EL REQUETECAMBIO

Artículo de Manuel Martín Ferrand  en “Republica.com” del 23 de mayo de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Aunque las tentaciones están hechas para caer en ellas, no conviene abundar en la de extrapolar al ámbito de unas legislativas los resultados de las elecciones municipales y autonómicas que tenemos a la vista. Es imprescindible y urgente la desaparición de José Luis Rodríguez Zapatero del timón gubernamental español; pero en la democracia, incluso en una tan imperfecta como la nuestra, todo tiene su trámite y su liturgia.

El PP, y esa es la primera conclusión que exigen los resultados globales del 22-M, ha triunfado plenamente sobre el PSOE – más abajo lo matizaremos –; pero ello no es, como interpretó una Ana Mato disfrazada de campeona del Masters de Augusta, un apoyo al proyecto político de Mariano Rajoy, que sigue sin explicitarse, sino un castigo generalizado y consciente al desgobierno y las mentiras de Zapatero. No es lo mismo.

Las elecciones municipales, que alcanzan a todo el territorio nacional, tienen, por ello, mayor valor diagnóstico que las autonómicas. El PP ha obtenido en ellas más de diez puntos por encima del PSOE, la máxima distancia nunca obtenida en la confrontación entre los dos grandes. Ello ahorra el análisis cualitativo, lo cuantitativo es elocuente.

La victoria municipal de CiU en Barcelona resulta especialmente significativa. Xavier Trias, el nuevo alcalde, encarna en su éxito el fracaso, no solo municipal, del socialismo catalán y, con él, la debilidad inducida en las aspiraciones sucesorias de Carme Chacón. Su plataforma de despegue, el PSC, ha quedado tan dañada que limita el vuelo potencial de la ministra de Defensa que, al tiempo, ha visto como merman las fuerzas de los líderes regionales del PSOE que la vienen apoyando en su soterrada disputa con Alfredo Pérez Rubalcaba. Notable también el sobrevenido protagonismo en la política catalana que la victoria de CiU y el hundimiento del PSC le proporcionan al PP. Ahí nace un matrimonio de conveniencia que en las próximas legislativas puede tener un valor especial.

Aunque éste sea un análisis de urgencia, que iremos rumiando y ampliando en los próximos días, también en orden municipal, hay que subraya la victoria del PP en el ayuntamiento de Sevilla, feudo histórico y simbólico de socialismo andaluz. Y todo ello sin olvidar la fuerza de Bildu en San Sebastián, en toda Guipúzcoa, donde el juego equívoco del PSV de Odón Elorza le ha servido de pedestal a los abertzales. Frente al original siempre pierden las imitaciones.

El capítulo autonómico de la jornada presenta su máximo interés – ¿morbo? – en Asturias. El empecinamiento de Rajoy, poco gustoso de rodearse de personas de alta estatura personal y política, le ha privado al PP de extender su amplísima panoplia autonómica. El esfuerzo titánico de Francisco Álvarez-Cascos le ha impedido el paso al PSOE, pero el PP debe revisar su querencia a designar como opción a candidatos de tan corta estatura como la que, a toda prisa, acuñaron para el Principado.

El éxito en Castilla-La Mancha, atribuible a María Dolores de Cospedal, que incrementará así su esquizofrenia en la función representativa y política, es el que mejor simboliza el avance del partido de la gaviota. El éxito ha superado las previsiones más optimistas de los populares y la que mejor evidencia el fracaso socialista como gran balance del zapaterismo. Si a ello se le añaden recuperaciones, como la de Baleares o Cantabria – en donde hace mutis presidencial el irrepetible Revilla –, estamos ante unos resultados “arrolladores”, en calificativo de Esperanza Aguirre.

Los resultados autonómicos de Madrid, arrolladores desde cualquier punto de observación, revalidan el poderío de Aguirre, que repite cómodamente una difícil mayoría absoluta. Supongo que “Invictus”, mejor nombre para un caballo que para un candidato, volverá a las cuadras socialistas. Perder con altanería agresiva es el máximo del ridículo político. Como contraste, el ascenso meritorio del partido de Rosa Díez, que será en la Asamblea la oposición significativa y responsable.

Ahora, mientras los electos se convierten en efectivos y se producen los vivificantes relevos salidos de las urnas, quedan dos asuntos pendientes con sello de urgencia. Uno, el primero, es de la competencia personal del titular de Interior. ¿Seguirán, especialmente en la Puerta del Sol de Madrid, los “colonos” de Democracia Real Ya? Valga, que no vale, la evitación de males mayores a la hora de cumplir el mandato de la Junta Electoral Central; pero la tolerancia con el incumplimiento de la ley, y la negación del orden público en un Estado de Derecho, es rotundamente descalificadora.

El proceso, dentro del PSOE, de la sucesión del fracasado Zapatero es la otra cuestión inmediata. La más importante. Lo razonable sería un adelanto de las legislativas previstas para marzo del 2012 y esa sería la responsabilidad del Grupo Parlamentario que sostiene al presidente; pero, como no se debe esperar que alguien de lo que no tiene, la batalla se reducirá a unas primarias que, además de dañar seriamente al partido, pueden ser un nuevo parto de los montes. El nombre del ratón importa poco, ha comenzado el requetecambio.