativa.
Por otra
parte, y para ir delimitando los datos del análisis creo que conviene tener muy
presentes dos elementos cruciales de la situación política: En primer lugar, la necesidad de tener que
realizar y hacer compatibles las dos exigencias de funcionamiento del sistema
político que apunté al comienzo. La primera, la necesidad de un Gobierno
estable que continúe el proceso de recuperación económica sin retroceder a la
crisis agónica de años anteriores. La segunda, la necesidad cada vez más vital
y apremiante de emprender reformas institucionales y constitucionales.
Por último,
creo necesario determinar los problemas políticos más importantes que ha de
afrontar España durante los próximos años:
1.- El
problema de vencer el etnonacionalismo incompatibe
con la democracia española y derrotarlo, acabando simultáneamente con sus
corrientes sediciosas golpistas, e integrando definitivamente a las
nacionalidades en una Nación española libre, abierta e integradora, que una
armónicamente su diversidad constitutiva.
2.- El
problema de instaurar y consolidar una nueva estructura y cultura políticas que
superen las patologías del país, derivadas de su Historia e inmadurez
democráticas: refundar el sistema representativo con autenticidad antioligárquica; curar las psicosis de esquizofrenia
paranoide delirante de sectores importantes de la población de las
nacionalidades; sanear la corrupción endémica de ciertas élites y sectores
populares del conjunto de España; y acabar con el borreguismo,
la ignorancia y la desidia política anarquizante de sectores significativos del
pueblo español.
3.- El
problema de refundar la izquierda política del país, acabando con su sectarismo
cerril, su autoritarismo excluyente y su oportunismo suicida.
La extrema
izquierda de "Podemos" y sus "Mareas" no acaba de perfilar
un proyecto coherente, revolucionario o no revolucionario, por lo que las
características predominantes de su comportamiento son la insolvencia
programática y el rechazo folklórico de todo lo existente, sin aportar
soluciones a nada.
Pero el
problema esencial y de fondo de la izquierda es el de la degradación del PSOE,
incapaz de formular un proyecto socialdemócrata viable, por haberse convertido
en aparato de corrupción epidémica y de selección de los peores, carente de un
sentido de Estado y del Interés General, y orientado permanentemente hacia el
oportunismo electorero y a las alianzas patológicas contrarias a la salud
pública del paìs.
Pedro
Sánchez y la dirección actual del PSOE constituyen el epítome expresivo de las
patologías del partido, con sus políticas de cordón sanitario contra el PP, su
subordinación patológica al nacionalismo étnico y sedicioso impulsada por un
PSC degenerado, el apoyo a unos sindicatos corrompidos por las prebendas del
poder, y la improvisación y frivolidad de su rechazo a las políticas de
estabilización y recuperación económica impulsadas desde la Unión Europea.
¿CUÁL
ES LA FÓRMULA MENOS MALA?
A la vista
de las exigencias y problemas mencionados debería intentar extraer conclusiones
acerca de la fórmula política menos mala para afrontar el próximo período
evolutivo de la política española.
Creo, en
primer lugar, que la próxima legislatura debería ser constituyente, orientada a
elaborar y poner en práctica una reforma constitucional e institucional
necesaria y urgente.
Para
conseguir este objetivo creo que habría que articular una coalición
gubernamental desde la que alcanzar un Pacto constituyente. Los actores
fundamentales de esta nueva coalición gubernamental creo que deberían ser el PP
y CIUDADANOS, dada la crisis y necesaria regeneración del PSOE, que solamente
con posterioridad a un Congreso Extraordinario podría incorporarse a la
coalición y al Pacto de Estado Reconstituyente, con el apoyo añadido de "Podemos",
si éste consolidara una orientación y proyecto solventes.
La nueva
coalición gubernamental sólo sería posible si el PP comenzara la nueva etapa
dispuesto a una política decidida contra la corrupción y a favor de la
Regeneración y la Reforma Constitucional.
En estos
momentos, con una política del PSOE definida por la exclusión del PP, los
pactos con extrema izquierda y bolivarianos, la
búsqueda de nuevos privilegios para el nacionalismo étnico, y la frivolidad frente a la política económica europea, la coalición PP-PSOE
no parece posible ni conveniente. Ni parece conveniente, tampoco, que el
PP busque un pacto exclusivo con el
PSOE, que está perdiendo apoyos populares que van a Ciudadanos precisamente por
hacer unas políticas opuestas a las del PSOE. Parece
conveniente, más bien, y si los resultados electorales lo permiten, articular
una coalición PP-CIUDADANOS, a la espera de la catarsis del PSOE, en la que
parece probable que Susana Díaz ---apoyada por Ciudadanos en Andalucía---
tuviera un papel importante de liderazgo.
Por
consiguiente, dada la situación de degradación del PSOE, éste no parece
constituir un actor fiable ni positivo para el país, por lo que descartaría las
fórmulas 1, 3 y 4.
(1.-
PP-PSOE// 3.- PP-CIUDADANOS-PSOE// 4.- PP-PSOE-CIUDADANOS)
Habría que
añadir a las anteriores las opciones 5, 6 y 7,
(5.-
CIUDADANOS-PSOE-PODEMOS// 6.- PSOE-CIUDADANOS-PODEMOS// 7.-
PSOE-CIUDADANOS-PODEMOS-MAREAS-NACIONALISTAS)
en
las que Ciudadanos tendría un mayor papel de liderazgo, bien como primera fuerza
con el papel de formar gobierno, o como aliado principal en la formación de un
gobierno de coalición orientado hacia la izquierda, y hacia la pauta de
"todos contra el PP", con el apoyo incluso de los nacionalistas.
Para mi, estas serían las peores opciones, que no recomendaría a
Ciudadanos ni al país, pues constituirían una jaula de grillos inconsistente e
incoherente, que marginaría al PP. como fuerza mayoritaria, abriría la caja de
Pandora de las patologías sistémicas hasta ahora contenidas, y malograría la
alternativa sensata, regeneradora y moderada de Ciudadanos para siempre.
Queda, por
último, la opción 8,
(8.-
CIUDADANOS-PP)
derivada
de una victoria electoral de Ciudadanos, que buscaría el apoyo del PP para
realizar los objetivos globales constantemente mencionados en este artículo. No
parece la opción más probable en estos momentos, aunque no debería descartarse
por imposible o indeseable. Implicaría un proceso de renovación profunda del PP
y una incógnita importante sobre cómo resistiría el envite Ciudadanos.
Finalmente,
deseo recordarles, a efectos
ilustrativos, el artículo que reflejaba mis impresiones acerca de la situación
y las opciones posibles hace un año. La situación ha evolucionado desde
entonces, mejorando, gracias al ascenso de Ciudadanos.
Vean:
"La descomposición del Régimen del 78 y las posibles combinaciones
terapéuticas".