SOBRE
LA CRISIS DEL PSOE
Artículo de Luis
Bouza-Brey del 6-1-12
Uno es de esos socialistas de toda la vida, pese a todas
las burradas y atrocidades cometidas por muchos que se denominan socialistas.
Paradójicamente, me hice socialista en mi edad temprana, cuando, leyendo a Toynbee, descubrí que existe el conjunto, la sociedad, y su
interés general, además de los intereses particulares.
Si a ello le añadimos que no soy elitista, porque creo
que los más capacitados y/o esforzados se deben entregar a posibilitar el
ascenso espiritual y material de los demás, y combinamos ambas perspectivas,
interés general y entrega de las élites a los demás, la resultante actitudinal y estructural es liberalismo, socialismo y
democracia, como fórmula para descubrir el interés general y resolver
pacíficamente los conflictos acerca de él. Fórmula que conduce irremisiblemente
a una concepción de la política como actividad noble, en la que los más
conscientes se entregan al servicio de la sociedad, y ésta es capaz de definir
su rumbo y realizar sus objetivos pacíficamente.
Claro está que esa concepción constituye una perspectiva
de índole intelectual y moral, de cuyo contraste con la realidad hay que
extraer diagnósticos y terapias acerca de esta última, a fin de acercarla al
ideal que constituye el punto de partida del posicionamiento fundamental del
que uno parte.
Pero esto que les digo es un prólogo que justifica lo que
creo que va a ser un artículo sobre la crisis del PSOE bastante rotundo, pues
aunque no soy miembro del PSOE ni, en la actualidad, de ningún partido, sigo
siendo socialista, y como tal debo intentar contribuir a que el mundo
Occidental, España, y el PSOE, consigan superar positivamente la crisis en la
que estamos metidos.
LA CRISIS DEL PSOE ES UNA DERIVADA
DE LA CRISIS GLOBAL, AGRAVADA POR LA INEPCIA LOCAL
El PSOE dirigido por Rodríguez Zapatero ha sufrido una
contundente derrota en las últimas elecciones locales y generales, resultante
de la crisis global del mundo occidental, con su repercusión en la Unión
Europea y en la socialdemocracia, y agravada por las políticas erráticas y el
liderazgo incompetente de los gobiernos del PSOE durante los últimos ocho años.
Hace unos días escribí un artículo, “Panorama
de fin de ciclo global”, en el que dibujé lo que considero una
crisis de fin de ciclo del modelo neoliberal instaurado en la sociedad
occidental desde finales de los años setenta del siglo pasado. La
socialdemocracia de la postguerra mundial, derrotada por el neoliberalismo, no
ha sido capaz, desde entonces, de refundarse, de acuerdo con sus valores y
principios básicos, en el contexto de la globalización y la crisis del Estado
nacional, limitándose a gestionar con un alto grado de impotencia y oportunismo
el modelo de sociedad neoliberal instaurado entonces. La resultante de esta
impotencia ha sido la corrupción intelectual, moral y material de los partidos
socialdemócratas, condenados al ostracismo por sus propias sociedades cuando la
crisis ha explosionado en los años recientes.
Esta crisis, que se desencadena con enorme virulencia
desde 2008 a causa del efecto detonante de la crisis financiera de las
hipotecas “subprime” en EEUU, repercute agudamente
sobre la Unión Europea, desestabilizando el euro por la posible insolvencia de
la Deuda soberana de los Estados para hacer frente a la crisis de pagos
derivada de la recesión sobrevenida. Frente a ello, la moneda común de la UE se
ve sacudida por movimientos especulativos que hunden en la inoperancia a las
estructuras políticas y financieras de la UE, estancadas desde hace años,
lentas e incapaces de adoptar decisiones de crisis, y obligadas a defender la
estabilidad de la unión monetaria sin recursos políticos, económicos y
financieros suficientes para ello.
Frente a esta crisis, agravada en la Unión Europea por la
minusvaloración del Estado y la mitificación del mercado por parte del neoliberalismo,
así como por la incapacidad de la socialdemocracia para superar el ámbito
perceptivo estatal e impulsar una verdadera Unión política europea, las
respuestas han sido débiles e incluso contraproducentes.
