EL REGRESO DE ROSA DÍEZ
Artículo de Marcello en “La Estrella Digital” del 05 de noviembre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Con un muy breve comentario a pie de
título:
OPTIMISTA OS VEO, MARCELLO
Luis Bouza-Brey (5-11-09, 10:30)
Veo optimista la impresión de Marcello de que los problemas estén superados, porque más
bien parecen enquistados y a punto de reventar. Y veo realista la impresión de
que UPyD puede llegar a ser un partido bisagra
potente y consistente, que ocupe el lugar deletéreo de los nacionalistas en el
sistema, y cristalice políticamente la tercera España tan necesaria… siempre
que Rosa Díez no se equivoque y transforme esa esperanza y potencialidad de UPyD en un parto de los montes y un partido flash y
residual que comience su declive.
La última encuesta del CIS sobre líderes e intención de voto ha situado a Rosa Díez como la segunda líder nacional más valorada, con un 4,08 de nota y a tan sólo tres décimas del 4,11 de Zapatero. Y a su partido, UPyD, como cuarto partido nacional, empatado con CiU, con el 3,7 por ciento de intención de voto y con una tendencia al ascenso para acercarse al tercer lugar que ocupa IU, a poca distancia de la formación que lidera la política vasca. Si la escalada que muestra la encuesta continúa, puede que pronto veamos a Rosa Díez al frente del escalafón de los líderes españoles, y su partido cerca del tercer lugar nacional camino de ocupar el centro político que en 1986 logró el CDS de Adolfo Suárez con 19 diputados en difíciles condiciones electorales de intencionada marginación mediática y sin los mínimos recursos económicos, similares a las que hoy sufre UPyD.
La causa de la consolidación de Rosa Díez y su razonable ascenso puede ser doble. Por un lado -y a pesar de los problemas internos que sufrió en el seno de su partido hace meses y que parecen superados- está su buen hacer en la vida política, aunque sus intervenciones e iniciativas no alcancen toda la notoriedad que se merecen. Por otra parte están los graves problemas en los que andan inmersos los dos grandes partidos nacionales, PSOE y PP. En primer lugar, por causa de la corrupción -el 'caso Gürtel' en el PP y lo de Santa Coloma en el PSOE-, lo que le permitiría a UPyD lanzar ahora una campaña de sus "manos limpias", si tuvieran medios económicos para ello.
Es verdad que la corrupción no parece causar estragos entre los votantes de los dos grandes partidos, al menos en lo que al PP se refiere a la vista de su progreso en los sondeos electorales, que lo sitúan 3,3 puntos por encima del PSOE. Pero cuando el mensaje de la corrupción se suma a la vigente crisis de la economía entonces la mezcla se hace explosiva. Y es aquí donde entra el primer problema del Gobierno de Zapatero y del PSOE, porque empieza a ser un clamor la incapacidad del Ejecutivo para hacer frente a la crisis de la economía y del paro. Y ello está causando estragos entre los votantes de la izquierda moderada, de los que sin lugar a dudas hoy se beneficia UPyD. Y por supuesto el PP, donde se esfuerzan en transmitir el mensaje de que la derecha gestiona mejor que la izquierda los tiempos de crisis económica.
El drama del PP está en que sube lentamente a lomos de la crisis y del paro, pero no desborda definitivamente al PSOE por causa del grave problema de liderazgo y de cohesión que en estos momentos tiene el Partido Popular. Lo estamos viendo en estos días de manera descarnada, lo que sirve al PSOE para transmitir su propio mensaje de ¿cómo va Rajoy a gobernar España si no es capaz de poner orden en su partido? Vamos a ver cómo acaba la crisis del PP, porque da la impresión de que sólo está a mitad de recorrido y que el regreso de Rato a la vida pública como el candidato a la presidencia de Caja Madrid puede ser sólo la primera etapa de una maquiavélica operación para llevarlo, luego, a la presidencia del PP si, finalmente, acaba estallando una guerra civil en el PP, como la que ensayan Aguirre y Rajoy en Madrid.
En caso de que Rato saltara al escenario nacional, apoyado por Aznar y por el núcleo duro del aparato mediático de la derecha que está contra Rajoy, el escenario electoral podría cambiar de una manera radical, porque Rato tiene carisma, autoridad y prestigio para abordar la crisis económica. Y si ello se produce, acabaría por inclinar la balanza electoral a favor del PP a base de reclamar el "voto útil" para arreglar la economía y desalojar de la Moncloa a Zapatero. Y ese discurso del voto útil es el peor enemigo de los pequeños partidos como el de Rosa Díez, a no ser que la diputada sitúe su posición en un terreno ideológico más natural con sus orígenes políticos como debe ser el centro izquierda español. Sobre todo ahora que Zapatero se refugia en la izquierda populista y extrema.
Porque, hasta ahora, Rosa Díez ha vivido de los votos más conservadores del PP, dejándose querer por fanáticos propagandistas de la "derecha sin complejos", que llevan años intentando desalojar a Rajoy de la presidencia del PP. Lo que ha llevado a la diputada a jugar con fuego y complicidades extrañas como las de los promotores de la conspiración del 11-M, un libelo infame contrario a la verdad y a las víctimas de esta masacre que lo único que pretende, además de intentar vender cierto periódico, ha sido el amparar las mentiras y los errores sobre tan dramáticos acontecimientos de los primeros responsables del último Gobierno de Aznar.
La lucha contra la crisis y el paro, la denuncia de la corrupción y también la reforma democrática, en el dramático y obligado final de la transición en el que estamos inmersos, son los tres puntales sobre los que cabe reconstruir el centro político español con mensajes tan claros como radicales. Y sobre todo intentando unir y aglutinar al mayor número posible de colectivos y de personas de prestigio que hoy día están desencantadas y preocupadas con el tremendo espectáculo de mediocridad e irresponsabilidad que nos ofrecen los dos grandes partidos nacionales, dejando al conjunto de los ciudadanos en una sonora orfandad. No hay sino ver lo que la encuesta del CIS señala sobre la confianza que tienen los españoles en Zapatero y Rajoy.
Lo que no puede ser es que en este país nunca pase nada a
pesar de todo lo que está pasando. Y no sabemos si Rosa Díez y UPyD son la tercera vía de la esperanza y la regeneración
política y social. Ojalá que lo fueran y que no se equivoquen porque, desde
luego, ahora si tienen una oportunidad.