EUFORIA PREMATURA EN EL PP

Artículo de Marcello  en “Republica.es” del 02 de junio de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

En el Partido Popular están como unas castañuelas con el rio de encuestas favorables que les han caído del cielo en los últimos días, tras el bandazo de Zapatero y su duro ajuste social del déficit que todavía irá a mucho más si acaba descorchando otro decretazo para la reforma laboral. Es decir, tuvo que hincar la rodilla en tierra el presidente del Gobierno, humillando y desconcertando a su partido, electores y a la izquierda en general, para que el PP diera por fin el gran salto hacia delante y se colocara con una ventaja de 10 puntos sobre el PSOE en los sondeos electorales, con lo que Rajoy ha conseguido acallar a sus detractores políticos y mediáticos de la derecha que acusaban al líder de la oposición de falta de fuerza y carisma para abanderar la alternancia política, y de ponerse de perfil y sentarse a esperar que el poder le cayera en las manos como la fruta madura del árbol de la ciencia política.

La pregunta desesperada y desesperante que se hacían los votantes y los enemigos internos del PP era la siguiente: ¿cómo el PP no le saca diez puntos de diferencia al PSOE, en plena crisis económica y con la que está cayendo? Y la respuesta era bien sencilla: porque el liderazgo de Rajoy es romo, lánguido, falto de fuerza, de equipos, de programa y contundencia. Pues bien, ya tiene Rajoy su número 10 en la camiseta y con semejante puntuación espera subir como un cohete al cielo de la valoración de líderes desbancando a Zapatero y acercándose a Rosa Díez, que espera agazapada e impaciente su oportunidad para ocupar en este país el lugar que Nick Clegg ha conseguido en el Reino Unido.

Podemos decir que el PP vive momentos de gloria y de euforia y que el gran asesor electoral de Rajoy, don Pedro Arriola, está encantado porque considera que el tiempo le ha dado la razón a su estrategia de la lluvia fina y de “no hacer nada, para no equivocarse, y esperar a que la victoria llegue sola”.

Ahora bien, no deberían los populares vestir la piel del oso pardo español antes de cazarlo no vaya a ser que esa montaña de gloria en la que habitan en estos días de euforia sea solamente la cima de un souflé que se les puede desinflar en cualquier momento, una vez que pasen las calamidades en las que anda enredado este gobierno y su presidente Zapatero.

No vaya a ser que a Rajoy, como a la Selección nacional de fútbol que casi la palma ante Arabia Saudita, se le suba el éxito a la cabeza y se olvide de que en los partidos electorales también juegan los demás, y que la izquierda sabe movilizar a sus bases, y que UPyD existe, y que Camps y Fabra andan sueltos, y que habrá cambio y crisis del gobierno de Zapatero, y que los del PNV no son de fiar -ni los de CiU- y por un puñado de dólares le pueden aprobar los Presupuestos de 2011 al PSOE, y que ETA todavía podría dar la sorpresa, y que Garzón puede aparecer en la campaña electoral, y que el gobierno sigue al mando de un gigantesco grupo de comunicación y de los verdaderos grandes y ricos financieros, y que las tertulias audiovisuales de los periodistas del PP son vomitivas y capaces de hacer resucitar al PSOE, y que El Mundo trabaja para Zapatero -metiendo miedo con la mayoría absoluta de la derecha-, y que todavía nos quedan veinte meses para las elecciones generales, y que en este país, donde nunca pasa nada a pesar de todo lo que pasa, cualquier día de estos se puede armar, y a Rajoy le puede dar la pájara que le da a muchos astros del ciclismo, su deporte favorito.

Nada está escrito, y menos en España. De manera que dejen de repartirse los ministerios -Soraya quiere Defensa para pasar revista a las tropas, Mato Interior, para borrar lo del Jaguar, y Pons Justicia para ajusticiar a Camps- el equipo directivo del PP porque Eldorado no es tan fácil de encontrar y la isla de la utopía del poder está todavía mucho más lejos de lo que ellos se imaginan. Y si ahora están contentos con el ascenso del globo de colores en el que viajan que se anden con cuidado porque en cualquier momento se les puede cabrear la gaviota y se lo podría pinchar. Además está claro que esta vertiginosa subida del PP no se debe tanto a los méritos populares como a los deméritos del PSOE y del inefable Zapatero. Y además tampoco está escrito que Zapatero vaya a ser el candidato que se enfrente a Rajoy en 2012. La vida da muchas vueltas y la prudencia nunca está de más, porque si cambiara el viento en los próximos meses -lo que no es fácil imaginar- un tropezón del PP en las encuestas volvería a levantar la veda de la caza interna de Rajoy, convirtiéndole en el oso a batir. De ahí que no conviene vestir demasiado pronto la piel del oso que anda suelto por ahí.