ANGUSTIA EN EL PSOE POR SU CRISIS, CON ZAPATERO Y PEPIÑO SUPERADOS
Artículo de Antonio Martín Beaumont en “El Semanal Digital” del
22.10.07
Por su interés y relevancia he seleccionado el
artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Desde los tiempos de la UCD de Adolfo Suárez, en España un gran partido no había
padecido una crisis interna tan profunda como la que arrastran los socialistas
desde la derrota electoral del pasado 27 de mayo. Se veía venir. Un partido que
vence en las elecciones generales y que tres años después cae vencido
electoralmente a manos de su gran rival debe someterse a una catarsis, que sin
embargo ni José Luis Rodríguez Zapatero ni Pepiño Blanco han querido acometer,
quizá para
evitar un debate que les hubiese dejado en desairada
posición. Porque las pasadas elecciones de mayo se desarrollaron en clave
nacional y a la hora de votar los ciudadanos miraron más a La Moncloa y a Génova
que a sus candidatos territoriales.
Al estropicio habido en Madrid tras las municipales y autonómicas –incluido la
huida del candidato amigo del líder, Miguel Sebastián, y el "chantaje" por medio
para que abandonase el anterior secretario general de los socialistas
madrileños, Rafael Simancas-; a los dimes y diretes que vive el partido en
Castilla y León, con sus máximos dirigentes tirándose en público de los pelos y
con el jefe zapaterista, Ángel Villalba, apalizado a diario por sus mismos
compañeros; o a la disolución del partido en Ceuta y a la desolación que vive la
militancia del desengañado socialismo navarro, ahora se une el "ladrillazo" de
Prisa que ha obligado a dimitir al secretario general socialista de la Comunidad
Valenciana, Joan Ignasi Pla.
Por si esto fuese poco, las encuestas que maneja Ferraz son demoledoras: "Rajoy
aventajaría ya en cuatro puntos a Zapatero y la distancia entre PP y PSOE
aumenta cada día", dicen socialistas a este periódico. En el PP, a cinco meses
vista, ya no hablan de
vencer en marzo, sino que algunos comienzan a deslizar
la idea de victoria por mayoría absoluta.
Desde circuitos cercanos al socialismo quiere "venderse" la idea a la opinión
pública de que el Gobierno Zapatero no logra comunicar adecuadamente a los
españoles sus "excelentes logros" precisamente por el gran ruido que un PP
radical hace desde que perdiera las pasadas elecciones generales. Pero como
suele decirse: "Excusas de mal pagador".
La realidad parece ser otra y en el cuartel general del PSOE lo saben y tratan
de guardarlo bajo siete llaves. Como confesaba hace unos días un "fontanero" de
Ferraz: "Zapatero no es creíble; diga lo que diga los españoles no se lo creen,
y con tal lastre es imposible hacer política". Ésa es la crisis del PSOE. La
crisis del socialismo es la crisis de credibilidad de su líder. Así es. Por eso
está el partido al borde del colapso y los medios de comunicación referentes de
la izquierda española con la navaja fuera de la cincha.