Este es el contexto global de la derrota del PSOE de
Rodríguez Zapatero, cuyas políticas previas
de división y distracción del país con Memorias Históricas, acoso a la
oposición democrática con el cordón sanitario del Pacto del Tinell
y la alianza con el extremismo izquierdista e independentista, fomento del
independentismo y la desarticulación del país con el Estatuto de Cataluña y las
reformas de los demás Estatutos, deslealtad con los aliados internacionales en
el exterior, desatención a la necesidad de desarrollar el modelo productivo del
país, y concentración de la agenda política
en reivindicaciones superfluas y descentradas de grupos marginales, nos
han conducido a una situación de división e indefensión que ha agravado
extraordinariamente los efectos de la crisis global en nuestro país.
LA CRISIS DEL PSOE EXIGE UNA
REFUNDACION GLOBAL Y LOCAL
La crisis global, europea y nacional; la obsolescencia de
la socialdemocracia frente al modelo neoliberal, y la debacle del PSOE, exigen
una refundación del socialismo en todos los niveles ---local, europeo,
global--- y dimensiones ---liderazgo, orientación ideológica y estratégica,
estructuras---, y el PSOE carece de tiempo para definirla e iniciarla
firmemente con la urgencia que exige el mes de plazo hasta primeros de febrero:
1.- Es preciso refundar la
Internacional Socialista y el Partido de los Socialistas Europeos a fin de
gobernar la crisis global.
2.- Es vital reelaborar el modelo económicosocial europeo, a fin de luchar contra el
“dumping” internacional, mediante aranceles comunitarios, control de las
transacciones financieras, persecución del fraude fiscal, creación de un
impuesto efectivo sobre las grandes fortunas, y redefinición de la posición de
la UE ante las empresas transnacionales, cuyas medidas de deslocalización,
creación de paro y evasión fiscal y fomento de la Deuda no parecen compensar
los daños sociales que producen en sus sociedades originales con el bienestar
que difunden entre una estrecha capa social de accionistas beneficiarios de
lujos privilegiados y altos empleados y gestores de estas corporaciones
globalizadas.
3.- Es inexcusable que el PSOE se
defina de una vez con respecto a la oposición obligada frente al
etnonacionalismo reaccionario y antidemocrático, que hunde la democracia
española por su incompatibilidad con la Constitución y la Unión nacional, y
conduce a sus sociedades a la marginación y la exclusión de la Unión Europea.
4.- Es vital que el PSOE se decida a
volver a la política de consenso con el otro gran partido del país, el PP, a
fin de revisar la Constitución en aquellos aspectos que hoy son ya
disfuncionales y destructivos, como la ley electoral, la insuficiente
separación de poderes, la debilitada independencia jurisdiccional, el
pervertido modelo autonómico y la escasa participación de los ciudadanos en la
vida política del país.
5.- Constituye un requisito para
todo lo anterior que el PSOE refunde sus
estructuras internas y de vinculación con el PSE, a fin de evitar la
inoperancia internacional de la socialdemocracia y la incapacidad del partido
para evitar y controlar internamente una nueva emergencia de un liderazgo
inepto que conduzca al país y al PSOE a la destrucción, como ha sucedido en las
dos últimas legislaturas.
UN LIDERAZGO DE TRANSICION
Frente a la dificultad y amplitud de
los objetivos a realizar, el PSOE no parece preparado en estos momentos para
caminar con paso firme: carece de un liderazgo potente y desligado del zapaterismo que pueda dirigir el proceso a partir del mes
próximo, y aunque existen embriones de terceras vías frente a los dos
candidatos que parecen existir a día de hoy, Rubalcaba y Chacón, alguno estos
posibles líderes alternativos carece de la condición de Diputado, lo que
constituye un obstáculo añadido a su potencialidad.
Por otra parte, de las dos candidaturas
mencionadas, la de Chacón parece una prolongación del zapaterismo,
como alguno de sus miembros reconoce abiertamente y demuestran algunas de sus
más recientes incorporaciones, ---como Moratinos, Pajín,
o Zerolo---, así como por su inconsistencia teórica y
sus afinidades hacia el reaccionario etnonacionalismo catalán, difíciles de
modificar en pocos días por muchas contorsiones propagandísticas que se
intenten.
Queda Rubalcaba, que por su posición
en los Gobiernos zapatéticos tampoco está libre de
polvo y paja, pero que parece emerger como un posible gestor de la transición
para iniciar el camino de la refundación y abrir paso a los nuevos líderes que
puedan surgir durante un período de dos años, transcurrido el cual podría
comprometerse desde hoy a promover la convocatoria de un Congreso
Extraordinario.
Esta es la conclusión que uno extrae
del análisis de la situación, que considero extremadamente grave y necesitada
de soluciones de emergencia pero realistas, ante las que no caben ilusiones
infundadas ni experimentos improvisados. Deseo que los militantes acierten, por
el bien del país.