BRUSELAS REGAÑA A ESPAÑA POR SU FALTA DE CREDIBILIDAD:
48 HORAS PARA SALVAR EL EURO
Asistimos al momento más crítico de la eurozona
desde su creación. Bruselas quiere obligar hoy a Irlanda y Portugal a aceptar
un rescate con fondos públicos a cambio de perder soberanía, mientras España
recibe un rapapolvo
por su errática política económica. Sin reformas seremos los siguientes.
Informe
de Lorenzo
Ramírez en “Libertad
Digital” del 16 de noviembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
Las crisis
de deuda son así. En unas pocas horas se puede ir el proyecto europeo a tomar
viento si las autoridades comunitarias no actúan decididamente contra los
gobiernos irresponsables. Y lo peor de todo es que los rescates públicos de
países en apuros siempre los pagan los mismos, los contribuyentes.
Es el coste
que tienen las políticas neokeynesianas: si después de una crisis financiera los países se gastan el dinero que no
tienen para tapar los agujeros bancarios, entonces se produce una crisis de
deuda pública que provoca quiebras de estados y empobrece a los ciudadanos. Ya
saben, los bonos de loe Estados pasan de ser una inversión segura a servir para
envolver
el bocadillo.
Como señalan
varios periódicos internacionales, Bruselas tiene 48 horas para salvar el proyecto
de la divisa europea. Hoy
los ministros de Finanzas forzarán al gobierno irlandés a que renuncie a un
parte de su soberanía nacional a cambio de ser rescatada con dinero de todos los socios comunitarios (es
decir, de los contribuyentes).
Lo mismo sucederá con Portugal, cuyo gobierno no ve con malos ojos ser salvado por sus socios del euro
para que no se produzca una huída masiva de capitales del país. El rescate conjunto podría
rondar los 140.000 millones de euros, según anuncia hoy el diario El Economista.
Los más interesados en el
rescate irlandés son Reino Unido y Alemania, ya que los bancos germanos y británicos tienen una exposición total de
300.000 millones de euros en deuda irlandesa. Por ello el premier David Cameron se ha ofrecido
a participar en la
operación de salvamento aunque su país no esté en la eurozona.
El periódico
Cinco Días publica una tabla en la que se puede ver claramente
quienes son los más preocupados por la suspensión de pagos de Irlanda. Tras los británicos y
alemanes, lo más expuestos son belgas, franceses y japoneses.
Las entidades financieras
españolas no están metidas en el agujero irlandés, donde tienen 14.000 millones
de euros. Sin embargo, el problema de los bancos y las cajas de ahorros es Portugal, ya que han
destinado entre 60.000 y 80.000 millones a la compra de deuda pública lusa. Por eso todos los
inversores y gobernantes europeos temen que tras Portugal el pánico llegue a
España. El problema es que un rescate de nuestra economía rondaría los 320.000
millones de euros.
El triple del coste de salvar a Irlanda y Portugal juntos.
Sorprende,
por tanto, que el número dos de Elena Salgado, el secretario de Estado de
Hacienda, José Manuel Campa, descarte que en España se vaya a producir una
crisis de deuda similar a la irlandesa o portuguesa. Lo destaca el diario Expansión: "Campa sale al paso: España ni era Grecia,
ni es Irlanda ni lo será nunca".
Lo dijo ayer
en una comparecencia en la que dijo que "puede estar preocupado, o
no", al más puro estilo de Mariano Rajoy. Salgado, por su parte, también negó la mayor. La irresponsabilidad de nuestros gobernantes obligó
a las autoridades comunitarias a dar el enésimo tirón de orejas a la vicepresidenta y sus
secuaces: "la UE
pide a España que demuestre
su credibilidad: urge al Gobierno a completar las reformas de pensiones,
laboral y financiera".
Hoy, prueba de fuego: el Tesoro quiere colocar letras a 12 y 18 meses para captar entre 4.500 y 5.500
millones. Preparen sus carteras, la deuda de hoy son los impuestos de mañana.